“La vida en Williams es más tranquila, seguro. Hay que trabajar tanto como en Ferrari, pero todo es más simple. Solamente importa la carrera, las otras cosas no importan tanto, no tienes la presión de cosas que no interesan”.Felipe Massa, en la reciente entrevista concedida a El Confidencial, reconoció que “ahora”, tras abandonar la Scuderia, está pasando por su etapa más feliz desde que vive y respira en la Fórmula 1. Al margen de lo que McLaren-Honda le ofrezca sobre la pista, fuera de ella también se está viendo a unFernando Alonso despreocupado por esas “cosas que no interesan” a las que hacía mención su excompañero brasileño. Y es que al ‘primer’ Alonso vestido de blanco y negro se le más relajado y suelto que cuando su mono era de color rojo.
Cuidado de decir qué. La comunicación en Ferrari, hace un año, parecía tratarse de una cuestión de estado. Control ante la cámara, el micrófono, la grabadora… y hasta las redes sociales. Una garganta profunda llegó a sugerir a El Confidencial que una de las mayores preocupaciones de Stefano Domenicali era lo que se decía o dejaba de decir en lo relativo al equipo, “parecía un jefe de prensa”…
Y la actividad del asturiano en Twitter era comedida, hasta que después del verano comenzó a incrementar su actividad. Por aquel entonces también aumentaron los latigazos del asturiano ante la Prensa, comparando su actuación con la de su compañero de equipo. Antes se guardaban las formas pero, a partir de julio, comenzó a ‘proteger’ sus actuaciones comparándolas con las de Kimi Raikkonen (que solía terminar peor). Posteriormente -Marco Mattiacci ya estaba al frente- dichas referencias se hacían más evidentes y (casualmente) coincidían con su separación personal con el jefe del equipo, e irremediablemente parecía que con su futuro en Ferrari. Se podía apreciar untermómetro de la situación en este tipo de acciones.
Conforme más libertad de expresión utilizaba el asturiano, daba la impresión de que más lejos estaba que continuase vestido de rojo, salvo cuando la prensa le preguntaba sobre 2015 y Alonso, como establecía su contrato, indicaba que tenía firmado un año más. Hasta que Mattiacci presentó a Vettel a finales de noviembre y todo saltó por los aires.
Una despedida que fue comprendida
Han pasado ya dos meses y medio desde que el exjefe de equipo confirmase a su pareja ferrarista para este año –Raikkonen y Vettel- y, desde entonces, Alonso ha vivido un regreso al futuro con McLaren en el que ha tenido dos puntos álgidosde presión, si puede llamarse así: la despedida de sus antiguos compañeros y la aceptación por parte de sus fans y tifossi. Todos le dieron la bendición y él, como escribió en su Twitter, se mostró “alegre” de que hubiese sido “entendida”.
Este martes, el asturiano fue uno de los protagonistas de la presentación de su escudería en casa de Honda, en Japón. Allí destacaron sus palabras“emoción”, “ilusión” y “adrenalina” para describir el actual momento en el que se encuentra. Más allá de que suelan ser frases desgastadas en los medios, la espontaneidad de los movimientos que rodearon dicha presentación recuerda que ya no lleva una corbata ajustada al gaznate. Ahora, una presentación es un buen motivo para jugar con el compañero sobre un Uni-CUB, bromear sobre un micrófono, ironizar con Button sobre quién es el “mejor cámara”… Quizás, estos juegos son las consecuencias de llevar, como dice Massa, una vida “más simple”.