Ángel Di María, 26 años, el delantero internacional argentino del Real Madrid (todavía), está a un paso de convertirse en el gran negocio de la era Florentino Pérez. Los números que se están barajando pellizcan el estómago de los gestores madridistas que huelen el pelotazo y caminan con pies de plomo para que no se produzca un resbalón que envíe al salón de los olvidos el negocio.
En el 2010, el ‘Fideo’ Di María, jugaba con éxito en el Benfica cuando el Real Madrid, a instancias de Jorge Valdano y Mourinho, cerró su fichaje con el club lisboeta. Siempre hubo un buen flujo entre madridistas y portugueses, de eso se encargaría el empresario Jorge Mendes, amigo de Florentino, y arquitecto de un puente de plata entre el granero portugués y la casa blanca. Antes del Mundial de Sudáfrica, Di María estampó su firma por el Real Madrid que abonó 25 millones por sus servicios.
En las cuatro temporadas que el 'Fideo' completó como madridista, las luces superaron con creces a las sombras y el rendimiento del argentino siempre anduvo en parámetros muy altos. Fue titular casi indiscutible con Mourinho y valioso pilar con Ancelotti, que actuó de escudo en las salidas de tono del argentino (gestos obscenos cuando se retiraba a los vestuarios…) y siempre mostró sus reticencias a dar el visto bueno para su traspaso. Pero el fútbol es un negocio y la sombra de Di María se convierte en oro.
Por ahí surge de nuevo la figura de Jorge Mendes (cabeza visible de Gestifute, la empresa que lleva los negocios del futbolista argentino en Europa), que llama a la puerta madridista con una oferta del París Saint Germain bajo el brazo. Oferta que los directores deportivos llaman ‘fuera de mercado’. Irrechazable: 80 millones de euros.
En el Real Madrid procuran acompasar la respiración para que nadie saque los pies del tiesto, que no se estropee lo que Florentino Pérez, según cuentan sus íntimos, llama una operación de oro. Amortizado con creces, el paso del ‘Fideo’ por Chamartín llegaría a unos números de historia: casi 60 millones de ganancias. Pelotazo.
El jugador, cuya última ficha como madridista no supera los 2,5 millones (netos), ha dado el visto bueno a su traspaso. El cambio Madrid por París no supone ningún trauma, máxime cuando se hace con las alforjas llenas: pasaría a ganar alrededor de 8 millones netos por temporada, tan sólo siendo superado por Ibrahimovic (12 millones) y el uruguayo Edison Cavani (9 millones), aunque los parisinos estudian su venta con vistas a no romper el mercado.
Di María termina sus vacaciones el 5 del mes que entra y todos, incluyendo el jugador, esperan que el futuro quede definitivamente esclarecido. El PSG tendría a ‘su’ futbolista y el Real Madrid (con las incorporaciones de Kroos y James Rodríguez) cerrado ‘su’ negocio. Queda muy poco para que el telón se descorra.
Los negocios de Higuaín y Özil
Los números le salen últimamente a la poderosa entidad de Chamartín. Ya el año pasado le sonrieron. Por el Pipita Higuaín (fichado a River Plate por menos de 21 millones), el Nápoles pagó 40 millones. El listón quedó barrido con la transacción de Mesut Özil, un futbolista de una excelsa calidad pero de una irregularidad  exasperante. El alemán aterrizó en Madrid por 12 millones de euros y fue vendido al Arsenal por una suma no inferior a los 50. La caja registradora arde como un volcán...