REDACCIÓN
Con un cambio de rumbo de 90 grados, los suficientes para mirar al oeste en vez de al norte, Oviedo espera poner fin a los problemas de tráfico en La Florida, Vallobín y Ciudad Naranco. La ciudad, que se opone activamente al cierre de la circunvalación exterior de la ciudad con la construcción de una ronda por el Naranco, un proyecto que se lleva discutiendo desde los años 90 y que el Ministerio de Fomento ha desempolvado en las últimas semanas, prefiere una solución más barata, igualmente eficaz y mucho menos lesiva para el patrimonio natural y artístico de su monte totémico y su pulmón verde. Lo que el Ayuntamiento propone y está dispuesto a construir con sus propios recursos, aunque daría la bienvenida a la incorporación al plan de otras administraciones con deseos de aportar fondos, es dotar al casco urbano de nuevos accesos por el oeste, conectados a la red de autovías que comunica toda la zona central de Asturias, y de una red de arterias que permitan llevar a los vehículos desde esa zona hacia el este sin pasar por el centro.
concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Ignacio Fernández del Páramo, está en la apertura de una nueva vía rápida de solo 2,3 kilómetros de longitud pero de una importancia capital. Será una carretera entre el barrio de La Florida y el núcleo de Las Campas que acabará en un nuevo acceso a la autovía A-63 (Oviedo-Grado-La Espina) y la circunvalación sur de la ciudad. Allí se podrán hacer todos los giros necesarios para que los conductores que salgan de Oviedo puedan dirigirse por autovía a cualquier otro punto de Asturias o emprender el camino de la meseta y de Madrid. El equipo de gobierno ha bautizado el proyecto como vía rápida de La Pixarra, estima que su presupuesto se situará entre los ocho y los diez millones de euros y calcula un plazo rápido para la ejecución de las obras, dado que se trata de una actuación ya contemplada en el planeamiento urbanístico, lo que permitiría tramitarla con celeridad. Los técnicos municipales han anticipado que permitirá llegar en poco más de dos minutos desde La Florida hasta la autovía.
Ahorro presupuestario
«Es mucho más barata, permite una evacuación rápida desde los barrios del oeste y no destroza el Naranco con una obra de enorme impacto visual y acústico», alega Fernández del Páramo en defensa de su proyecto. Fomento ha anunciado que presentará este año tres alternativas para la Ronda Norte que ha reactivado. A falta de conocerlas, el proyecto que se difundió en los años 90 preveía la construcción de 6,5 kilómetros de autovía y estimaba su coste en cerca de 75 millones de euros.
El tripartito descarta su utilidad para resolver los problemas de tráfico de los ovetenses. «Fue una idea asociada a un proyecto especulativo. Por definición legal, todo el suelo que queda dentro del área limitada por la ronda es urbanizable. El que está fuera es rústico y no vale nada», afirma el concejal. Al conectar la autovía autonómica AS-II, la que une Oviedo con Gijón a través de los polígonos industriales del área central, con la A-63, la ronda solo serviría para encauzar por la falda del Naranco todo el tráfico pesado con origen en esas zonas y destino en el suroccidente de Asturias.
de La Pixarra beneficia, según las previsiones del ayuntamiento, no solo a los barrios del norte y el noroeste de la ciudad (La Florida, Vallobín, Ciudad Naranco), sino que, al evitar que los vecinos de esos barrios con necesidad de desplazarse en coche hasta sus centros de trabajo situados fuera del municipio atraviesen el centro para llegar a los enlaces con las autovías que ahora no tienen cerca de sus casa, repercute para bien en el conjunto de la ciudad. Lo que ahora ocurre es que las sucesivas oleadas de vehículos que salen de esos tres barrios acaban usando las mismas calles y colapsándolas. Aunque Oviedo no tiene el tráfico de una gran ciudad y el tamaño de los atascos concuerda con esas dimensiones reducidas, lo cierto es que a determinadas horas cuesta mucho trabajo avanzar por esa zona.
Ideas para la zona este
La actuación puede complementarse con otra idea a la que el área de Urbanismo también ha dedicado ya atención y estudio. En este caso, las obras necesarias deberían acometerse en la zona este de la ciudad para eliminar el tapón que supone la glorieta de Luis Oliver, el punto final de la AS-II, el lugar en el que alcanza el barrio de Pando y arroja sus flujos de tráfico a la trama urbana. Lo que el Ayuntamiento tiene en consideración para ese punto es un by pass que permita soslayarla a los vehículo que entran o salen de ella con dirección a Ciudad Naranco. Ese pinchazo directo saldría de la autovía y se reincorporaría al callejero actual aproximadamente a la altura de las instalaciones de Fundoma.
Al equipo de gobierno no le preocupa que, de llevarse a cabo todas esas obras como alternativa a la Ronda Norte y condenarla a no hacerse realidad. Oviedo no disponga de una ronda de circunvalación completa. Fernández del Páramo recuerda que son muchas las ciudades españolas que no están rodeadas por un anillo perfecto y cerrado de autovías. Las situadas en la costa, como Gijón o Santander, por su propia situación geográfica, limitada por el mar, no pueden tenerlo. Pero incluso otras situadas en el interior del país, como Valladolid, funcionan bien sin haber cerrado un círculo de accesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario