LAS ENTIDADES YA CONOCEN SUS RESULTADOS
La banca española, convencida de un aprobado general en los test de estrés
El optimismo se ha desatado en la banca española de cara a los resultados de los test de estrés. Aunque no se harán públicos hasta finales de octubre, distintas fuentes aseguran que las entidades ya conocen sus notas y que los mensajes que llegan desde el BCE y el Banco de España son muy positivos. De ahí que se haya extendido el convencimiento de que va a haber un aprobado general para el sector financiero español, incluso para las entidades cuya situación presentaba más dudas.
"La banca española sale muy bien, incluso demasiado", asegura un alto cargo de una gran entidad que pide permanecer en el anonimato. Otro directivo de una firma mediana añade que "van a aprobar todas las entidades españolas, vamos a ver suspensos en otros países, pero no aquí". Y todo el mundo espera que esto suponga un espaldarazo para nuestro sector financiero que despeje todas las sospechas que aún quedan entre los analistas e inversores, y las desvíe hacia otros países.
El argumento generalizado es que "la banca española ha hecho el mayor ajuste de la banca mundial, un esfuerzo de reconocimiento de riesgos, de provisionamiento de los mismos y de reforzamiento de la solvencia sin parangón en Europa y que incluso supera al de EEUU, con una reducción de entidades, plantilla y oficinas brutal", según resume otro alto ejecutivo de una entidad más pequeña. Este esfuerzo, para el que han sido claves el rescate europeo de las entidades más débiles y los test realizados por Oliver Wyman en 2012, ha situado a nuestra banca en una posición mucho más sólida que la de otros países.
Aparte de dicho ajuste, este aprobado general también viene facilitado por larelajación del escenario adverso para nuestro país desde el durísimo que pretendía imponer inicialmente el BCE: la diferencia entre el escenario base y el extremo será menor en España (-5,9 puntos) que en Alemania, Italia, Francia y Reino Unido. Esta diferencia implica un descenso del 0,3% en 2014, del 1% en 2015 y una recuperación del 0,1% en 2016. Es decir, una caída acumulativa de sólo el 1,2%, que se justifica porque "el BCE ha tenido en consideración que la economía española ya ha sufrido buena parte de esos ajustes", según fuentes del Banco de España.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. (EFE)
De hecho, el propio Luis de Guindos admitió en mayo que el examen de Oliver Wyman en 2012 fue "mucho más exigente" que el ejercicio de este año, y por eso considera que "no sería lógico" ver ahora algún suspenso. Asimismo, el Banco de España ha amortiguado otras amenazas para nuestras entidades: la penalización de las enormes carteras de deuda pública que tienen en balance –aunque sólo podrá impedirla parcialmente, ya que los bancos tendrán que apuntarse el 60% de las pérdidas que origine el escenario adverso–; la exigencia de las "provisiones colectivas", que no existen en España y que sirven para cubrir pérdidas en los créditos no morosos, y los colaterales (garantías) no inmobiliarios de los préstamos a empresas, que inicialmente no se iban a tener en consideración pero que finalmente sí han contado.
La sombra de los "suspensos políticos"
El único temor que empaña el optimismo generalizado es que al final haya "suspensos políticos", es decir, que como presumiblemente van a suspender bancos alemanes, franceses e italianos, estos países exijan que también España aporte su cuota. Se escudarían en la tesis de que hace falta que haya suspensos para que el ejercicio sea creíble para los inversores. No obstante, una de las fuentes consultadas replica que "la credibilidad del BCE quedaría por los suelos si cede a estas presiones después de un ejercicio tan riguroso como el que ha hecho".
Sede del Banco de España en la plaza de Cibeles, en Madrid. (EFE)
En todo caso, si al final saltara la sorpresa y hubiera algún suspenso, serían lo que el sector denomina fail-pass: no llegaría al 5,5% de capital en el escenario extremo con cifras de cierre de 2013, pero sí con las de 2014 gracias a los beneficios y a las medidas de recapitalización adoptadas este año (venta de activos, retención de dividendos, ampliaciones de capital, emisión de cocos...).
Los 'sospechosos', tranquilos
Este optimismo llega también a las entidades que habían sido señaladas como candidatas a suspender en los últimos meses por distintas fuentes: Liberbank, que amplió capital con éxito en 500 millones; Popular, que tuvo que suspender una emisión de CoCos de hasta 750 millones por la crisis de Espirito Santo y ha adelantado la venta de su negocio de tarjetas y de Citi para lograr una plusvalía de 400; Ibercaja, que había diseñado una ampliación de 300 millones previa a su salto al parqué pero también la ha tenido que aplazar por el rescate del banco portugués; y Cajamar, que también pretende acometer una ampliación de 350 millones, aunque después de los test.
En los últimos días habían arreciado las sospechas sobre Popular a raíz de un informe de Citi que asegura que tiene un déficit de capital de 1.600 millonesy que es el único banco de los que cubre esta firma que debería suspender los test. Hay que recordar que la entidad que preside Ángel Ron ya suspendió el ejercicio de 2012 y tuvo que realizar una macroampliación de capital de 2.500 millones por la insuficiente cobertura de su exposición inmobiliaria.
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