La política fiscal enfrenta a los partidos asturianos en campaña
Todas las formaciones plantean mantener el sistema público de pensiones y Vox quiere impulsar además otro mixto y voluntario
La fiscalidad es uno de los grandes caballos de batalla en todo proceso electoral. Las propuestas de los diferentes partidos evidencian las profundas diferencias ideológicas y dibujan dos grandes bloques con posiciones antagónicas. Las elecciones del 10 N no son diferentes. Los programas de las cinco formaciones con representación parlamentaria que se presentan en Asturias evidencian estos desencuentros, con dos maneras muy diferentes de entender la fiscalidad. Mientras en la izquierda se apuesta por aumentar la progresividad en los impuestos para garantizar la «justicia social» y el mantenimiento de los servicios públicos, la derecha muestra una amplia batería de rebajas con la intención de revitalizar la iniciativa privada y de que sean los ciudadanos los que decidan qué hacer con su dinero.
Las diferencias en los programas son muchas. Respecto a los impuestos ya existentes, las principales pueden encontrarse en los de sucesiones, donaciones y el IRPF. La propuesta del PSOE se basa en la redistribución de la riqueza que contribuya a la «reducción de las desigualdades y a generar recursos para el mantenimiento de los servicios públicos», señala su candidata por Asturias, Adriana Lastra. Con la máxima de la eficacia en el gasto y la lucha contra el fraude por bandera, los socialistas no contemplan cambios significativos en sucesiones, donaciones y el IRPF, pero sí una reforma para acabar con la «escasa tributación» de las grandes corporaciones, el sector financiero y las grandes empresas tecnológicas. Otro de sus planteamientos pasa por corregir la «insuficiente e ineficaz» fiscalidad ambiental. El programa de los socialistas sí que incluye una rebaja, la «desactivación de la tasa rosa», el incremento del precio de un producto cuando se trata de su versión femenina. Además, plantean bajar el IVA de los productos de higiene femenina al 4% al tratarse de artículos de primera necesidad.En el bloque de la izquierda también se encuentra Unidas Podemos, que basa su programa en la máxima de que «contribuya más quien más tiene» para «acabar con los privilegios y garantizar una financiación adecuada de las políticas públicas», explican en su programa. Un programa que, como el del PSOE, destaca la necesidad de acercar la recaudación española a la media europea, ocho puntos superior. Unidas Podemos plantea así una amplia batería de medidas que incluyen un impuesto a la banca, a las transacciones financieras especulativas, a las operaciones de la economía digital y a las grandes fortunas, entre otros. En cuanto al IRPF, este partido pretende hacerlo «más progresivo» bajándolo «a los salarios más bajos» y aumentándolo en «a los más altos». Así plantean un tipo del 47% para rentas de más de 100.000 euros y del 55% para las que superen los 300.000, eliminando además las deducciones a las rentas más altas. También quiere este partido aumentar la progresividad en sucesiones y donaciones que los herederos con menos patrimonio y mayor grado de consanguineidad paguen menos. En cuanto a las rebajas, plantean reducir el IVA de más alimentos y bebidas no alcohólicas al 4%, que las personas hipotecadas recuperen todos los impuestos y reducir el impuesto de sociedades a las pymes.
En el bloque de la derecha los planteamientos son bien diferentes. El PP quiere eliminar los impuestos de sucesiones y donaciones, así como los de patrimonio y actos jurídicos documentados. Además, plantean una rebaja del tipo máximo del IRPF hasta situarlo por debajo del 40%, con deducciones en las comunidades en las que gobiernen. En el impuesto de sociedades también plantean una rebaja, para situar el tipo máximo por debajo del 20%. Otro de los planteamientos del PP es el de reducir las cotizaciones sociales, especialmente para la contratación de jóvenes y parados de larga duración. Los «incentivos fiscales» para empresas innovadoras forman parte también del planteamiento de un partido que plantea reducir el IBI hasta el mínimo legal en todos los ayuntamientos en los que gobiernen.
El programa fiscal de Ciudadanos está muy centrado en las familias. Además de suprimir los impuestos de sucesiones y donaciones y no plantear ninguna nueva tasa, Ciudadanos quiere bajar el IRPF a las familias hasta dejar el tipo máximo en el 44%. También plantean rebajar el de sociedades a las pymes hasta el 15% y un amplio paquete de medidas destinadas a la mejora de la situación de los autónomos, quienes, al igual que las pymes, no tendrán que volver a adelantar el IVA.
El tercer partido de la derecha, Vox, pretende suprimir los impuestos de sucesiones, donaciones, patrimonio y plusvalías municipales, además de hacer una «rebaja radical» en el IRPF, con un tipo máximo del 20% hasta los 60.000 euros anuales y un 30% para cualquier renta superior. Bajar el de sociedades al 20%, con un descenso hasta el 5% en caso de que los beneficios reviertan en la empresa es otra de las medidas que plantea Vox, junto con la reducción del IVA al 4% para la compra de productos y fármacos infantiles y geriátricos.
Otro de los grandes asuntos de la campaña electoral son las pensiones. Todos los partidos tienen en su programa el mantenimiento del sistema público. Tanto el PSOE como Unidas Podemos pretenden acometer un «blindaje» del sistema y también de la actualización de las cuantías que perciben los pensionistas, siempre ligadas al IPC.
En lo que se refiere al mantenimiento del sistema, no se aprecian grandes diferencias programáticas entre las diferentes formaciones, más allá del grado de especificidad sobre cómo acometer las reformas necesarias para su sostenibilidad. La gran novedad es la inclusión de Vox de impulsar un «sistema mixto para aquellas personas que, con carácter voluntario, quieran acogerse a él», señala el candidato de la formación por Asturias, José María Figaredo.
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