jueves, 14 de julio de 2016

P.I. se mueve...

Las negativas de PSOE y Ciudadanos a apoyar la investidura de Mariano Rajoy, al menos de momento, han llevado a Podemos a reafirmarse en su vía alternativa, que ya pusieron sobre la mesa de Pedro Sánchez la pasada semana, para formar “un Gobierno de corte progresista”. La formación emergente está manteniendo encuentros con todas las fuerzas con representación, aunque Irene Montero, jefa de gabinete de Pablo Iglesias, enmarca estos contactos dentro de la normalidad parlamentaria.
Unidos Podemos lleva insistiendo desde el inicio de la ronda de contactos emprendida por Mariano Rajoy que su puerta está abierta al PSOE, pero mantienen una total cautela para evitar dar la sensación de que estén tomando la iniciativa. “Cuando lo hicimos [tomar la iniciativa] no fue del agrado de nuestros posibles socios”, recuerda Montero. Los números para un Gobierno sin los populares siguen dando, según insisten desde la dirección del partido, y para ello deben entrar en la ecuación las formaciones nacionalistas, con las que también mantienen contactos. De hecho, el portavoz de CDC (la antigua Convergència), Francesc Homs, ya pidió ayer formalmente a Sánchez que se presentase a la investidura y se abrió a darle su apoyo para hacerlo presidente.
Irene Montero se sumó a la senda abierta por el líder nacionalista catalán y urgió a Sánchez a tomar una decisión “cuanto antes”. Podemos ya se ofreció a los socialistas, durante las negociaciones de investidura en la pasada legislatura, para actuar como puente con los nacionalistas. El comité federal vetó entonces una investidura con los votos favorables de estas formaciones, a pesar de lo cual tanto Pablo Iglesias como Xavier Domènech, líder de En Comú Podem, mantuvieron encuentros con CDC, ERC y PNV. Entonces ya constataron la predisposición de estos partidos a apoyar un Gobierno de coalición progresista a cambio de la celebración de un referéndum. En esta ocasión, Homs se ha limitado a pedir a Sánchez que mueva ficha sin mencionar ningún tipo de contraprestación. “Si toma la iniciativa, [Sánchez] puede encontrar la aritmética", insistió.
La dirección de Podemos coincide en que el PSOE debe tomar la iniciativa, pues “es quien lideraría el Gobierno”. Ferraz tiene la llave para evitar unas terceras elecciones, pues ni siquiera serían suficientes para la investidura de Rajoy los apoyos de los 32 diputados de Ciudadanos, pero solo dos opciones: abstenerse para que gobierne el PP o intentar liderar un Gobierno progresista. El secretario general de los socialistas evitó despejar su estrategia de futuro tras el encuentro que mantuvo con Rajoy, sin descartar ni terceras elecciones ni su intento para formar Gobierno. En ningún momento quiso descartar escenarios, pese a que se le preguntó expresamente por ellos durante la rueda de prensa posterior.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. (EFE)
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. (EFE)
La formación del Ejecutivo se complica por momentos y vuelve a asomar elfantasma de una repetición electoral. Pablo Iglesias ya insistió en su encuentro con el candidato del PP que su deseo era que “los socialistas miren a la izquierda y no a la derecha”. Respetuoso con los tiempos, adelantó que mantiene su oferta al PSOE para explorar vías alternativas en caso de que Rajoy fracase en su intento de sumar los apoyos necesarios en una investidura.

Negociaciones para la Mesa del Congreso

Toda la presión recae sobre los socialistas, pero Sánchez despeja balones emplazando a Rajoy a buscar apoyos con sus “aliados potenciales”, entre los que no se ha incluido. Mientras tanto, no moverá ficha, una actitud inmovilista por la que varios de los socios territoriales de Podemos no han escondido su sorpresa. Se refieren principalmente a la falta de respuesta a su propuesta para conformar una Mesa del Congreso con mayoría progresista.
La negociación de la Mesa es un prolegómeno de la investidura, y Unidos Podemos pretende arrebatar la mayoría a PP y Ciudadanos, con el apoyo de los nacionalistas, y lograr obtener así grupos parlamentarios propios para sus confluencias. A cambio, se votaría a favor de una presidencia de la Mesa en manos del PSOE, pero sobre este asunto no han obtenido ninguna contestación en firme.
Podemos no será quien cierre la puerta a “explorar” una vía alternativa, que necesitaría del apoyo de los nacionalistas para alcanzar la mayoría absoluta de 176 escaños (entre ambas formaciones, suman 156, y con los votos de ERC, PNV y CDC, llegarían a los 178). Con todo, según ha explicado Irene Montero, “la vieja guardia [del PSOE], incluidos algunos barones, quiere que el PSOE se abstenga”. De ser así, añade, “sería un auténtico desastre” para el país por dar continuidad, dice, a las políticas de recortes.  

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