Ambas circunstancias están íntimamente relacionadas, puesto que las fuertes pérdidas sufridas por el banco malo español en 2014 y 2015 derivan de los cambios de su normativa contable, que es responsabilidad del BdE, y que le han obligado a retasar todos los activos traspasados por las cajas rescatadas a un valor inferior al de dicho traspaso. Estas pérdidas ya se han comido todo el capital de Sareb (1.200 millones) y han obligado a transformar los 3.600 millones que tenía en deuda subordinada en acciones. Y eso sin contar con los 2.700 millones de pérdidas generadas por el famoso derivado para cubrirse de las subidas de tipos, que no se reflejan en sus resultados.
"La revaluación de la cartera provocó fuertes provisiones y amortizaciones de activos que contribuyeron a las pérdidas de Sareb en 2013 y 2014. El nuevo marco contable puede suponer necesidades adicionales de provisiones. Haberlo tenido en marcha desde el principio habría introducido más certidumbre sobre el comportamiento financiero de Sareb", añaden.
El BdE pone en peligro el objetivo de Sareb
Pero no solo se trata del impacto de los cambios normativos en los resultados pasados de la sociedad que preside Jaime Echegoyen. Estas economistas consideran que también afectarán a su actividad comercial y, en consecuencia, al cumplimiento de su misión de deshacerse de sus casi 50.000 millones de euros en activos en el plazo fijado de 15 años: "Los nuevos estándares de valoración tienen también implicaciones en su negocio de ventas, ya que requieren que Sareb se centre en operaciones donde el precio del activo esté por encima del de valoración para generar beneficios, lo que ha causado una ralentización temporal en estas ventas de activos".El peligro de usarla para ofrecer vivienda social
El informe publicado por la Comisión Europea también señala la importancia del entorno macroeconómico para el éxito de un banco malo: así, ha funcionado mucho mejor el NAMA irlandés, que se ha aprovechado del buen momento del mercado inmobiliario inglés y de la recuperación del irlandés, que Sareb, ya que en España "la recuperación, aparte de ser más reciente, ha sido más modesta que la irlandesa". Al tratarse de un factor exógeno a los políticos y gestores, esto "subraya la necesidad de ser conservador en las asunciones macroeconómicas a la hora de elaborar el plan de negocio y de valorar los activos".Las dos economistas también critican la falta de información sobre los activos traspasados, tanto en Irlanda como en España, avisan del peligro de que los políticos introduzcan fines como proporcionar viviendas sociales, porque dificultan el cumplimiento de la misión de los bancos malos, y subrayan la necesidad de ofrecer una remuneración competitiva para atraer a buenos profesionales a los bancos malos. Y se muestran un tanto naífs cuando aseguran que "Sareb atrajo a 26 entidades financieras privadas para que invirtieran en su capital, lo que refleja, hasta cierto punto, confianza en el banco malo".
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