La banca europea ¿epicentro de la próxima crisis del verano?
Cristina Casillas
Los últimos veranos están siendo de infarto para los inversores. Hace ocho años empezó la crisis subprime que dio lugar a la actual crisis. En pleno verano de 2012 los hedge fund apostaron contra el euro y tuvo que salir Mario Draghi al rescate con la famosa frase "y será suficiente". Los meses estivales de 2015 fueron de lo más movido por las dudas acerca de China y este verano de 2016 va por la misma tónica. La victoria del Brexit, los tipos en cero por parte del BCE han socavado aún más la credibilidad de los bancos europeos. En España se espera una nueva ola de fusiones y los presidentes de los principales grupos bancarios han reconocido que los tipos cero "les están matando".
Y esto se está notando en los mercados. El boletín de Link Securities lo explica claro: "el lunes el principal protagonista de la sesión fue el sector bancario italiano. Por la mañana los inversores se desayunaron con un artículo del Financial Times en el que se advertía de la intención, luego desmentida por los interesados, del Gobierno italiano de desafiar las normas de la UE y utilizar fondos públicos para rescatar a los bancos italianos con problemas". Y es que según las nuevas normas europeas deberán ser los accionistas, los bonistas y los grandes depositantes los que deberán afrontar el rescate de las entidades, impidiendo así que nuevamente sean los contribuyentes los que lo hagan. Independientemente de cómo se termine afrontando el tema, la realidad es que el sector bancario italiano, como también ocurre con el portugués, atraviesa por problemas, con niveles de "créditos malos" muy elevados (se habla de unos 360.000 millones de euros), lo que puede terminar convirtiéndose en una nueva crisis que afecte a la Zona Euro si no se ataja de forma expeditiva.
Felipe López-Gálvez, analista de SelfBank, explica que en esta práctica no está bien vista por la U.E., que prefiere que se realice un bail in a un bail out. Un bail out consiste en inyectar dinero público y un bail in, en que sean los actuales accionistas y bonistas de los bancos los que paguen los `platos rotos´. En el caso de Italia una inyección de dinero público sería muy mal vista, ya que es uno de los países más endeudados del mundo al tener una deuda sobre PIB de nada menos que el 132%.
Monte dei Paschi di Siena (MPS) se trata de uno de los mayores bancos de Italia y el que tiene, de largo, un mayor montante de activos tóxicos en balance. A cierre del primer trimestre, MPS tenía una exposición de más de 47.000 Mn€ a activos tóxicos, algo que clama al cielo teniendo en cuenta que la capitalización bursátil de la entidad no llega a los 1.000 Mn€. De esos 47.000 Mn€, 17.000 Mn€ préstamos de dudoso cobro y 27.000 Mn€ lo forman préstamos impagados, que han crecido casi un 10% respecto al año anterior.
A todo este problema de solvencia del sistema bancario italiano se une un contexto poco favorable para el sector en general. Con un Euribor en mínimos históricos, es difícil generar beneficios vía margen de intereses, prosigue el experto de SelfBank.
Además de estos 'activos', se estima que el banco tiene en su balance cerca de 22.000 millones de euros en deuda pública de Italia, considerada grado de inversión pero solo 3 escalones por encima del bono basura.
Se teme además que esta crisis reputacional pueda estar teniendo consecuencias en su negocio y en la confianza de sus clientes, ahora más recelosos a la hora de depositar sus ahorros.
Los expertos señalan que "que ambos factores: el potencial impacto del Brexit tanto en la economía británica como en la de la Eurozona, y la "crisis bancaria" italiana seguirán siendo protagonistas en los próximos días, pesando en el ánimo de los inversores en los mercados europeos".
Y es que el Brexit pasará factura a los bancos. Como destaca José Antonio Madrigal y pone como ejemplo a Deutsche Bank: "desde 2008 hasta ahora, ha caído un 80% en bolsa y, sólo en lo que llevamos de año, el precio de la acción se ha reducido prácticamente a la mitad", afirma el inversor, quien cree que después de la oleada informativa sobre los efectos del Brexit, Europa se verá nuevamente conmocionada en el plano económico con la posible futura quiebra del banco alemán.
Esta estela ya la inició George Soros. El inversor estadounidense de origen húngaro George Soros apostó por la caída del Deutsche Bank, primer banco de Alemania, el viernes tras el referéndum en el Reino Unido, en el que el 52% de los británicos votaron a favor de salir de la Unión Europea (UE).
Soros, que se convirtió en una leyenda de la especulación al tumbar a la libra en 1992 apostando contra el Banco de Inglaterra, ha querido esta vez sacar provecho de la elevada volatilidad en los mercados financieros tras el «brexit» y la caída del sector bancario en bolsa.
Deutsche Bank: ¿un banco demasiado grande para caer?
El Fondo Monetario Internacional situóa Deutsche Bank en la primera posición de las entidades financieras que más riesgo presenta para el sistema financiero internacional. En su programa de evaluación sobre el sistema financiero de Alemania, la institución presidida por Christine Lagarde incide en que, entre los bancos sistémicos más importantes del mundo, "parece que Deutsche Bank es el contribuyente neto más importante a los riesgos sistémicos, por delante de HSBC y Credit Suisse". Los bancos sistémicos son aquellos cuyos problemas de solvencia pueden hacer tambalear el sistema financiero internacional, aquellos a las que en el argot financiero anglosajón se les conoce como TBTF (Too Big To Fail).
Los rumores acerca de Deutsche Bank aparecieron cuando el banco anunció pérdidas por importe neto atribuido de 6.794 millones de euros al cierre de 2015. Además, está en un proceso de reestructuración de 15.000 puestos de trabajo.
Y los bancos españoles...
Los bancos españoles no están en mejor situación. El presidente de BBVA, Francisco González, ha advertido que los bajos tipos "les está matando" en referencia a la difícil situación de ser rentables. Para afrontar estos cambios, Banco Popular tuvo que hacer una ampliación de capital de 2.500 millones de euros, con una caída del valor. José Antonio Madrigal prevé que la acción caiga hasta los 0 euros.
El brexit también supone un desafío. Según Fitch, afectará al sector bancario de Irlanda, Malta, Luxemburgo, España, Francia y Alemania debido a los "estrechos vínculos" que mantienen con las entidades financieras británicas.
Pero no solo esto, fuerte caída en el precio de las acciones de la banca española tras el referéndum británico a favor de abandonar la Unión Europea dificulta cualquier potencial actividad de fusiones y adquisiciones en el sector, dijo el domingo el presidente de Sabadell en una entrevista a un diario. Las entidades españolas han estado estudiando contrarrestar los bajos tipos de interés y la pobre demanda de crédito hipotecario incrementando su cuota de mercado mediante adquisiciones, pero esos esfuerzos se han visto minados por el referéndum británico del 23 de junio. "Con los actuales precios de las acciones, lanzarse a operaciones de fusión es algo imposible", dijo el presidente del Sabadell Josep Oliu al diario La Vanguardia. Fusiones que se esperaban tras las últimas elecciones.
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