El Gobierno sigue trabajando para poner fin al sector minero en España. En las últimas semanas ha negociado con los distintos sindicatos del gremio dos planes: uno para adelantar la edad de jubilación en el sector y otro para reactivar la economía de las comarcas afectadas, ya que prácticamente la totalidad de los trabajadores perderán sus empleos cuando cierren las minas.
El Ministerio de Transición Ecológica, dirigido por Teresa Ribera, ha bautizado estas medidas como “Plan de Transición Justa” y supondrá un gasto de 1.250 millones de euros. Una de las medidas qué más se ha destacado en prensa en las últimas semanas es la edad de jubilación de los mineros, que se situará en los 48 años.
El Instituto Internacional de Derecho y Mediambiente (IIDM) recuerda que en España hay 15 centrales térmicas de carbón que funcionan principalmente con carbón importado de Colombia, Rusia y Sudáfrica, de las que tan sólo algunas de ellas han funcionado quemando carbón autóctono de Asturias o Castilla y León.
La mayoría de minas están incluidas en el Plan de cierre de Minas de Carbón aprobado por la Comisión Europea y la mayoría de centrales se encuentran bajo un régimen de excepción temporal a la obligación de reducir emisiones conocida como Plan Nacional de Transición (PNT) bajo la Directiva de Emisiones Industriales de la UE (DEI) en vigor hasta el 30 de junio de 2020.
El Gobierno llegó en 2016 a un acuerdo con la Comisión Europea para cerrar antes de que termine el presente año las explotaciones de carbón de interior. El organismo europeo permitió a España destinar 2.130 millones millones para llevar a cabo todo el proceso. A cambio, el Ejecutivo de aquel momento se comprometió a cerrar el grifo de las ayudas
El mencionado Instituto recuerda que la “transición energética” se ha obstaculizado por las “reticencias de algunos gobiernos regionales y por el nacional” y añade que es “ urgente que se establezcan bases sólidas” para llevarlas a cabo.
Formación
En aras de encontrar un futuro laboral para los mineros que pierdan su empleo, el Gobierno quiere poner en marcha un plan formativo que facilite la búsqueda de un nuevo trabajo en distintos ámbitos industriales y energéticos. Contarán con un orientador a cada uno de ellos.
Para valorar la supervivencia de las explotaciones de carbón, desde el IIDMA apuntan a la transformación económica que ya se está dejando notar a nivel global. La automatización y la robotización industrial podría acabar con el trabajo en el subsuelo. Mientras que en los 90 había 25.000 empleos directos en la extracción del mineral, ahora hay 2.200.
En los años dorados había 234 empresas que producían algo más de 19 millones de toneladas de carbón por las 10 sociedades que ahora producen 2.700 millones. El cierre de minas conllevaría, por lógica, la pérdida de esos trabajos. Fuentes del sector energético han planteado la posibilidad de crear un plan de empleo que orientase a los mineros a trabajar con las nuevas fuentes de energía, algo que ha sido escuchado por parte del Gobierno.
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