Los líderes de la UE analizan hoy en la cumbre la disputa del acero con EEUU y los progresos en el Brexit
- Confirmarán el nombramiento de Guindos como vicepresidente del BCE
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Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea abordarán este jueves en la cumbre la disputa comercial con Estados Unidos por los aranceles al acero y aluminio y analizarán el viernes los progresos en las negociaciones del Brexit, incluido un periodo de transición de 21 meses, al tiempo que aprobarán sus 'líneas rojas' para negociar la relación futura con Reino Unido tras su salida del bloque.
Después de que el ministro británico para el Brexit, David Davis, defendiera esta semana que Gibraltar pueda beneficiarse del periodo de transición de 21 meses acordado, el Gobierno español ha reclamado enviar un "mensaje muy claro" a Londres en las orientaciones que los Veintisiete esperan aprobar para evaluar el progreso en las negociaciones del Brexit y fijar las primeras orientaciones para negociar la relación futura.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha recomendado este jueves a los líderes europeos que den "la bienvenida en principio al acuerdo sobre la transición", que permitirá "retrasar todas las consecuencias negativas del Brexit otros 21 meses", y ha informado de que en la versión "final" de las orientaciones ha "incluido la cuestión de Gibraltar" para tratar de contentar al Gobierno español.
"Después de mi visita a Madrid y mis discusiones con el presidente (Mariano) Rajoy reconsideramos la cuestión de Gibraltar en nuestras orientaciones", ha explicado el polaco en rueda de prensa. "Estoy absolutamente seguro de que también será aceptable para nuestros amigos británicos", ha agregado.
El texto final mantiene que se seguirán aplicando las directrices previamente pactadas por los líderes europeos -que dejan claro que "después de que Reino Unido abandone la Unión Europea, ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin un acuerdo entre el Reino de España y Reino Unido"- y además pide "esfuerzos intensificados en las cuestiones restantes" abiertas en el Acuerdo de Retirada "así como las cuestiones relacionadas con la aplicación territorial del Acuerdo de Retirada, notablemente respecto a Gibraltar".
Los Veintisiete respaldarán el acuerdo sellado entre la UE y Reino Unido sobre partes del texto jurídico del Acuerdo de Retirada -derechos de los ciudadanos y factura del Brexit esencialmente-, incluido el periodo de transición y ofrecerán negociar un acuerdo de libre comercio con Reino Unido tras el Brexit.
Eso sí, dejarán claro que las negociaciones solo podrán progresar si todos los compromisos asumidos sobre las condiciones del divorcio se respetan "totalmente", incluida la cuestión más espinosa pendientes como la cuestión de la frontera dura entre Irlanda y Ulster.
Disputa comercial con EEUU y ataque de Salisbury
La disputa comercial con Estados Unidos a cuenta del arancel del acero es uno de los temas "más delicados" que abordarán los líderes, aunque fuentes comunitarias aseguran que los contactos en Washington esta semana entre la comisaria de Comercio, Cecilia Malström y el secretario de Comercio, Wilbur Ross, para lograr que eximan a la UE del arancel "están siendo constructivas y van en la buena dirección", aunque no se puede anunciar todavía que "han aceptado una exclusión".
"Tenemos que esperar resultados finales de nuestras consultas en Washington. Soy un optimista precavido. Pero tengo buenos motivos para pensar que la comisaria Malmtröm será incluso más eficaz de lo que esperábamos hace unos días", ha dicho Tusk, que ha asegurado que "todavía hay tiempo para actuar sensatamente" porque las exportaciones europeas "no son una amenaza para América".
La primera ministra británica, Theresa May, también informará en la cena del a sus colegas del ataque con un agente nervioso contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija en la localidad británica de Salisbury, del que Londres culpa a Rusia, y discutirán los próximos pasos, aunque por ahora "nadie está hablando de sanciones adicionales", ha explicado un alto funcionario europeo.
Se espera que los líderes acuerden "coordinar" su respuesta en función de "las respuestas" que aporten las autoridades rusas según avance la investigación del caso y reclamen mejorar las capacidades de la Unión para hacer frente a ataques químicos, biológicos, radiológicos y nucleares y atajar las amenazas híbridas y en el terreno cibernético. NOMBRAMIENTO DE GUINDOS COMO VICEPRESIDENTE DEL BCE
En cuanto a los temas económicos, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE confirmarán durante su sesión del jueves el nombramiento de Luis de Guindos como nuevo vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) en su sustitución del portugués Vítor Constancio.
El exministro de Economía, Industria y Competitividad superará así el último paso antes de asumir el cargo el próximo 1 de junio, después de haber sido elegido por sus colegas del Eurogrupo y haber recibido el visto bueno tanto del Parlamento Europeo -por una mayoría muy ajustada- y de la propia institución presidida por Mario Draghi.
La nueva propuesta de la Comisión Europea para crear un impuesto que grave al tres por ciento los ingresos de las multinacionales digitales también será discutida por los líderes europeos en el primer día de la cumbre.
Esta iniciativa genera un gran debate entre los socios europeos, puesto que algunos como España, Francia, Italia o Alemania está a favor de crear este gravamen a nivel comunitario, mientras que otros como Irlanda prefieren esperar a que se consiga un acuerdo a nivel internacional.
Finalmente, los 19 líderes de la eurozona mantendrán una última sesión de trabajo el viernes dedicada al futuro de la moneda única. En esta ocasión se centrarán en una de las cuestiones sobre las que hay menos grado de consenso, pues abordarán la posibilidad de crear una capacidad fiscal que pueda cumplir una función de estabilización.
A diferencia de medidas para completar la unión bancaria y fortalecer las competencias del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), la propuesta de crear esta capacidad fiscal genera más discrepancias entre los socios del euro, pero Tusk ha querido incluir este punto de debate para ir avanzando también en los temas más delicados.
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