El tablero saltó por los aires el pasado viernes. El anuncio de una posible opa (oferta pública de adquisición) de Abanca por Liberbank cogió descolocado a Unicaja Banco en la fase final para una fusión. Pero lejos de ponerse nervioso, la orden interna en el banco malagueño es mantener la calma, seguir la misma hoja de ruta y dejar que Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank, sea quien se encargue de repeler a los gallegos de Abanca, según fuentes próximas a Unicaja consultadas por este medio.
Tras conocerse el interés oficial de Abanca hubo un correcalles en la sede del banco presidido por Manuel Azuaga e incertidumbre, hasta que hablaron con Menéndez y se cercionaron de que la posible opa no cuenta con su apoyo ni el del principal accionista, la Fundación Cajastur, con casi un 25%. La conclusión dentro de los despachos de Unicaja es que Abanca va de farol y que el precio anunciado el viernes no se mantendría tras una 'due diligence' (revisión de activos).
El grupo controlado por Juan Carlos Escotet puso como condición para ofertar que el consejo de Liberbank le dé acceso a los libros del banco antes del próximo viernes 1 de marzo. Se compromete a hacer la 'due diligence' en un plazo de tres semanas antes de lanzar la oferta definitiva por el banco asturiano, con el asesoramiento de Bank of America y Linklaters.
Sin embargo, el consejo de Liberbank podría no entrar ni siquiera a considerar esta oferta, según publicó 'La Nueva España', porque no cumple con el rigor necesario del mercado y no garantiza la equidad entre accionistas.
En este entorno, Unicaja Banco prefiere mantenerse en un segundo plano y evitar tener que mejorar su oferta por la entrada del competidor.
Reparto 60-40
Desde el grupo andaluz están convencidos de que el acuerdo se cerrará con un reparto accionarial del 60% para ellos y un 40% para Liberbank, la sede en Málaga y una presidencia ejecutiva para Azuaga, con Menéndez como consejero delegado.
Las negociaciones están muy avanzadas a la espera de que esta semana concluyan las respectivas 'due diligence' y se cierre la ecuación de canje. La fusión podría estar lista en un plazo máximo de 35 días.
A pesar de la inmovilidad de Unicaja, Liberbank buscará un mayor peso en el nuevo grupo tras la muestra de interés de Abanca. Su valoración provisional le daría un peso de entre el 42% y el 47% en el nuevo grupo, en función del periodo temporal de cotización que se coja.
La clave del futuro de Liberbank pasa por la lucha de poder que Menéndez tenga en su consejo. Abanca comunicó negociaciones con varios grandes accionistas, sin detallar cuáles. El capital de Liberbank está dominado por la Fundación Cajastur, con un 24,3%; el fondo británico Oceanwood, con un 16,7%; el mexicano Ernesto Tinajero, con un 7,4%; el empresario asturiano Fernando Masaveu, con un 5,5%; las Fundaciones de Caja Extremadura y Cantabria, con un 4,8% y un 3,3%, respectivamente; y el fondo soberano de Noruega, con un 3,2%.
Cuanto mayor sea el apoyo a Escotet, más problemas puede tener Menéndez para cerrarle las puertas del banco y seguir negociando en solitario con Unicaja.
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