sábado, 19 de marzo de 2011

Manualillos para una crísis ( 1 )

El yen y el crudo, en el punto de mira

18.03.2011 Ana Antón/Daniel Badía 0

El previsible aumento del consumo de petróleo dispara su precio y augura buenas perspectivas para las compañías de este sector. El mercado de divisas centra la atención.


En un mundo globalizado, el desastre natural que asuela Japón está dejando su huella en todos los activos financieros. A pesar de los esfuerzos del Banco de Japón para mantener la estabilidad en los mercados, bolsas, bonos, divisas, petróleo y demás materias primas han cotizado en los últimos días guiadas por las últimas noticias que llegaban del Pacífico. Incluso muchas fuentes del mercado apuntan que es probable que el BCE se replantee retrasar su primera subida de tipos, hasta más allá del 7 de abril, fecha de su próxima reunión.
Controlar el yen
En los últimos días, la moneda japonesa ha ido escalando posiciones hasta alcanzar su nivel más alto de la historia. Llegó a situarse en el 78,89 frente al dólar, nivel que no registraba desde el final de la II Guerra Mundial. Para frenar su apreciación, el G7 acordó el jueves por la noche realizar su primera intervención conjunta en el mercado de divisas en más de una década. El BCE, la Reserva Fedaral y otros bancos centrales comenzaron a vender yenes de modo coordinado y lograron llevar al yen a cotas superiores a los 81 dólares.
Las opiniones de los expertos sobre la dirección que previsiblemente tomará el yen son dispares. Después del terremoto de Kobe en 1995, el yen subió como consecuencia de la repatriación de capitales por parte de las empresas de seguros. No obstante, el ministro de Economía nipón se ha apresurado a negar los rumores sobre que las compañías se seguros estén repitiendo esa práctica.
Ramón Forcada, analista de Bankinter, opina que “las fuerzas al alza y a la baja estarán muy equilibradas, pero si rompen en alguna dirección será recortando hacia el nivel 115 en una primera etapa”.
El experto considera que la repatriación de capitales para la reconstrucción provoca una subida en la divisa, pero las probables ventas de activos en yenes por parte de inversores extranjeros presiona a la baja la cotización de la moneda. Además, puntualiza que, “con muchos puertos y aeropuertos destruidos en Japón, el país no puede permitirse que la apreciación del yen obstaculice más sus exportaciones”.
Por otro lado, si el yen mantiene la senda alcista que ha iniciado en los últimos días, los hipotecados en esta divisa sufrirían el encarecimiento de sus préstamos. No obstante, fuentes del sector señalan que la fuerte subida que la moneda registró entre 2008 y 2009 provocó que la mayor parte de los clientes con hipoteca multidivisa saliesen de esta moneda.
Aunque Japón no es un gran productor de petróleo, la reconstrucción del país hará necesario que incremente su consumo, lo que añadiría presión al precio del petróleo. Además, llevará un tiempo hasta que las centrales nucleares se reparen y reanuden su actividad (11 plantas han sido cerradas), por lo que los japoneses deberán recurrir a otras fuentes de energía como el crudo. Todo ello, unido a tensión geopolítica de Oriente Medio, ha llevado a la cotización del barril de Brent a los 114 dólares.
De estas subidas se benefician las firmas firmas ligadas a la extracción y producción de productos derivados del crudo como Repsol. Actualmente, la petrolera cuenta con un 70% de recomendaciones de compra y ninguna de venta, según el consenso de analistas de Bloomberg. Su precio objetivo es de 26,2 euros y ayer cerró a 23 euros.
Presión sobre el petróleo
Los expertos de Capital Bolsa defienden que “veremos superar los máximos de todos los tiempos, por encima de los 148 dólares en el medio plazo”. Sostienen que existe un desequilibrio estructural entre una producción petrolífera, que ya ha llegado a su cenit, y una demanda que seguirá creciendo en los próximos años.
“La producción de crudo en el país también se ha visto afectada por el Terremoto: se estima en 2,7 millones de barriles frente a los 3,4 millones promedio de los primeros dos meses”, explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi.
En el escenario actual de gran volatilidad, los inversores pueden sacar partido a las fluctuaciones del petróleo a través de productos específicos de inversión, como los contratos por diferencia (CFD) y los warrants, que permiten tomar posiciones apostando al alza o a la baja en un activo al corto plazo.
Sin embargo, los expertos recomiendan conocer bien las características de estas vías de inversión ya que son productos apalancados que pueden ocasionar pérdidas superiores al capital inicialmente desembolsado y requieren un control constante.
Alta volatilidad en el mercado de bonos
La extrema volatililidad que han vivido los mercados de divisas se ha trasladado a los de deuda. Pero, a su vez, también ha tenido efecto sobre los bonos nipones la intervención del G-7 y de los bancos centrales para frenar la escalada del yen, De ahí que, la rentabilidad de los bonos a diez años reaccionara al alza –se sitúa en el 1,21%– después de haber alcanzado su nivel más bajo de los últimos dos meses.
Sin embargo, se espera que continúe la inestabilidad, ante la especulación de que el Gobierno tendrá que emitir todavía más deuda para afrontar la reconstrucción del país tras la catástrofe.
Según indica los medios nipones, se pronostican operaciones por importe de 10 billones de yenes (en torno a 87 millones de euros) con este fin, lo que podría hacer impulsar los intereses desde los niveles actuales. El Ministro de economía, Kaoru Yosano, apuntó que la rentabilidad de la deuda podría superar el 3% en doce meses.
El efecto nipón en las materias primas
Más allá del efecto de la crisis japonesa sobre el petróleo, otras materias primas podrían verse afectadas. Los inversores españoles invierten en estos activos a través de ETF (fondos cotizados) o fondos de inversión, y pueden exponerse a este sector invirtiendo directamente en materias primas o a través de empresas cuyo negocio está basado en estos productos.
El uranio se vería penalizado si el desastre nipón propicia una actitud más reacia a la potenciación de la energía nuclear en otras economías, como Alemania, explican los analistas de Banif. “En cualquier caso, el anuncio dentro del último plan quinquenal de China de un uso más intensivo de esta energía o el plan de EEUU de construir 20 nuevas plantas limitaría el margen de corrección bajista de este mineral”, señalan.
Los metales básicos ligados a infraestructuras, como cobre, zinc o estaño, se verían impulsados por el proceso de reconstrucción. En el ámbito de los preciosos, los más afectados serían el platino y el paladio, que son básicos en la construcción de los catalizadores de automóviles.
“A corto plazo, podrían corregir algo en su cotización por el cierre temporal de plantas de Toyota, pero a medio plazo, la producción se podría ver impulsada por la sustitución de vehículos damnificados”, indican en Banif. Por motivo abastecimiento, el arroz también podría encarecerse.
Como valor refugio, el oro podría cotizar al alza la mayor incertidumbre sobre el futuro de la economía que provoca la crisis nipona. Recientemente, el ministro de Finanzas de Rusia estimó que la onza de oro podría llegar a los 2.000 dólares.

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