domingo, 2 de mayo de 2010

Manualillos para una crísis ( 1 )

Tarde, pero, empezamos a retomar referencias.

En respuesta a la crisis, los MBA hacen énfasis en la ética
En contrapeso a una cultura enfocada exclusivamente en las ganancias, las escuelas de negocios se concentran en las responsabilidades más amplias de una empresa.Por Beth Gardiner

El estudio de la ética, en su momento un huérfano académico, está adquiriendo un rol más central en muchas escuelas de negocios desde que la crisis financiera dejó de manifiesto el daño que pueden causar prácticas empresariales irresponsables y un énfasis exclusivo en las ganancias.

Los críticos han sugerido que las escuelas de negocios tienen cierta responsabilidad por la cultura de tomar riesgos excesivos que ayudó a desatar la crisis de crédito. Estas personas agregan que los centros educativos no les enseñaron a los estudiantes que los negocios involucran más que ganar dinero. Muchas escuelas han respondido con una revisión de sus prioridades y le han dedicado a la ética más horas de clase, ya sea en módulos propios o incorporados a cursos clave como estrategia, finanzas y contabilidad.

El cuerpo docente define la materia de forma amplia, al sostener que la práctica de negocios ética no sólo se trata de no hacer trampas ni cometer actos de corrupción, sino también de reconocer que una empresa tiene responsabilidades más allá de los bolsillos de sus accionistas: con sus empleados, la comunidad, los clientes y el medioambiente.

.Las escuelas quizás se hayan equivocado en el pasado al asumir que los estudiantes eran lo suficientemente conscientes de la importancia del comportamiento responsable y al considerar que no era necesario darle suficiente énfasis en las aulas, afirma Caroline Wang, quien dicta clases de una nueva materia obligatoria sobre liderazgo responsable y ética en la Escuela de Negocios de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong.

Al concentrarse en las ganancias sin hablar lo suficiente sobre las responsabilidades más amplias de una empresa, "le dimos a la gente la impresión de que sólo importan las utilidades", sostiene. "Debemos sacar a flote los otros elementos".

Wang, cuya materia es obligatoria tanto para la Maestría en Administración de Empresas (MBA) como para el MBA ejecutivo, adopta un enfoque novedoso, al usar ejemplos ajenos al mundo de los negocios para demostrar el poder del liderazgo sólido. Considera que los buenos líderes son la columna vertebral de las empresas éticas, y pone como modelos a los exploradores antárticos Ernest Shackleton y Anne Sullivan, quien fue la profesora de Helen Keller, la autora y activista que era ciega y sorda.

Lecciones del fracaso

Aunque la misión de Shackleton entre 1914 y 1916 fracasó cuando su barco, el Endurance, quedó atrapado en el hielo, su éxito para mantener a su tripulación a salvo y unida deja valiosas lecciones sobre responsabilidad para todos los que tienen a cargo a otras personas, les dice Wang a sus estudiantes. En el centro del enfoque de Shackleton se encontraba su honestidad al advertirles a los potenciales miembros de la tripulación sobre las dificultades de su misión antes de que comenzara, sostiene.

"Estableció las expectativas adecuadas, y eso realmente lo ayudó a manejar la moral cuando efectivamente se toparon con los problemas", afirma la profesora. "La mayoría de los emprendedores fracasa, pero si son buenos líderes la gente los sigue otra vez, y al final creo que tendrán éxito con un grupo de personas apasionadas".

Muchas escuelas de negocios reforzaron su oferta de ética y prácticas empresariales responsables varios años antes de la crisis financiera, luego de escándalos en empresas como Enron y WorldCom, afirma Huw Morris, presidente de la Asociación de Escuelas de Negocios en Londres.

Las empresas les han hecho saber a las escuelas que es un tema importante.

"Las compañías, cuando venían a la escuela, solían comenzar así: 'Queremos personas talentosas', pero ahora comienzan con: 'Necesitamos personas con muy buena ética', y luego de eso hablan" de talento, afirma Pascal Krupka, director del programa de MBA de la Escuela de Negocios Rouen en Francia.

En una encuesta realizada por la Asociación de MBA, con sede en Londres, y la Escuela de Negocios de Durham, en el norte de Inglaterra, administradores de escuelas de negocios consideraron la ética como la materia más importante para los estudiantes en el actual clima de negocios. El 79% de las escuelas y 59% de los ex alumnos encuestados afirmaron que programas de MBA deberían enseñar lo que se llama el enfoque stakeholder —con énfasis en las responsabilidades de las empresas con la comunidad, los clientes, los empleadores y la sociedad en general— más que alentar a los estudiantes a pensar sólo en sus obligaciones con los accionistas.

Fallas del sistema

A pesar del aumento del interés en la ética, hay presiones sobre las escuelas para producir estudiantes que tengan como máxima prioridad el dinero, en especial por parte de los ránkings de escuelas que se basan en parte en cuánto aumentan los salarios tras la graduación, afirma Morris.

El mayor énfasis en la ética no sólo se observa en Occidente.

Los estudiantes en China están más interesados que nunca en temas como la responsabilidad social y sostenibilidad, afirma Charles Chen, director de los programas de MBA ejecutivo de la Escuela de Negocios China Europa Internacional, o CEIBS.

"Pese al auge de la economía, la contaminación es terrible, y la gente se da cuenta de que si no se hace nada al respecto, si las compañías no actúan con responsabilidad, no hay forma de que la economía siga creciendo", dice.

Chen agrega que habló con sus estudiantes durante una reciente clase de su programa de MBA ejecutivo sobre lo que pasa cuando empresas poderosas presionan demasiado a sus proveedores para maximizar sus ganancias. Como ejemplos citó los problemas de calidad que atraviesa Toyota y el caso de la leche contaminada que enfermó a unos 300.000 bebés en China entre 2008 y 2009.

En Rouen, Krupka ha ideado una forma poco convencional para que sus alumnos se interesen por el tema. Regularmente invita a sus clases al monje benedictino Didier Le Gal, que viene de un monasterio cercano vestido con el tradicional hábito y sandalias.

Le Gal, cuya abadía opera un exitoso negocio de escaneado de documentos (una versión moderna de la destreza milenaria de los monjes de copiar libros a mano) habla sobre maneras éticas de administrar a los empleados y ganar dinero.

Le Gal trajo un libro de San Benito sobre "cómo administrar un monasterio, cómo dirigir a la gente y cómo tomar decisiones", recuerda Krupka. "Aseguró que en este libro, era posible sustituir a las palabras monjes por colegas y la de sacerdote por líder" y así las lecciones del texto siguen siendo relevantes para ejecutivos de hoy en día.

Morris señaló que enseñar ética a menudo se pone de moda durante una recesión económica o después de escándalos financieros como los bonos chatarra de los años 80.

"Esto ha pasado antes", dice. "Supongo que tendremos que esperar a ver cuánto durarán nuestras memorias colectivas y corporativas" esta vez.

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