La dirección de Liberbank intentará frenar la opa de Abanca y lograr la fusión con Unicaja
Los accionistas de la entidad de origen asturiano tienen la última palabra; la malagueña descarta una guerra de ofertas
El interés de Abanca por Liberbank no es nuevo, pero su intención de lanzar una opa sobre la entidad de origen asturiano cayó el viernes como un mazazo en el equipo que está negociando la fusión con Unicaja y que tenía previsto presentar la propuesta inicial de integración al Banco Central Europeo (BCE) a principios de marzo. Prueba de ello es que la dirección de Liberbank negó en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores haber recibido una «oferta concreta» o estar en «conversaciones» con el banco gallego, mientras que pocos minutos después este reconocía en otro comunicado «conversaciones con los principales accionistas», contactos que, según fuentes financieras consultadas por este periódico, se habrían producido a espaldas de la dirección de Liberbank.
La próxima semana será turbulenta en las altas esferas del banco. El consejo directivo sigue apostando por la fusión con Unicaja, pero la jugosa prima de más de un 40% que ofrece Abanca es una opción que los accionistas, como poco, van a sopesar. El banco de Juan Carlos Escotetplantea pagar en efectivo hasta un máximo del 75% del capital de Liberbank, aunque también ofrece la posibilidad de canjear su participación por acciones de Abanca. Sobre la mesa pone 1.300 millones de euros.
Cronología
- Junio de 2017
- Intervención del Banco Popular a la que suceden dos jornadas de fuertas caídas de Liberbank en Bolsa por contagio. La CNMV decide suspender la negociación en corto de sus títulos.
- Agosto de 2017
- Liberbank vende su filial inmobiliaria Mihabitans a Haya Real Estate por 85 millones.
- Octubre de 2017
- Se aprueba una ampliación de capital con derecho de suscripción preferente de 500 millones de euros. Liberbank se libera de gran parte de su cartera inmobiliaria gracias a un acuerdo con Oceanwood y Bain. Crean una sociedad conjunta que gestionará Bain Capital Credit para deshacerse de activos por 602 millones.
- Noviembre de 2017
- Liberbank cierra la ampliación de capital con una demanda que supera 7,9 veces la oferta.Se levanta el veto para operar en corto.
- Febrero de 2018
- Liberbank y Banco de Castilla-La Mancha aprueban su fusión.
- Mayo de 2018
- Liberbank se deshace de una cartera inmobiliaria valorada en 180 millones a través de una sociedad con G-PBolt.
- Diciembre de 2018
- Liberbank y Unicaja reconocen «contactos» para negociar su fusión. La entidad resultante se convertiría en el sexto banco de España.
- Febrero de 2019
- Abanca anuncia su intención de lanzar una opa sobre Liberbank.
Fuentes conocedoras del sector aseguran que el equipo de Menéndez intentará que la opa no salga adelante. Más allá de las fundaciones bancarias de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, que con un 24,3%, del capital podrían ser controladas por el consejo, la cuestión es qué harán los otros grandes accionistas -Oceanwood, con casi un 17%; Ernesto Tinajero, con un 7,4%; Corporación Masaveu, con un 5,5%, o Norges Bank, con un 3,2%- y los que no tienen un tamaño tan importante, pero que juntos suman más del 40% del capital. Ellos son los que tienen la última palabra. «La opa es un buen negocio para los accionistas», reconocen en el sector financiero asturiano, que luego ven matices en cualquiera de las dos operaciones.
Más información
Sea con Abanca o con Unicaja, incluso con Ibercaja, con quien también se planteó una operación, Liberbank lleva tiempo en las quinielas de posibles integraciones. Tanto el Banco Central Europeo como el Banco de España apremian a las entidades de tamaño medio a ganar músculo. De hecho, los supervisores no verían con malos ojos uniones de tres o cuatro actores.
El mercado cada vez es más global y también las exigencias a las entidades financieras, entre ellas el MREL (iniciales de Minimum Required Eligible Liabilities o Mínimo Requerido de Pasivos Elegibles, en castellano). Se trata de crear un colchón de solvencia que absorba las pérdidas de una entidad en caso de resolución y, para poder hacer frente a estos requerimientos, es necesario tamaño. De ahí que el sector esté ante un nuevo proceso de integraciones.
Nerviosismo en la plantilla
De confirmarse la fusión con Unicaja se crearía el sexto banco de España, con una presencia geográfica repartida por casi todo el país; mientras que de triunfar la opa de Abanca este también avanzaría hasta la sexta posición y se convertiría en líder indiscutible en el noroeste español. Además, no habría grandes solapamientos de oficinas -más en Extremadura con Unicaja y en Asturias con Abanca-, aunque fuentes sindicales reconocen nerviosismo en la plantilla de Liberbank por la incertidumbre que generan estas negociaciones, cuando este año, además, debe culminar el ERE pactado en 2017 y que incluye 525 bajas incentivadas y voluntarias en toda España.
Sin embargo, entre ambas opciones hay diferencias de calado. La integración con Unicaja se plantea como una fusión por absorción de Liberbank, dado que el banco malagueño es mayor y se trata de una opción más sencilla que crear una sociedad nueva, pero en la entidad de origen asturiano siempre se ha defendido que este mecanismo es meramente instrumental y no tiene que suponer una subordinación.
De hecho, entre los principales flecos que había que cerrar en la negociación de las dos entidades estaba el peso que tendría cada una en el banco resultante. Unicaja pretendía un 60%-40% a su favor, mientras que Liberbank apuntaba a una fusión entre iguales. Los cambios en la cotización en lo que va de año, precisamente, tienden a equiparar a los dos bancos. Mientras que el malagueño es el que peor comportamiento está teniendo en Bolsa en 2019, el de origen asturiano está mejorando su cotización, más allá de casi el 20% que se revalorizaron sus títulos el pasado viernes, una vez que se conoció el interés de Abanca. Al cierre de la sesión, el peso por cotización bursátil pasó a un 53%-47%, aunque aún con más capitalización para Unicaja. La entidad andaluza puede ceder algo en la negociación en este aspecto, pero no está en disposición de entrar en una guerra de pujas ni poner sobre la mesa los millones de Escotet.
Lucha de poder
Más allá de este difícil equilibrio o de otros asuntos espinosos, como el lugar en el que ubicar la sede social, la fusión con Unicaja presenta un fuerte atractivo para el consejo directivo de Liberbank, ya que todo indica que hay acuerdo para que su consejero delegado, Manuel Menéndez, mantenga el mismo cargo en la entidad resultante, mientras que el actual presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, sería presidente no ejecutivo.
La buena percepción de la labor del salense al frente de Cajastur y Liberbank, la edad de Azuaga, que supera los 70 años, y que no tenga un delfín de peso en la entidad andaluza permitirían que la 'cabeza' del banco resultante siguiera siendo asturiana.
En el caso de Abanca, esta posibilidad se da por descartada. Juan Carlos Escotet sería la persona que controlaría el banco y no habría hueco para otro hombre fuerte. Para algo está dispuesto a poner 1.300 millones sobre la mesa. Este venezolano, hijo de leonés y asturiana, con solo cinco meses más que Menéndez, se ha convertido en una de las estrellas del panorama financiero español de los últimos años. Él mismo fundó Banesco, el banco venezolano que fue expandiendo y desde el que dio el salto a España, primero con la compra del pequeño Banco Etxebarría y luego con la adjudicación en 2013 por 1.003 millones de euros de Novacaixagalicia -el holding que agrupaba las antiguas cajas de ahorro gallegas- y que había sido rescatada por el Estado por 9.000 millones. «Este un proyecto de vida, lo sentimos como un hijo y los hijos no se venden», señaló hace tres años al hablar de Abanca. Desde entonces no ha hecho otra cosa que crecer y mejorar sus resultados. Ahora quiere extender su gestión a Liberbank.
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