May pide "más tiempo" al Parlamento para negociar con Bruselas
A poco más de cuarenta días de que se cumpla la fecha oficial de Brexit, los planes de Theresa May para sacar a Reino Unido de la Unión Europea siguen siendo un misterio.
La primera ministra compareció este martes en el Parlamento para, supuestamente, explicar a los diputados los avances en las negociaciones con la UE, tras su visita a Bruselas la semana pasada. Pero tras horas de debate, muy poco quedó aclarado.
La primera ministra reconoció que "necesita tiempo" para conseguir cambios efectivos en el backstop de Irlanda -el mecanismo que quiere garantizar que no habrá una nueva frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte- y, a la vez, pidió a los diputados que "mantengan la calma" y que voten a favor de un Brexit con acuerdo.
A mediados de enero, el Parlamento británico rechazó el Acuerdo de Salida de Reino Unido de la UE firmado el pasado mes de noviembre entre May y sus socios europeos, y pocas semanas después votó a favor de la llamada enmienda Brady. En ella se pide que se estudien "soluciones alternativas" al problema irlandés. Las autoridades europeas se niegan a volver a reabrir el acuerdo firmado, pero la semana pasada se mostraron receptivos a hablar de otras posibles soluciones con los británicos.
El plan actual de May pasa por llevar el acuerdo al Parlamento el jueves. Al no haber cambios con respecto a lo presentado anteriormente, los diputados lo rechazarán, previsiblemente. Si no se aprueba, se volverá a debatir el 26 de febrero y se votará de nuevo el día 27, anunció ayer May.
Este retraso en los planes ha sido muy criticado por la oposición. El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, aseguró ayer que la primera minsitra está "chantajeando" al Parlamento y que "está jugando con la vida de muchas personas". Otros aseguran que cuanto más se dilata la fecha para firmar el acuerdo, más cerca se está de un Brexit abrupto, que supondría el caos económico a corto plazo.
En un intento por lograr un acuerdo con la UE incluso en el último momento, May anunció ayer que se dispone a cambiar los procedimientos del Parlamento para que, si se llega a un acuerdo, pueda estar firmado antes del 29 de marzo. A partir de ahora, las leyes que hagan referencia a tratados internacionales no necesitarán ser ratificadas con casi un mes de tiempo, como ocurre ahora, si no que se beneficiarán de un procedimiento mucho más corto.
Aún así, May tendrá un tiempo muy limitado para que el acuerdo del Brexit que finalmente sea aprobado se convierta en ley antes del 29 de marzo. Por este motivo, muchos expertos en Londres siguen considerando posible que la primera ministra acabe pidiendo una extensión las conversaciones del Brexit.
May intenta en estos momentos conseguir el apoyo de los diputados laboristas, prometíendoles que mejorará los derechos de los trabajadores tras el Brexit y que tendrá conversaciones con los sindicatos. "Reino Unido siempre ha ido por delante de la UE en estos derechos", dijo ayer May en el Parlamento. Corbyn, sin embargo, le recordó que "para muchos Conservadores, reducir estos derechos es el objetivo del Brexit".
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