El liderazgo del partido está en juego, en el caso de Iglesias su reelección como secretario general, y el proceso abierto en Madrid, que ha saltado a otros 14 territorios como antesala del congreso extraordinario, está generando divisiones no ya solo políticas, sino personales. El diputado Manolo Monereo, padre intelectual de Iglesias, explicaba en una entrevista en 'Cuarto Poder':“Mi conclusión sobre esto es que la amistad y la política no siempre parecen factibles”.
El proceso abierto en Madrid, que ha saltado a otros 14 territorios, está generando divisiones no ya solo políticas, sino también personales
Con igual claridad se expresaba el propio secretario general; en otra entrevista concedida el pasado jueves a 'Ctxt' aseguraba al respecto que la amistad y la política son “tristemente” incompatibles. “En política, las cuestiones personales deben quedar a un lado", secundaba su jefa de gabinete.
Tras excusarse por no responder a la pregunta de si se sentía amenazado o traicionado, “porque es una cuestión personal”, se resignaba a admitir que “un buen político apuñala por la espalda, y yo de eso no soy capaz. Y un buen político pone el interés político por delante de la lealtad, y yo de eso tampoco soy capaz”. Las “puñaladas” han obligado al líder de la formación a estrechar su grupo de más estrechos colaboradores, incluso teniendo que cesar del partido o apartar de su equipo a aquellos que han apoyado la candidatura errejonista que en Madrid encabeza la portavoz del gobierno municipal Rita Maestre, el portavoz en la asamblea José Manuel Rodríguez y la que incluso otorgó carta de naturaleza el secretario general saliente, Luis Alegre, hasta ahora una persona de la mayor confianza de Pablo Iglesias.
La candidatura pablista hace suya la mayor parte de las reivindicaciones del sector más activo de la militancia, apelando a “un Podemos más abierto, que incluya a los círculos” y “a las personas que voluntariamente nutrimos y construimos día a día este proyecto desde nuestro pueblo o barrio”. Con un lenguaje que recupera también la esencia de Podemos como una “herramienta” y, frente al “Podemos amable” del sector errejonista, adopta una postura más rupturista con la que se identifican los militantes más críticos con este supuesto proceso de “desnaturalización” en la organización y reclaman una vuelta a los valores fundacionales del partido-movimiento.
Frente al “Podemos amable” del sector errejonista, la candidata afín a Iglesias adopta una postura más rupturista con la que se identifican los militantes más críticos con un supuesto proceso de “desnaturalización” en la organizaciónComo explicaba Pablo Iglesias en la entrevista antes citada, “en Madrid va a haber diferentes opciones políticas que van a competir con planteamientos diferentes respecto a cómo tiene que ser la relación con el PSOE, a cómo tiene que ser el estilo de Podemos, un estilo más dócil o más normalizado o más duro”. La batalla del sector afín a Iglesias, sin apenas dirigentes madrileños entre sus filas, se centrará así en rehuir del debate de caras y profundizar en un discurso de contraposición al que representa la candidatura “dócil”. De hecho, está siendo una acusación recurrente que desde el proyecto Adelante Podemos se prioricen los nombres sobre las ideas.
El epicentro de la batalla se estaba desarrollando en Madrid, donde los pablistas se encuentran con dificultades para coger el paso de los errejonistas, que además de ganar más apoyos de caras visibles, ganaron tiempo al iniciar su proceso con casi una semana de ventaja. Sin embargo, por iniciativa de la secretaría de organización, que dirige Pablo Echenique, diferentes consejos autonómicos y municipales han decidido dar el paso y convocar primarias abiertas para renovar sus órganos. En total serán una quincena de territorios.
La extensión de la batalla a las diferentes direcciones tendrá como colofón Vistalegre II, el congreso extraordinario del partido que se baraja celebrar en febrero. Un proceso de renovación orgánica del partido será inverso al de su fundación, al renovar cargos y proyectos políticos a nivel autonómico y municipal en primer lugar y los estatales posteriormente. De imponerse la candidatura errejonista en Madrid, los afines a Iglesias podrían llegar a este congreso visibilizando aún los apoyos en otros territorios donde el secretario de organización apenas cuenta con predicamento, tras la criticada gestión en muchos de ellos de su mano derecha, el cesado exsecretario de organización Sergio Pascual.
El resultado de las primarias abiertas en estos quince territorios, aunque con un peso especial en Madrid, servirá para medir las fuerzas con las que cuentan los principales sectores pablistas, errejonistas y anticapitalistas de cara a Vistalegre II. Asimismo, determinarán posibles alianzas, como la que ya mantenían 'de facto' en el consejo autonómico madrileño pablistas y anticapitalistas, pero que no está previsto reeditar en este proceso.
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