Ibex: ¿Qué podemos esperar tras la Semana Santa?
José Jiménez
El Ibex 35 cerró el jueves pasado en los 9.600 puntos y dio carpetazo a un trimestre volátil en el que ha perdido un 4,4%. Viene de marcar mínimos el pasado 26 de marzo en los 9.381 puntos y aunque llegó incluso a testerar la parte inferior del canal bajista en los 9.330 puntos, al final pudo salir al alza, todo ello en un entorno de inestabilidad e incertidumbre marcado por los tambores de guerra comercial entre China y Estados Unidos y por el nuevo desplome de las tecnológicas estadounidenses. Ayer mismo, el Nasdaq se hundió un 2,74% y el S&P500 un 2,23%, por un 1,9% el Dow Jones, por culpa del nuevo arancel chino sobre las importaciones estadounidenses y de la nueva paliza que se llevaron Amazon (-5,2%) o Tesla (-5,1%), lo que indica que el trimestre ha comenzado con bastante pesimismo.
A principios de febrero, las bolsas ya habían dado muestras de enorme debilidad al calor de una subida de tipos de interés en Estados Unidos que será más rápida de lo que los inversores descuentan, y las nuevas tensiones han hecho quemuchos se hayan visto tentados a empezar el nuevo trimestre a la defensiva, después de que se hayan visto los peores tres meses para la renta variable global en dos años. "El despiste es la tónica generalizada porque nadie sabe exactamente qué sucede", advierten los analistas de Bankinter.
En realidad, explican estos expertos, hay dos "invitados" inesperados e indeseados: un proteccionismo americano que se materializa, pero que también parece diluirse poco a poco, y un sector tecnológico más vulnerable debido a las presiones regulatorias tras el fallo de Facebook y las presiones fiscales en la UEM, a lo que hay que sumar los nuevos problemas de Amazon (en el punto de mira de Trump) o Tesla y los accidentes de sus coches autónomos. A juicio de Bankinter, si a esto se suman unos beneficios por acción algo "menos sólidos", el resultado es que las bolsas están inseguras y nos "podemos fiar menos que hace un par de meses".
En estas condiciones, quizás resulte muy aventurado decir que ya hemos visto lo peor pero tampoco conviene pasar por alto que empezamos nuevo trimestre y otra temporada de resultados está a a la vuelta de la esquina. Como dice Daniel Morgan, gerente de la gestora Synovus, "nos hemos quedado atrapados en todas estas cosas que podrían y pueden suceder, pero una vez que comience la temporada de resultados, serán los titulares los que puedan eliminar parte de esta negatividad". Y lo cierto es que las recientes caídas han puesto al mercado más barato. Sin ir más lejos, el S&P500 está cotizando a un PER de 16,5 veces, frente a las 18,9 veces de mediados de diciembre. Por eso, no es descabellado pensar, como dice Stephen Innes, jefe de operaciones del bróker Oanda, que los inversores "cambien al modo cazagangas".
Los analistas esperan que los beneficios de las empresas del S&P500 aumenten en el primer trimestre un 18,5% respecto al año anterior, según datos de Thompson Reuters. No hay que olvidar que la rebaja fiscal anunciada por Donald Trump a mediados de diciembre ha recortado el impuesto de sociedades al 21% desde el 35%, lo que debería traducirse en ahorros impositivos visibles en las cuentas de resultados. Por eso, como ha sucedido otras temporadas, es posible que el listón del mercado respecto a lo que se espera vuelva a estar demasiado bajo, y sean precisamente los resultados los que terminen por impulsar al mercado.
De manera más inmediata, explican en Bankinter, "esta semana tendremos algo más de volumen después de la Semana Santa, de manera que la dirección que tomen las bolsas puede orientarnos un poco más con respecto a lo que podemos esperar para las siguientes semanas". De entrada, tenemos el IPC de la UEM el miércoles, que podría subir hasta el 1,4% desde el 1,2%, y las ganancias por hora en Estados Unidos el viernes, que podrían crecer hasta el 2,7% desde el 2,6%. Si se dan ambos incrementos, el mercado podría temer que los bancos centrales aceleren las subidas de tipos, lo que sería negativo para las bolsas. Si, por el contrario, salen por debajo de lo esperado, "es improbable que eso sea suficiente para hacer que reboten aún más unos bonos absolutamente sobrevalorados y/o unas bolsas inseguras decido a otros factores", apuntan en Bankinter.
Por otro lado, apuntan los mismos expertos, se da por descontado que el dato de empleo del viernes será bueno, lo que no proporcionará ningún impulso a las bolsas, ni aún cuando se superen las expectativas. "Parece que la macro de esta semana será incapaz de ayudar a un mercado desorientado que necesita unas semanas de ausencia de sobresaltos, de proteccionismo diluyéndose y de tecnológicas estabilizándose para volver a centrarse", añaden. Pero, aunque eso sucediera, las bolsas tomarán un ritmo más lento y evolucionarán de forma más volátil.
Desde el punto de vista técnico, El Ibex 35 sigue dentro del canal bajista, cuya parte inferior está en los 9.280 puntos, con lo que el selectivo está en la mitad del canal. Así, dice Eduardo Bolinches, tenemos potencial de subida y el indicador tiene margen para buscar los 9.800 puntos, pero una vez alcanzados, este experto explica que el lado correcto del mercado sería el "corto". El inversor debería buscar el 9.800 para colocarse en el lado correcto del mercado, es decir, el corto, y en cuanto veamos que al Ibex le abandonan las fuerza alcista en los 9.800 puntos, habría que aprovechar para vender, dice Bolinches, pues en su opinión, hay continuidad de mercado bajista, al menos mientras el selectivo esté cotizando por debajo de los 10.000 puntos.
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