La Vega, una fábrica para la innovación tecnológica y cultural
El alcalde lidera un proyecto que aspira a convertir un complejo emblemático en el motor de un nuevo modelo de ciudad, en el que convivan equipamientos municipales, de creación y de usos industriales no contaminantes
Redacción
«Es el momento de que las y los ovetenses dejen de ver La Vega tras la verja», con esta frase resumía el alcalde el pasado mes de octubre el punto de inflexión que suponía la creación de la comisión mixta -Ayuntamiento de Oviedo y Ministerio de Defensa- que negocia el futuro de los terrenos y que ha avanzado hasta poner sobre la mesa un protocolo de colaboración ahora pendiente de la respuesta de Madrid. «Para mí, la política es el arte de hacer posible lo imposible, aunque el contexto sea complicado», suele decir Wenceslao López ante retos y escenarios hostiles con los que se ha encontrado a lo largo de estos casi tres años de mandato. Esta idea resume de alguna forma la filosofía con la que se marca la negociación en torno a La Vega, un proceso largo y complejo, encuadrado en la necesaria colaboración y lealtad institucional entre administraciones, aunque sean de signo político distinto. De hecho, el alcalde ya ha cosechado un triunfo fundamental al lograr desbloquear un proceso que el anterior gobierno del PP había dejado abandonado y moribundo.
Queda un largo camino pero, de momento, el Ministerio de Defensa ya tiene sobre la mesa un documento del que el alcalde solo ha querido desvelar que consta de 18 páginas, y contempla 60 meses de actuaciones que se solapan, por lo que en realidad podrán ser 42 meses. Se mantiene fiel a esa idea de «buscar lo mejor para Oviedo» y «para lograr el mejor acuerdo para la ciudad es necesario negociar con rigor, respeto a las partes y responsabilidad», sin ruidos ni interferencias. «Los mensajes tienen que emitirse en la mesa de negociación», ha dicho recientemente.
Hasta llegar a este protocolo, ha habido mucho trabajo. La historia reciente comienza a finales de 2012, cuando finaliza la actividad industrial en la Fábrica de Armas La Vega. El 5 de febrero de 2013 el Ministerio de Defensa y la empresa «Santa Bárbara Sistemas, S.A.», suscribieron la denominada «acta de retrocesión» y desde ese momento, el Ministerio de Defensa se ha hecho cargo de los terrenos, edificios e instalaciones del complejo de la antigua Fábrica de Armas de La Vega.
La Fábrica de la Vega cerró sin que el anterior gobierno del PP hiciese nada, hasta que en el segundo semestre de 2015, una vez formado el nuevo gobierno municipal, el alcalde se dirigió al Ministerio de Defensa en dos ocasiones para transmitirle el especial interés, no solo en recuperar la propiedad de parte de los terrenos, sino en la importancia de los mismos dado su emplazamiento y extensión para el próximo desarrollo de la ciudad, tanto en su vertiente urbanística, como en la oportunidad de generar nuevas actividades de riqueza y desarrollo económico.
Posteriormente, durante el primer trimestre de 2016, el Ayuntamiento de Oviedo reiteró sus demandas en dos ocasiones. Defensa solicitó entonces que el municipio demostrase previamente de forma documental las cesiones municipales que hayan podido realizarse a partir de 1856, para poder determinar la viabilidad de la reversión. Los procesos electorales celebrados en 2016 paralizaron cualquier avance y fue en febrero de 2017, cuando el Ayuntamiento de Oviedo reinicia sus peticiones. La reunión entre el alcalde y la ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, unos meses después, en julio, marca un punto de inflexión en el proceso y la apertura de una puerta tras la que ahora se atisba un espacio que puede definir un nuevo modelo de ciudad. De ese encuentro institucional salió el acuerdo de crear un Grupo de Trabajo integrado por ambas partes y opcionalmente por el Principado de Asturias, con la finalidad de determinar conjuntamente los usos más adecuados para el complejo.
La Fábrica de Armas es mucho más que un solar con grandes naves industriales y un rico legado patrimonial, puede convertirse en una fábrica de ideas, innovación, creación, cultura e implantación de nuevas tecnologías. No es algo improvisado ni nuevo para el alcalde, que recuerda que tanto la recuperación de La Vega como sus posibles usos era una de las grandes propuestas incluidas en el programa electoral de los socialistas ovetenses. La Vega siempre ha sido un punto estratégico en la «hoja de ruta» del PSOE local, como elemento dinamizador de la ciudad y núcleo de unión entre barrios.
¿Qué queremos para La Vega? El alcalde tiene claro que el futuro tiene que estar vinculado a sus orígenes industriales, adaptados en este momento al siglo XXI, compatibilizando los equipamientos municipales y de carácter metropolitano, como un espacio ferial, archivo municipal, museo de la ciudad, con nuevos usos industriales no contaminantes, donde son un referente las nuevas tecnologías, las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, las factorías culturales o la investigación biosanitaria, entre otras opciones. En más de una ocasión ha hablado de la creación en una parte del espacio de La Vega de un Centro de Investigación Tecnológico sobre la Seguridad en las Áreas Urbanas, un sector de gran futuro y especial proyección en las ciudades del siglo XXI, que abordase problemáticas comunes y que permita desarrollar modelos y prototipos basados en sistemas expertos e Inteligencia artificial a implantar en las medianas y grandes ciudades. Estas líneas de actuación ya aparecen esbozadas en documentos que dibujan el futuro de la ciudad, como la Estrategia Oviedo 2025. La Fábrica de La Vega, un referente de la revolución industrial del siglo XIX en España, tiene ahora la vocación y la oportunidad de convertirse en un referente tecnológico y cultural del siglo XXI.
Transcurridos más de cinco años desde el cierre definitivo de la Fábrica de Armas, el modelo a seguir en la definición de futuros usos del complejo es, según ha puesto de relieve Wenceslao López, el desarrollado en el Cristo-Buenavista, en un proceso de colaboración institucional entre distintas administraciones, con participación ciudadana y un concurso de ideas.
En esta línea, el Ayuntamiento de Oviedo y el Ministerio de Defensa, junto al Principado de Asturias en el marco de sus competencias, serán los encargados de plasmar en un acuerdo el desarrollo de la futura ordenación de La Vega, en el que se definan e impulsen las acciones necesarias. En paralelo, desde la administración local se reivindica también el progresivo uso parcial del espacio a partir de los inicios del 2019, siempre con previo acuerdo entre administraciones, con la idea de incorporar paulatinamente La Vega a la vida de la ciudad y de la ciudadanía, como uno de los grandes proyectos del Oviedo del siglo XXI.
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