domingo, 20 de marzo de 2011

Manualillos para una crísis ( 1 )

La inflación regresa lentamente al panorama de EE.UU.

Por Kathleen Madigan

NUEVA YORK (Dow Jones)--La inflación, que alguna vez se pensó que estaba muerta, aún tiene pulso.

Aunque es improbable que el aumento de los precios se vuelva desenfrenado, los consumidores están incrementando sus expectativas de inflación, y más empresas están subiendo sus precios de venta para recuperar los costos de los insumos.

Las señales de vida de la inflación se producen en momentos en que la Reserva Federal debe analizar los efectos potenciales de la tragedia en Japón y la agitación en el Medio Oriente.

Los datos de precios al consumidor publicados el jueves mostraron que la inflación se encuentra dentro de la meta preferencial de la Fed en torno al 2%. Los precios totales, impulsados por las alzas en los alimentos y la energía, aumentaron un 2,1% en los 12 meses hasta febrero, mientras que la inflación básica, que excluye los alimentos y combustibles, subió sólo un 1,1%, lectura inferior a la meta preferida de la Fed del 2%.

Aún así, los mayores costos de los bienes básicos están comenzando a afectar al panorama.


Por ejemplo, las expectativas de inflación para el próximo año, según el sondeo de Thomson Reuters/University de Michigan, comenzaron a aumentar cuando la gasolina se dirigió hacia los US$3 el galón y más. Los consumidores ahora creen que la tasa de inflación podría superar el 4% dentro de un año.

Los precios de los bienes básicos han mostrado una tendencia alcista desde que la recuperación global ganó impulso. Pero con la obsesión de los consumidores estadounidenses por las compras a precios de oportunidad, las compañías sintieron que no tenían más opción que absorber los mayores gastos o perder negocios.

Ahora los consumidores se están mostrando un poco más optimistas ante la situación económica. Eso se debe a la mejora en los mercados laborales y a una exención tributaria a las nóminas que incrementó los ingresos de los trabajadores. Como resultado, las empresas se sienten más confiadas en que los clientes pagarán precios más altos.

El sondeo a fábricas publicado esta semana por los bancos de la Reserva Federal de Nueva York y Filadelfia dan soporte a esa idea. Los índices de precios recibidos de Nueva York y Filadelfia se hallan en sus niveles más altos desde 2008.

Los aumentos de precios ya se han extendido más allá de la gasolina y los alimentos. El informe del IPC mostró avances en febrero en los vehículos nuevos, servicios de salud y entretenimiento. Las tarifas de las aerolíneas aumentaron un 2,1% en febrero, el cuarto mes consecutivo en que se registra un alza superior al 2%, según el informe del IPC.

Las interrupciones en el suministro causadas por el terremoto de Japón podrían generar nuevos aumentos de precios. Los envíos de repuestos de automóviles y componentes de computadoras podrían postergarse, lo que generaría cuellos de botella o escasez de productos que alentarían a más empresas a elevar sus precios. El Instituto de Gestión de Suministros señaló que hubo una escasez de componentes electrónicos en enero y febrero, antes del terremoto.

La primera señal del efecto de una escasez se observaría en el índice de precios al productor, que sigue los precios mayoristas de los equipos de capital y bienes de consumo.

La situación complicará los esfuerzos de la Fed para equilibrar su doble mandato. Recientemente, el banco central se ha enfocado en promover el crecimiento de la producción como una forma de reducir el desempleo. Ahora, las autoridades de la Fed deberán prestar más atención a la otra cara de la moneda, la inflación.

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