“Seguimos con la mano tendida para explorar un Gobierno de cambio con el que dejar atrás el legado de corrupción y desigualdad del PP”. La secretaría política de Podemos, pilotada por Íñigo Errejón, ha lanzado a Pedro Sánchez una tentadora propuesta antes de que se discuta en el comité federal de los socialistas la posición respecto a una investidura de Mariano Rajoy. “Confiamos en que en el PSOE se imponga un punto de vista sensato que rechace toda forma de gran coalición junto al PP: hay un mandato de entendimiento dirigido por la ciudadanía a las fuerzas progresistas”, concluía la breve nota del argumentario que Errejón distribuye a diario entre los suyos.
La primera en recoger el guante ha sido la secretaria general de Podemos Euskadi, Nagua Alba, quien gana enteros dentro del partido tras cosechar en su comunidad lo mejores resultados de la formación el 26-J. “Existe una posibilidad” de gobernar con el PSOE, aseguró durante su intervención en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), sentenciando que “hay que trabajar en ello”.
Podemos no quiere ponerle las cosas fáciles al PSOE, ni mucho menos cerrarse al diálogo convirtiéndose así en la coartada perfecta para justificar una hipotética abstención de los socialistas a un Gobierno de Rajoy. En este sentido, Alba ha insistido ante los medios de comunicación en que confía y desea que el debate interno en el PSOE se resuelva hacia la formación de un “Gobierno alternativo al Partido Popular”. No será Podemos quien cierre la puerta a “explorar” esta vía alternativa, que necesitaría del apoyo de los nacionalistas para alcanzar la mayoría absoluta de 176 escaños (entre ambas formaciones, suman 156, y con los votos de ERC, PNV y CDC, llegarían a los 178).
La consigna pasa por defender una vía que el propio Pablo Iglesias dio por muerta la misma noche electoral. Y la secretaria general andaluza, Teresa Rodríguez, incluso ha ido más allá. En una entrevista en Canal Sur, ha concretado que la mejor opción es la de un Gobierno en solitario del PSOEcon el apoyo de su partido. Podemos, por tanto, no aspiraría a formar parte de un Gobierno de coalición, y sus votos a favor de Pedro Sánchez, si se presentase a la investidura, se facilitarían a cambio de unas exigencias básicas, como la derogación de la reforma laboral o la Lomce.
Podemos no quiere ponerle las cosas fáciles al PSOE ni cerrarse al diálogo convirtiéndose así en la coartada perfecta para justificar una hipotética abstención
Las cuentas no le salen al PP, que ayer inició su ronda de contactos con Coalición Canaria y hoy la proseguirá con ERC y PNV, según ha afirmado la líder de Podemos en Andalucía. Un halo de esperanza por el que se negó a “resignarse” y, en sintonía con su homóloga en Euskadi, animó a las direcciones de Podemos y PSOE a “no bajar los brazos” y no dar por perdida la posibilidad de evitar un nuevo Gobierno popular.
Los primeros movimientos en Podemos se produjeron ya este lunes por la tarde, aunque entonces la apuesta por la “mano tendida” se contradecía por el marco con el que Errejón introducía su argumentario: “La dulce derrota del PSOE da paso a la guerra interna”. A pesar de ello, y sin negar que la iniciativa deben tomarla los socialistas como segunda fuerza, se aseguraba: “Nuestra disposición para apoyar y construir una alternativa progresista a la austeridad del PP es total”. Ante el debate interno abierto en Ferraz, la secretaría política de la formación morada se mostraba esperanzada porque “en el PSOE se imponga un punto de vista sensato que rechace toda forma de gran coalición junto al PP”.
La nota escéptica
Carolina Bescansa, en una línea más próxima a lo manifestado hasta ahora por Pablo Iglesias, ha rebajado las expectativas manifestadas por sus compañeros de filas. Según la secretaria de análisis, Podemos no se plantea, de momento, ningún escenario o negociación de Gobierno que no esté pilotado por Rajoy. “Ahora mismo la pelota está en el tejado del PP”, explicó. Cualquier otra alternativa está “lejos”.
La diputada de Podemos ha valorado que las intenciones del PSOE tienen más que ver con una gran coalición que con un Gobierno progresista. A la espera de ver cómo evolucionan las negociaciones, Bescansa se ha preguntado si lo que se está planteando es un Gobierno de Rajoy con Pedro Sánchez como vicepresidente o con Albert Rivera de ministro.
Por ahora, ha insistido la dirigente de Podemos, todavía es pronto para hablar del voto en el debate de investidura o qué mayoría podría conformarse para aprobar los próximos Presupuestos Generales. Lo que sí está claro es que si el PSOE finalmente opta por la gran coalición, se avanzará hacia un escenario de estabilización que su partido había tratado de evitar.
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