Después de comprobar durante los entrenamientos libres y en clasificación que el F14-T era competitivo frente a los Mercedes y Red Bull en este GP de Singapur, Fernando Alonso puso su mirada nada menos que en el podio. Era factible y así lo demostró desde la salida, adelantando con gran ímpetu a los dos Red Bull, tanto que acabó errando y pasándose de frenada. Pese a ello, al cruzar la línea de meta por primera vez ya marchaba tercero, ‘comiéndose’ a la otra ficha del equipo austriaco en boxes. Llegado el ecuador de la carrera se presentaba en una condición inmejorable: segundo tras Hamilton, y con la situación controlada sobre Red Bull. Parecía mentira después del despropósito de hace un par de semanas en Monza. Pero, al final, el tan recurrido ‘factor suerte’ le arrebató un podio -finalizó cuarto- que se lo dio en Hungría y lo permitió en China, en cuyas pruebas tenía un coche claramente inferior al de sus rivales, sobre todo en Budapest.
En Singapur, por primera vez en la temporada, Ferrari disponía de un monoplaza que permitía “competir con los líderes, algo que no ocurre normalmente”, explicó Alonso el sábado. Cuando marchaba en posiciones de podio en la carrera de Marina Bay, era una posición ganada por méritos propios (sólo beneficiado por el abandono de Nico Rosberg). Desafortunadamente para la Scuderia, el coche de seguridad propició que se dieran unas circunstancias propicias para una táctica conservadora para Red Bull, sabiendo que en este trazado urbano es muy complicado adelantar.
Fernando Alonso terminó cuarto en Singapur.Fernando Alonso terminó cuarto en Singapur.
¿El error? Que tras el segundo paso por boxes Ferrari ‘calzó’ al asturiano con gomas blandas para aumentar su espacio con Red Bull –pensando en un tercer cambio con gomas duras para tener un final tranquilo-… Así que el error fue no ‘adivinar’ que iba a darse un coche de seguridad en esos momentos, algo al alcance de unos pocos adivinos. “Hay veces que el safety car te beneficia y otras no”, simplificó Alonso. Red Bull hizo una estrategia contraria, precisamente para tratar de adelantar al asturiano con una fórmula diferente, sabiendo que si calcaba sus movimientos, en el asfalto iba a ser casi imposible adelantarle. Y, casualmente, funcionó. Porque ni Vettel pensaba que sus gomas podrían aguantar media carrera sin desfallecer tanto como para terminar la prueba, y así lo comunicó por radio.
En Hungría Ferrari, en Singapur Red Bull
En Hungría, como el propio Alonso reconoció, necesitaba “una gran combinación de cosas, una carrera loca para optar al podio”. Y así fue: el agua en el asfalto acercó el rendimiento del F14-T a los más rápidos –Mercedes, Williams y Red Bull-; un coche de seguridad perjudicó a un Valtteri Bottas que parecía estar destinado a subirse al podio, y también a Vettel; Lewis Hamilton partió desde el pitlane por problemas en su vehículo en clasificación, Rosberg tuvo unos problemas temporales en sus frenos… De esta manera, Ferrari acertó adoptando una estrategia similar a la de Red Bull en Singapur, cruzando los dedos para su piloto aguantara con las gomas hasta el final de carrera, en este caso 31 vueltas con blandas. Tenía el cuarto coche del fin de semana y acabó segundo.
El podio del pasado GP de Hungría.El podio del pasado GP de Hungría.
En China, el podio de Alonso no llegó por carambolas, aunque el piloto admitió que podría ni haber concluido la prueba tras un toque rueda con rueda con Felipe Massa al principio. ‘Factor suerte’. A partir de ahí y tras realizar una gran salida (del quinto al tercero, como en Singapur, posición de la que también partió en Hungría) la estrategia posibilitó adelantar a Red Bull en boxes. Porque sobre la pista, el equipo austriaco era superior, “una o dos vueltas más y hubiera acabado en el podio”, aseguró Ricciardo tras la carrera.
Para la próxima carrera, en Suzuka, resulta difícil pensar que Ferrari estará tan cerca como en Singapur de Mercedes y, sobre todo, de Red Bull. Marina Bay es un trazado donde la habilidad del piloto cuenta y este puede ser uno de los factores que hayan propiciado que el segundo Ferrari acabase a “45 segundos” del primero, como recordó Alonso. También influye que “el perfil de la pista” benefició al F14-T. Como indicó el ovetense tras la prueba, ya “se verá”, aunque para volver a pelear por el podio seguro que tendrá que recurrir a ese ‘factor suerte’.