miércoles, 6 de febrero de 2019

Cataluña vuelve a la carga....

El ‘procés’ y la extraña relación entre el Govern de la Generalitat y el Gobierno de España han provocado una parálisis total en la política de Cataluña en el último año. La región no tiene Presupuestos desde 2017 y apenas genera actividad parlamentaria. Sin embargo, esta situación de indefinición en el avance independentista ha generado el caldo de cultivo óptimo para que la economía catalana vuelva a florecer.
Así lo ponen de manifiesto los últimos indicadores del año 2018, que muestran un repunte notable de la actividad de la mano del consumo privado y el turismo. Precisamente estos fueron los indicadores que flaquearon tras el referéndum del 1-O y la posterior oleada de protestas que desembocaron en la declaración unilateral de independencia y la aplicación del artículo 155 de la Constitución española.
Un año después, Cataluña ha conseguido recuperar las tasas de crecimiento que tenía antes del referéndum. Y lo ha hecho en un contexto económico de desaceleración, lo que demuestra hasta qué punto existió una ralentización del crecimiento como consecuencia del proceso independentista. Según las estimaciones de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal), Cataluña creció un 0,8% en el cuarto trimestre del año, un ritmo de expansión que no se veía desde la primavera de 2017.
Este avance permite a la región adelantar a España en avance del PIB y situarse otra vez a la vanguardia del crecimiento en el país. De esta forma, Cataluña ha conseguido dejar atrás la fase de ‘valle’ en su economía provocada por la incertidumbre del 1-O. La situación política actual ha perpetuado la indefinición política, pero al menos ha generado un escenario de calma que ha devuelto la confianza a los agentes económicos.
Esta recuperación no se limita a un dato macroeconómico, sino que llega a la calle en forma de más empleo. Antes del 1-O, las afiliaciones a la Seguridad Social en Cataluña crecían a ritmos del 5% interanual, claramente por encima del conjunto de España. Sin embargo, tras el referéndum, el ritmo se frenó hasta el 3%, esto es, dos puntos menos en apenas unos meses. Desde octubre, este indicador ha vuelto a repuntar y el avance ahora alcanza el 3,5% y se sitúa ya en línea con el resto de España.

Recuperación y riesgo

El turismo estuvo en la base de la desaceleración de la actividad en Cataluña tras el 1-O y ahora está liderando la recuperación. El gasto total de los turistas en la región se disparó un 22,7% en diciembre respecto del mismo mes del año anterior. Este es el mayor crecimiento del gasto de toda la serie histórica de la 'Encuesta de gasto turístico' (Egatur) que realiza el INE desde 2015, y supone duplicar la tasa de crecimiento del conjunto de España.
En toda la serie, solo se produjo un retroceso durante los meses de noviembre y diciembre de 2017, coincidiendo con el periodo de mayor incertidumbre política y social tras el referéndum. Durante varias semanas, las protestas en las calles ocuparon los medios internacionales, lo que hizo que muchos turistas internacionales buscasen una alternativa a Cataluña. En esos meses, se hundieron los ingresos de los hoteles de la región, que se vieron obligados a bajar los precios para frenar la caída de la demanda.
Un año después, esa incertidumbre se ha disipado, de modo que los turistas vuelven a llegar a la comunidad. El cierre de 2018 augura un año muy positivo para el sector, lo que supondrá un estímulo para el conjunto de la economía.
El repunte de la confianza empresarial se refleja en el avance en la creación de sociedades mercantiles en Cataluña. Después de dos años en negativo, el número de sociedades en Cataluña volvió a crecer con fuerza en octubre, y en noviembre registró un incremento internual del 9,1%. Por primera vez desde julio de 2017, crece más rápido el número de nuevas empresas en Cataluña que en España.
Todos estos datos muestran el buen ritmo con el que acaba el año Cataluña y las previsiones optimistas para 2019 si la situación política y social no se deteriora. Ceprede (Centro de Predicción Económica) prevé que la economía catalana avance un 2,4% este ejercicio, por encima de la media nacional, que será del 2,3%.
Ceprede prevé que la economía catalana avance un 2,4% este ejercicio, por encima de la media nacional, que será del 2,3%
Sin embargo, estas buenas previsiones pueden venirse abajo fácilmente, como se demostró tras el 1-O. La percepción del riesgo de ruptura de Cataluña con España es mínima en el sector empresarial, lo que da pie a que hayan vuelto la inversión y la contratación, pero este equilibrio es delicado y puede romperse en cualquier momento. La agencia de calificación Fitch informaba a sus clientes, en su último informe sobre España, que uno de los mayores riesgos de la recuperación reside en Cataluña. “Hay riesgo de una resolución desordenada de la política independentista del Gobierno de Cataluña”, señalaba Fitch.
Si bien es cierto que la parálisis actual ha ayudado a reducir la incertidumbre en la comunidad, la mecha podría prender en cualquier momento. La tensa relación entre los partidos independentistas con el Gobierno de Pedro Sánchez evidencia hasta qué punto la situación puede romperse en cualquier momento. Además, en las próximas semanas se desarrollará el juicio del 'procés', que puede tener una respuesta inesperada en las calles.

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