J. Rifkin: "El capitalismo estará avocado a desaparecer en 35 años"
Juan Cruz Peña
El economista y escritor Jeremy Rifkin cree que el capitalismo llegó a su cénit en 2008. Señala que estamos inmersos en la tercera revolución industrial, la de Internet y la energía renovable
El economista y escritor cree que el capitalismo llegó a su cénit en 2008, cuando el barril de petróleo alcanzó su precio más alto. Señala en su último libro, La sociedad del coste marginal cero(Paidós), que estamos inmersos en la tercera revolución industrial, la de Internet y la energía renovable, como matrices de un nuevo escenario que dejará a los mercados financieros en un lugar mucho menos preponderante del que tienen ahora. La economía de "procomún" colaborativo será el paradigma que ya está emergiendo.
Rifkin cree que el propio esplendor del sistema capitalista, que intenta que los costes de los productos que produce sean lo más baratos posibles, es lo que hará que decline en las próximas décadas. "El coste marginal tendente a cero que buscan las empresas para competir en el mercado hará que se diluyan cada vez más sus beneficios hasta que prácticamente no sea interesante invertir para obtener beneficios".
Este autor ya observa grandes cambios en los hábitos de las personas, sobre todo de las generaciones más jóvenes, que cooperan y comparten diferentes productos y servicios gracias a la tecnología, por lo que realizan un consumo más eficiente y que hace que necesiten menos recursos para su día a día. Para el futuro próximo, Rifkin señala que las energía verdes y renovables producirán una fuerte caída de los precios en prácticamente todos los productos para el consumo. Ademas, la tecnología y los sensores que se instalarán en todas partes permitirán avanzar más rápido que nunca en la eficiencia de costes en gran parte gracias al "bigdata", que ayuda a tomar decisiones inteligentes.
El autor justifica todos estos cambios revisando la historia: "Para que se produzca un cambio económico, tienen que converger las comunicaciones, la energía y el transporte. Sucedió en la primera revolución industrial, cuando se empezó a utilizar el vapor, el telégrafo y el ferrocarril en el siglo XIX. En el siglo XX, la segunda revolución industrial vino de la mano del teléfono, el petróleo y el coche. Ahora, conviven la segunda revolución con la tercera, basada en las energías renovables e Internet". De esta manera, Rifkin asegura que "es esencial abandonar las energías fósiles y las comunicaciones centralizadas para ir a un modelo renovable, hiperconectado e inteligente". "Este nuevo modelo económico ya está siendo implementado por Alemania, Dinamarca y China", añade.
El superinternet de las cosas
Jeremy Rifkin vaticina que con Internet todo va a cambiar. De hecho, este autor explica en su último libro que algunas industrias muy potentes ya se han transformado y están en la dinámica del coste marginal cero. "¿Qué ha pasado con las enciclopedias, con las discográficas, con la industria audiovisual o los medios de comunicación? Ninguno se creía que su modelo de negocio estaba en peligro, y sin embargo, gracias a Internet hoy existe la figura del "prosumidor", es decir, aquellas personas que, además de consumir, son capaces de producir para otros gracias al acceso a Internet". De esta manera, Rifkin cree que, con la energía renovable, que cada vez será más barata; y el impulso de las impresoras 3d, habrá otros muchos sectores de la economía que se transformarán radicalmente al igual que sucedió con otras que vieron como la irrupción de un Internet libre acababa con sus modelos de negocio. "No solo se han democratizado las comunicaciones, no solo se ha democratizado la producción de energía sino que también se está democratizando la producción de objetos físicos", concluye.
La fundación de este economista y escritor estadounidense asesora a diferentes países del mundo. "El presidente del Gobierno español dice que lo que hago es puro teatro pero le pregunto si entonces Alemania también está haciendo teatro", sostiene y añade que "es una pena que España haya abandonado las políticas a favor de las energías renovables que había comenzado, cuando los costes de estas tecnologías se han reducido enormemente, los rendimientos cada vez son más altos y países como Alemania producen un 27% de su consumo con energías verdes".
En el momento disruptivo que vive la economía, dentro de la tercera revolución industrial que estamos iniciando y el final de la segunda, Jeremy Rifkin señala cambios en los hábitos de la sociedad, sobre todo entre los más jóvenes. "Nos encaminamos a una sociedad hiperconectada que, a través de plataformas, comparte coche, casa, etc."."Muchos jóvenes ya no ansían tener un coche como sus padres pero sí desean tener acceso a la movilidad". En cualquier caso, esto no significa que esté de acuerdo con el funcionamiento de plataformas como Uber. "Este sistema aplica la tecnología pero es un sistema que está creado con socios capitalistas tradicionales que buscan obtener un beneficio por lo que esta actividad debe estar regulada". Así, este escritor no le ve demasiado futuro a este tipo de negocios porque "hoy en día cualquiera puede asociarse y crear una plataforma para compartir vehículos dentro de una ciudad sin necesidad de que parte del dinero se vaya a Silicon Valley".
Lo más importante para que este modelo económico de costes cada vez más cercanos a cero, donde la colaboración ciudadana y el "procomún" se impongan y hagan perder peso a las empresas tradicionales pasa por que existan liderazgos políticos fuertes y voluntad entre la sociedad civil para que no se generen monopolios como algunos de los que ya han aparecido a raíz del florecimiento de Internet: Facebook, Google, Twitter... Para ello Rifkin propone la apertura total de las redes y una transparencia que permita el acceso a todos los datos de la economía mundial para, a partir de ahí, crear valor al igual que lo hacen los programadores de código abierto que liberan sus contenidos.
Para concluir, Jeremy Rifkin dice que "todas estas cuestiones avanzarán en paralelo con la economía de mercado que hemos conocido hasta ahora pero en unos 35 años el capitalismo de mercado habrá declinado o tendrá un papel muy secundario en la sociedad".
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