‘El País’ apuesta por Errejón para descabalgar a Iglesias
El diario de Juan Luis Cebrián incide en la brecha abierta entre los líderes de Podemos para apostar por Íñigo Errejón y fomentar las tensiones en el seno de la formación.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, junto al número dos de la formación, Íñigo Errejón - PODEMOS/ Foto: Reiner Wandler
MADRID// Las pequeñas grietas en las piedras pueden acabar separando grandes bloques cuando el agua se mete en su interior y mediante la congelación cristaliza. Las discrepancias entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón han sido vistas por los que han comandado la batalla contra Podemos como la fisura que usar de cuña para partir en dos un proyecto que siempre les ha resultado tremendamente incómodo. El líder sistémico que se convirtió en la punta de lanza de la campaña contra Podemos desde que la formación morada ha llegado ha sido El País a través de Juan Luis Cebrián y Antonio Caño.
Pablo Iglesias siempre ha visto en este periódico el verdadero enemigo al que combatir. Para el líder de Podemos el grupo Prisa ha sido el principal instrumento de las élites para preservar el statu quo: “Si uno quiere saber lo que realmente quiere saber el establishment hay que leer los editoriales de El País”, decía Pablo Iglesias. Algo que el diario de Cebrián se lo ha demostrado sin dejar atisbo de dudas con una campaña en su contra sin cuartel y que ya explicamos en La Marea.
La maniobra mediática de Cebrián contra Podemos en general y Pablo Iglesias en particular ha visto una oportunidad de quebrar a los que no han podido doblar editorial mediante. El País se ha ofrecido como arma interna en la disputa al defender de forma clara e inequívoca el proyecto que representa Íñigo Errejón para así poder descabalgar a Pablo Iglesias. Una encuesta en el diario de Prisa animaba a votar sobre la vía que Podemos debía seguir. En las opciones calificaban a Pablo Iglesias de antisistema y a Íñigo Errejón de moderado. Un posicionamiento tan burdo no sólo es sincero al considerar a Errejón más manejable, puede que de forma equivocada, sino consciente de que su apoyo al proyecto de los errejonistas será usado por Pablo Iglesias como munición contra sus enemigos internos, lo que alentará la confrontación y puede servir a Prisa para sus conocidos propósitos de doblegar a la organización morada.
El editorial de El País del pasado 21 de septiembre sobre la disputa estratégica en Podemos incidía en la disensión para tomar parte en la disputa: “Iglesias se ha quitado la careta de la socialdemocracia que de forma oportunista se colocó en vísperas de las elecciones del 26 de junio, en aquel intento de sustituir al PSOE como primer partido de la izquierda. Ese planteamiento ya fracasó el 26-J, pese a lo cual Iglesias y otro de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, siguen presionando a favor de una línea dura y la consecución del sorpasso. Más pragmático, Errejón parece propugnar un partido más abierto a ese centroizquierda difuso donde se sitúan ideológicamente buena parte de los españoles, que facilite un pacto con el PSOE en vez de tratar de ningunearlo para fagocitar a sus electores”.
Una posición que no pasó desapercibida para Pablo Iglesias, que rápidamente utilizó para contraponer su posición a la de las oligarquías. Su mensaje en clave interna está claro. Si El País toma posición por un Podemos determinado no puede ser bueno para la organización. Es la vuelta al mensaje de la casta contra la gente común. Si ese proyecto gusta a los poderosos, representados en el diario de cabecera de la casta, no puede ser bueno para la gente.
No es la primera vez que Pablo Iglesias utiliza esa dicotomía utilizando El País como correa transmisora de las élites y elemento de poder al que enfrentarse. Lo hizo tras la presentación del proyecto de Rita Maestre y Tania Sánchez, que abrió la caja de Pandora en Podemos. En esa ocasión el editorial aconsejó a la formación morada cuál era el camino que debían tomar, alejarse del liderazgo de Pablo Iglesias e institucionalizarse y moderarse:
“Si Podemos quiere consolidarse como una fuerza política que ocupe un espacio en la izquierda española, debería aprovechar el tiempo que queda hasta su próximo congreso para debatir a fondo su ideología y sus programas, alejándose de los liderazgos populistas. Ya no valen las propuestas atrapalotodo en las que se pasa de la socialdemocracia al comunismo radical, o de la visión nacional a las propuestas independentistas”.
El líder de Podemos siempre ha considerado a El País el periódico del régimen, no sin razón, y hace bien si está alerta a las alianzas político-mediáticas que se están construyendo alrededor de los proyectos satélites de Errejón y sus actores secundarios. Errejón es bien visto por casi todos los líderes de opinión y en las grandes direcciones se le ve como el conseguidor de la derrota de aquel al que más temen. En las luchas de poder se usará cualquier método posible para descabalgar a Pablo Iglesias, y las alianzas con grupos mediáticos que antes eran enemigos no serán despreciadas si sirven para el propósito. Prisa sabe que dar un apoyo público a Errejón funciona en dos direcciones, en la obvia de dar soporte al rival de Iglesias en las luchas internas, y la secundaria de ser utilizado como arma por Iglesias para alimentar la confrontación. Cebrián siempre ha ganado en el pasado, y esta batalla contra Pablo Iglesias es casi personal.
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