Los medicamentos para las enfermedades cardiovasculares podrían empezar a escasear desde ya en Asturias. Desde que hace seis meses Bayer comunicara a la Agencia del Medicamento la falta de stock del medicamento Adiro, preescrito para prevenir infartos a aquellas personas con riesgo de padecerlos, la Cooperativa Farmacéutica Asturiana (Cofas) ha cubierto la carencia de ese fármaco con otros 13 genéricos con igual composición. Sin embargo, según ha trasladado el presidente de Cofas, Juan Ramón Palencia, con esas especialidades se ha podido garantizar el suministro «hasta esta semana», ya que advierte que «comenzamos a sufrir roturas de stock».Esto se debe en gran medida a que desde finales del pasado mes de abril, la Cooperativa ha recibido «un 70% menos de las unidades de Adiro que garantizarían el correcto suministro», porcentaje que se ha tenido que suplir con la venta de otros genéricos.
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias confirma que el sector está percibiendo ese desabastecimiento tanto del Adiro como de otros medicamentos con el mismo principio activo, aunque fuentes de este colectivo matizan que «a día de hoy no ha habido falta total de medicamentos en el que la gente quedase sin tratamiento». Así, desde el Colegio no se considera que el desabastecimiento esté poniendo en riesgo a esa parte de la población que tiene enfermedades cardiacas. Los farmacéuticos, a pesar de no ser responsables de estas faltas de suministro, están solucionando el problema «con información a los pacientes y alternativas, como puede ser la sustitución cuando es posible o la formulación magistral», apuntan desde el Colegio de Farmacéuticos, que remonta el problema del desabastecimiento «a principios de junio» de este año.
Pero ¿a qué achaca el sector la falta de unos medicamentos tan importantes para la población? Tanto desde Cofas como desde el Colegio apuntan a que es un cuestión «multifactorial». La concentración de la producción de principios activos en una sola planta, la escasez de materia prima, las políticas de precios de los medicamentos y un incremento puntual de la demanda, muy por encima de la producción, son algunas de las razones que entienden que están ocasionando la falta de suministro, aunque el presidente de la Cooperativa Farmacéutica precisa que «una cosa es el desabastecimiento reconocido oficialmente y otra la falta de suministro que sufren las oficinas de farmacia en su día a día».
Mientras que desde el Colegio consideran que el problema no es solo de España, sino de Europa, Juan Ramón Palencia, de Cofas, señala que «España es el país con más problemas de suministro de Europa». Cifra en que «de cada 100 unidades que pedimos, recibimos 62» y aclara que en la actualidad la distribución no está generando el problema como pudo ocurrir en épocas pasadas. «Es más, tenemos problemas a veces con los socios porque nos envían tan pocas unidades que el repartirlas es muy complicado», explica. No obstante, dice que el desabastecimiento de fármacos «es un problema grave, creciente, global y complejo».
Palencia, como medida para solventar los problemas de suministro que hay con los medicamentos para la prevención de infartos o cualquiera otros medicamentos, ve necesaria «una mejora de la coordinación entre las comunidades autónomas y una unidad de criterios a la hora de decidir qué se considera desabastecimiento». Igualmente, opina que sería «conveniente disponer de un lenguaje común y de un indicador que permita conocer la dimensión del problema». El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias plantea que en coordinación con los demás profesionales sanitarios «debemos poner en conocimiento de la situación a las autoridades sanitarias competentes».
Cofas, por su parte, hace referencia a la propuesta de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) de trabajar «en un sistema de alertas para que los desabastecimientos estén en los sistemas de prescripción de los médicos». Con esto Juan Ramón Palencia entiende que se conseguiría que si un medicamento presenta problemas de suministro, el médico no lo siga recetando para evitar agrandar el problema. Según Aemps, los problemas de desabastecimiento afectan hoy en día a 390 presentaciones farmacológicas en nuestro país, aunque la Cooperativa Farmacéutica Asturiana se fija sobre todo en medio centenar de presentaciones, de las cuáles una veintena tienen más dificultades para encontrar un medicamento sustituto o alternativo. Son, por ejemplo, el Adalat, la Cafinitrina, el Cosopt, el Dulutol o el propio Adiro en sus diferentes dosis.
Este problema, que es frecuente en estos últimos años, «crece en el 2018, según Juan Ramón, debido a la concentración de las plantas de fabricación de las multinacionales y a los bajos precios de los medicamentos en España, que hace que se prefiera mandar a otros países cuando hay un problema de fabricación», concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario