«En 2015 dimos la Alcaldía al PSOE, pero ahora las cosas van a cambiar»
Ana Taboada, líder de Somos, justifica aquella decisión en que «por higiene democrática era necesario», pero rechaza repetir la situación
Con el reloj de arena electoral arrojando los últimos granos del mandato, la líder de Somos y vicealcaldesa, Ana Taboada, visitó ayer el plató de 'La Lupa' de Canal 10 para contestar las preguntas de Juan Neira. A tres meses de que los ovetenses vuelvan a elegir Corporación, Taboada confió en que el próximo equipo de gobierno esté liderado por su candidatura.
En ese sentido, comentó que hace ya cuatro años «le dimos la Alcaldía al PSOE por generosidad e higiene democrática, porque era necesario». Sin embargo, anticipó con firmeza que «ahora las cosas van a cambiar». Durante este tiempo, puntualizó, «los grandes proyectos de ciudad se han liderado» desde su firma municipalista. «Hemos estado al frente de las áreas que han cumplido casi el 100% del pacto de investidura», afirmó la primera teniente de alcalde. «Las concejalías de Educación y Participación Ciudadana dan buena cuenta de ello», clamó.
Así, y después de haber ganado las primarias de Podemos el pasado 8 de febrero con un 76% de los votos -en las que competía contra Cristina Tuero-, la aspirante a la Alcaldía está «decidida a seguir construyendo el modelo de ciudad que queremos para Oviedo». En ese trayecto, el actual concejal de Economía, Rubén Rosón, será su segundo al mando en una lista electoral compuesta por diez personas de las que tres serán independientes. «Rubén, pese a su juventud, es una persona con una capacidad tremenda», elogió. Un responsable municipal que, según sus palabras, ha protagonizado algunos de los «grandes hitos» del mandato.
Asuntos, continuó, como el del IBI diferenciado, que ahorra casi cuatro millones de euros a las arcas municipales. «Más los otros cuatro que hemos conseguido ahorrar al año sin reducir ni un euro en gasto social», recordó.
Los «pufos» y las inversiones
Por otra parte, la vicealcaldesa lamentó todas aquellas cosas que no se han hecho durante el mandato. Las inversiones, el eterno capítulo en entredicho del tripartito. «Ha habido menos, sí; pero más las que han sido destinadas a la mayoría social», argumentó. «Han sobrado resistencias internas», departamentos que funcionan como «los reinos de Taifas», «y ahí están los pufos: los 32 millones de euros que hemos tenido que pagar por Villa Magdalena y los 17 del Calatrava», explicó. Pero su discurso se centró en lo positivo: «No todo son grandes inversiones en un ayuntamiento; ahora hay becas de comedor, de desayuno y de libros que se han multiplicado por tres», expuso.
La Vega o el Bulevar de Santullano, en cambio, se mantienen a la espera. En primer lugar, de una reunión ya no con Defensa, sino con el Gobierno central de Pedro Sánchez. Así se lo pidió la edil de Participación Ciudadana al alcalde, Wenceslao López. En cuanto al segundo de los temas capitales, por otra parte, contó que sigue siendo una «prioridad», pero con el tiempo «muy justo». De este, eso sí, confirmó que, en última instancia, «los proyectistas se tendrán que atener a los 18 millones».
En cuanto a sus adversarios, cauta, admitió ver en Alfredo Canteli la figura de un «'alcaldón' de pueblo» que, aunque «vaya sobrado» de abrazos para la ciudadanía, «recuerda a Gabino de Lorenzo y a Mario Conde». Algo que, según declaró, da «miedo». De Ciudadanos, con más dureza, exclamó que son «dos señores que dicen tonterías en la plaza pública» y que ambos forman parte de «un proyecto inexistente» al que calificó de «transformista» y «grouchomarxista por eso de 'Si no le gustan mis principios...'», expuso.
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