España está a punto de perder el control del gas que llega al país y que suministra a empresas y familias. Cepsa, la compañía española, pero propiedad de Abu Dhabi desde hace seis años, ha decidido poner a la ventael 42% de Medgaz, la empresa compartida entre el Gobierno español y el de Argelia y que garantiza la energía a la península Ibérica. La operación, que asciende a unos 320 millones, supondrá quedarse sin la mayoría del capital de esta sociedad, con la que ha habido momentos de gran tensión entre los dos países.
Según han confirmado fuentes próximas a la transacción, International Petroleum Investment Company (IPIC), el fondo propiedad del emirato de Abu Dhabi, ha contratado a Banco Santander para que le busque un comprador para su participación en Medgaz. La decisión del 'holding' del Golfo Pérsico se justifica por los problemas financieros que ha tenido Cepsa debidos a la caída del precio del petróleo, que le llevó a perder 1.040 millones de euros en 2015. Tras estos números rojos, la compañía con base de operaciones en Huelva puso en marcha un plan de ajuste estimado en 2.000 millones de euros. Pero también se explica la decisión por las frías relaciones con el Gobierno de Mariano Rajoy.
Argelia suministra el 50% del gas que se consume en España, que llegó a tener controlado el 52% del capital del gasoducto, clave por su posición geopolítica
Además de reducir los costes de personal, IPIC ordenó vender activos que se consideraban no estratégicos. Uno de ellos fue la participación del 9,15% de CLH, traspasada en enero de este año al fondo de capital riesgo Borealis por cerca de 300 millones. Posteriormente, puso en el mercado la llamadaTorre Cepsa, uno de los cuatro rascacielos situados al final del paseo de la Castellana. Según adelantó El Confidencial el pasado mes de junio, Amancio Ortega ha ofrecido 490 millones por este edificio de oficinas.
Ahora, IPIC ha decidido desprenderse del 42% de Medgaz, que, tomando en consideración las últimas transacciones, asciende a unos 320 millones. Una de ellas fue la compra del 20 y del 12% que Iberdrola y Endesa, respectivamente, tenían en el gasoducto que unió Argelia con España a mediados de 2013. Aquellas participaciones fueron adquiridas inicialmente por el grupo belga Fluxys, pero tanto Sonatrach —la empresa pública argelina— como Cepsa vetaron a este inversor y compraron los paquetes de las dos eléctricas españolas, al ejercer su derecho preferente de tanteo.
Al mismo tiempo, para preservar la españolidad, Gas Natural tomó un 10% de Medgaz, que después amplió hasta el 15%, mientras que Cepsa adquiría otro 5% adicional. De esta manera, el capital se lo repartían Sonatrach, con un 43%, la empresa hispano-emiratí, con un 42%, y la controlada por CaixaBank y Repsol, con un 15%. Al sumar los paquetes de Cepsa y Gas Natural, España se aseguraba el control de la mayoría, un aspecto vital dada la inestabilidad política en Argelia y los constantes cambios de ministros de Energía en el país norteafricano.
Una volatilidad que, por ejemplo, provocó una grave crisis internacionalentre 2007 y 2010 entre España y Argelia. La tensión se resolvió con varias cumbres entre los ministros del gremio y finalmente con una indemnización de 1.300 millones de euros. La penalización la tuvo que pagar en un principio Gas Natural, si bien posteriormente la factura se cargó contra el bolsillo de todos los consumidores con una subida del gas.
Enfado monumental
Según distintas fuentes, el grupo español controlado por Abu Dhabi ha intentado informar al Gobierno de sus intenciones de salir de Medgaz dados sus problemas financieros. Pero, debido a la interinidad del Ejecutivo actual, con un ministro de Industria en funciones, Luis de Guindos, que relevó previamente a José Manuel Soria, la interlocución ha sido escasa. Pero en Cepsa tampoco esconden su profundo malestar con Moncloa, a la que critican con dureza por facilitar la instalación de una refinería de Irán en nuestro país al lado de una de sus plantas.
La decisión del 'holding' del Golfo Pérsico se justifica por los problemas financieros que ha tenido Cepsa debidos a la caída del precio del petróleo
Las relaciones con Argelia son clave para España y Europa, para compensar la dependencia del suministro de Rusia, como manifestó el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, en una de sus últimas visitas a Argel. De todo el gas que se consume en España, el 50% proviene del país magrebí. La principal fuente de abastecimiento es el gasoducto Medgaz, que esta semana estuvo tres días sin actividad debido a unos problemas técnicos en las instalaciones de origen.
Según ha denunciado Enagás, el operador español, la infraestructura sufrió una “interrupción no programada” que se inició el pasado jueves 8 de septiembre con un descenso del caudal entregado a la terminal de recepción de Almería, y que derivó en la suspensión del suministro, primero durante varias horas del viernes y sábado, y luego de forma total en los tres días siguientes.
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