El plan de la banca catalana: salir de allí en dos horas
S. ALCELAY, M. VELOSO, M. CUESTA, L. M. ONTOSO, J. GONZÁLEZ NAVARRO, J. TAHIRI Y Mª J. PÉREZ
La deriva secesionista ha hecho que las grandes empresas y las multinacionales que operan en Cataluña estén desempolvando ya los planes de contingencia que en el año 2013 encargaron a los principales despachos de abogados en España para salir de la comunidad autónoma si el Govern llevaba hasta sus últimas consecuencias su pulso al Estado. Esos mismos despachos de abogados han mantenido en sus cajones esos planes de deslocalización desde que en 2014 Artur Mas destapara la caja de los truenos y convocara el proceso participativo sobre el futuro político de Cataluña, el 9 de noviembre.
Ahora esos planes ya están encima de la mesa a la espera de que las compañías pulsen el botón rojo que les llevaría a abandonar Cataluña si la Generalitat declara unilateralmente la independencia tras conocer los resultados del referéndum ilegal. «Las grandes compañías no están dispuestas a a pagar con su cuenta de resultados los efectos negativos que comportaría una inviable separación de España y quieren evitar la debacle que supondría dejar de estar bajo el paraguas de la Unión Europea», relata a ABC una fuente de una gran empresa residente en Cataluña.
El tejido empresarial ya advierte de que el incremento del desafío ha provocado un parón del consumo, además del aplazamiento de inversiones. Ayer el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, afirmó que se ha constatado un «frenazo» en el turismo en Cataluña, que venía creciendo a un ritmo del 10% antes de los atentados y que conforme ha avanzado el mes de septiembre, y se acercaba la fecha del referéndum, el crecimiento es del 2%.
Si bien el impacto de la consulta secesionista aún no ha llegado a la economía con toda su intensidad, sí se observan los primeros temores entre los inversores. De hecho, la inversión extranjera directa a Cataluña se desplomó un 10% en el segundo trimestre del año frente al 13% que creció en el conjunto de España, según el registro del Ministerio de Economía. Entre marzo y junio la comunidad recibió 706 millones, 83 millones menos que hace un año. Como apuntan algunos despachos, los sucesos de las últimas semanas han paralizado inversiones en la comunidad y algunas empresas han congelado ya proyectos hasta que se aclare el escenario.
La banca es por ahora el sector más afectado por el órdago secesionista. La cotización de las entidades financieras del país lleva varias jornadas en «números rojos», con los grupos catalanes encabezando esas pérdidas. Caixabank ha perdido en los últimos días un 9% en Bolsa y el Sabadell un 12,72%, y 2.321 y 1.303 millones de capitalización respectivamente.
Los principales bancos admiten a preguntas de ABC que según pasan los días y no se atisba una solución clara, la incertidumbre y las dudas de los clientes sobre la seguridad de sus ahorros van en aumento, y se están produciendo ya movimientos de depósitos de unas entidades a otras, bien por temor bien por boicot a las entidades con sede en Cataluña.
«Las llamadas en el call center de Banco Santander se han intensificado desde el 2-0, y muchos clientes piden no solo información también abrir una cuenta tras cancelar la suya en uno de los dos bancos catalanes», asegura un empleado de banca del Santander. Precisamente, Caixabank, líder en fondos de inversión por patrimonio y en 2016 gestora que más ahorros netos captó, vio cortada el pasado septiembre su racha y sufrió el mayor reembolso neto del sector, por casi 262 millones, algo que la entidad achaca al traspaso del dinero de los clientes hacia otros productos como seguros y planes de pensiones.
Mientras, el bróker online Ibroker ha anunciado a sus clientes que de forma temporal dejará de depositar el dinero de sus clientes en cuentas del Sabadell. «Se trata de una decisión temporal para evitar riesgo sistémico y nada más. Nuestro único objetivo es proteger el dinero y la tranquilidad de nuestros clientes», dijo la compañía.
«Estamos en un momento de dar muchas respuestas», admite un directivo bancario, quien confirma que al menos las entidades catalanas han enviado ya un argumentario a sus empleados de oficina para aclarar cualquier duda a clientes que piden trasladar sus depósitos o incluso cerrar sus cuentas. Los empleados de Caixabank, por ejemplo, están ya llamando de forma activa a los clientes lanzando un mensaje de tranquilidad.
La primera explicación de los bancos con sede en esa autonomía es que los depósitos están a salvo al estar bajo el amparo del BCE y del euro, y que en caso de declaración unilateralmente de independencia y por tanto de salida del Eurosistema, se tomarían las medidas necesarias para permanecer bajo el paraguas comunitario. Eso implica el traslado de sede.
Caixabank y el Sabadell han manifestado en las últimas horas, bien por declaraciones en público de sus responsables bien en comunicaciones internas a las que ha tenido acceso ABC, que cuentan con los instrumentos para proteger los intereses de sus clientes. El lanzamiento casi al unísono de ese mensaje no parece casual, y fuentes financieras hablan de cierta coordinación entre las dos entidades de cara a un escenario en el que el cambio de domicilio social sea necesario.
Cambio de sede social
El recrudecimiento del desafío independentista desde 2014 por el referendo del 9-N y tras las elecciones autonómicas de 2015, llevó ya a los dos bancos a incluir desde entonces en sus planes de contingencia el traslado de sede social a Madrid. De hecho, la enmienda legal a la ley de Sociedades de Capital introducida por el Gobierno en 2015 y que permite ese traslado sin necesidad de someter la decisión a la junta, se hizo, según fuentes empresariales, a petición de la banca.
Los trámites legales estarían ya preparados -de forma coordinada- para, en caso de urgencia, hacer ese traslado en menos de 24 horas. De hecho, la ejecución, según fuentes de ambas entidades, no tardaría más de dos horas. Cabe recordar además que, pese a que la mudanza de sede social no incluye el traslado de trabajadores ni servicios centrales, ambos grupos financieros cuentan con importantes edificios corporativos en Madrid: Caixabank en el Paseo de la Castellana número 51 y el Sabadell en el barrio de Las Tablas.
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