La primera ronda de financiación con la que el Banco Central Europeo (BCE) pretende resucitar el crédito en la Eurozona ha decepcionado. Los pronósticos contemplaban que los bancos le iban a pedir a la institución monetaria entre 110.000 y 150.000 millones de euros en esta inyección inicial del programa de financiación condicionada a largo plazo, conocida por sus siglas TLTRO. Pero no ha llegado a tanto. La demanda se ha limitado a que 255 entidades le han solicitado 82.600 millones de euros.
Aunque esta operación contará con una segunda parte en diciembre, en la que los bancos podrán acudir a por financiación en las mismas condiciones, la decepción mete presión a la estrategia diseñada por el presidente del BCE, Mario Draghi. Su pretensión consiste en que con estas rondas iniciales del TLTRO y su prolongación durante 2015 y 2016 y con los programas de compras de deuda -que responden a las siglas CBPP y ABSPP- que pondrá en marcha en octubre creará al menos 1 billón de euros nuevo -es decir, neto- en la economía. El flojo resultado de la prima ración del TLTRO complica ese objetivo y le puede obligar a pisar el acelerador tanto en la compra de deuda privada como en la posibilidad de tener que ampliar el punto de mira para introducir incluso deuda pública.
Con estas dos rondas iniciales -la de septiembre y la de diciembre- del TLTRO, el BCE aspiraba a suministrado a los bancos 400.000 millones de euros. Tras este primer resultado, la de diciembre debería triplicar la primera ronda para alcanzar las expectativas planteadas por Draghi. "Siempre se puede aplazar la decisión de pedir a diciembre. En diciembre se debería pedir mucho más", asegura José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi en España