Los seis retos del piloto del HUCA
Manuel Matallanas asume la gerencia del área con la obligación de pacificar el hospital
Viernes26 de septiembre de 2014
Manuel Matallanas, nuevo gerente del Área Sanitaria de Oviedo, reconocía el jueves, nada más hacerse público el nombramiento, que el traslado del HUCA ha generado "malestar" entre los profesionales y "desajustes" asistenciales. El nuevo piloto del buque insignia de la sanidad asturiana, como a Matallanas le gusta llamar al nuevo HUCA, asume la gerencia del área en un momento especialmente delicado. ASTURIAS24 resume en cinco puntos sus principales retos.
PACIFICAR EL HOSPITAL
Es, sin duda, el reto más destacado. Matallanas lanzaba el jueves un guiño a los "excelentes" profesionales del HUCA. El propio gerente del área era hasta no hace mucho un facultativo de a pie, un oncólogo radioterápico. Matallanas, que tiene honda experiencia en gestión sanitaria, no es "mal negociador". Ha ocupado puestos de enorme responsabilidad como subdirector y director provincial del Insalud antes del traspaso de competencias, cuando debía pelearse con la Administración del Estado y la autonómica. Matallanas es consciente de que con los profesionales en su contra el buque no llegará a buen puerto. Hasta ahora, urgencias, pediatría, radiodiagnóstico... son sólo algunas de las áreas asistenciales que han expresado su malestar con la mudanza. El proceso ha sido complejo y quienes conocen y trabajan en el centro por dentro han tenido que realizar un esfuerzo que, a su juicio, no se ve recompensado. Matallanas deberá contribuir a calmar los ánimos. El hasta ahora gerente, Jaime Rabanal, no lo consiguió.
SISTEMA INFORMÁTICO
Manuel Matallanas calificaba este jueves de "complejo" el proceso de la mudanza. El nuevo gerente avanzaba, sin embargo, que las piezas del rompecabezas han comenzado a encajar. "Millennium no genera ya la angustia de los primeros momentos", ha indicado. Aún así, el sistema informático que ha traído de cráneo a los profesionales del hospital no funciona a la perfección. Este mismo lunes, coincidiendo con la festividad de San Mateo, los médicos de guardia se quejaban por los fallos del software. Millennium, una costosísima herramienta en la que Sanidad ha invertido 17 millones de euros, ha dado problemas desde el inicio. A los fallos del sistema se unió la escasa formación que recibieron los profesionales. Hoy, Millennium ya no genera tanta angustia como señala Matallanas pero todavía debe mejorar.
TEST DE ESFUERZO
El nuevo hospital, culminado el proceso de mudanza, tiene que coger velocidad de crucero. El cercanías debe convertirse en AVE. La actividad del HUCA se redujo a mínimos para garantizar la mudanza. La elección del verano no fue casual. El nuevo HUCA afronta ahora su verdadero test de esfuerzo con el inicio del otoño y más aún con la llegada del invierno. El incremento de la presión asistencial someterá a prueba las instalaciones hospitalarias y la labor profesional de los trabajadores.
LISTAS DE ESPERA
Las listas de espera son ya un mal endémico del sistema nacional de salud. La mudanza del HUCA, como reconocía Tácito Suárez, gerente del Sespa, ha contribuido a incrementar las demoras. En agosto de este año, 7.355 pacientes estaban pendientes de ser operados en el HUCA. Más de un millar de ellos llevaban más de seis meses aguardando la intervención. La situación es de tal magnitud que el Servicio de Salud ha decidido reabrir parcialmente las instalaciones del viejo HUCA. A partir del 1 de octubre dos equipos de radiodiagnóstico volverán a estar operativos para tratar de aminorar las demoras. Matallanas deberá conseguir reducir a cero las listas de espera de más de 180 días a finales de año sin poner en marcha planes especiales, más conocidos como peonadas. Tácito Suárez indica que estos planes de choque no funcionan y generan un efecto rebote. Titánica tarea la que deberá acometer el nuevo gerente del área de Oviedo. Sin las famosas peonadas su margen de maniobra es estrecho. Deberá confiar su suerte a obtener un mayor aprovechamiento de los quirófanos y, en todo caso, a las derivaciones a otros centros.
RECORTES
Matallanas asume la gerencia del área de Oviedo en época de vacas flacas. La sanidad asturiana, siempre con problemas de financiación, como todas, los tiene hoy más graves. Asturias ha asumido en solitario el esfuerzo de abrir dos hospitales en plena recesión (HUCA y Álvarez Buylla). Los recortes, impuestos en buena medida por las políticas de austeridad del Gobierno de Rajoy, también afectan a la sanidad asturiana. Un ejemplo: cerca de 500 facultativos se han jubilado en Asturias desde 2009. Con una tasa de reposición del 10% la asistencia termina por resentirse. Los médicos se preguntan cómo conseguirá Matallanas adaptarse a las necesidades crecientes con menos presupuesto.
CAMBIO DE CICLO
¿De qué sirve un nuevo hospital si se mantienen las viejas fórmulas? Los gestores sanitarios, incluido el propio consejero, Faustino Blanco, han empeñado su palabra en que el nuevo hospital debe potenciar además un cambio de organización. La anquilosada estructura de los hospitales tradicionales ya no sirve. No se mueve el paciente, se mueve el personal. De un modelo basado en servicios a uno organizado en procesos. Dicho de forma más sencilla: resolver un problema sin falta de acudir a siete servicios diferentes. Las unidades de gestión clínica hospitalarias, de las que Asturias es pionera, deberían facilitar la transición. Los especialistas que trabajan en el HUCA subrayan que la meta está todavía muy lejos. El hospital sigue funcionando con las viejas fórmulas. Manuel Matallanas señalaba el jueves en sus primeras palabras tras asumir el cargo que llegaba con "entusiasmo y responsabilidad". Matallanas, que de gestión sanitaria lo sabe todo, reconocía que el continente (el edifico) es excelente y el contenido (los profesionales) también. Su reto será lograr que además lo sea el producto final. De lo contrario, el buque insignia del que habla Matallanas cuando solo era un proyecto corre el riesgo de acabar como el Titanic.
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