martes, 9 de junio de 2020

La Banca abre la mano...

Adelantado en 
Hipotecas, préstamos preconcedidos y créditos a pymes se abarataron hasta niveles nunca vistos en abril. El golpe asestado a la economía por el coronavirus hizo que las entidades tuvieran que apretarse el cinturón y bajar el precio de sus principales productos. Así, las hipotecas descendieron por primera vez del 1,9% (TAE), los preconcedidos, por debajo del 3%, y los de pymes, hasta cerca del 2%, según datos del Banco de España. Estas rebajas son puntuales, a la espera de que se normalice la situación, aunque los bancos siguen sin ver todavía la luz al final del túnel.
Abril fue también un mes de locos en cuanto a volúmenes. La demanda de las familias se secó hasta 4.892 millones durante el confinamiento de abril, el nivel más bajo desde agosto de 2016 y un 40% menos que en el mismo mes del año pasado.
Por contra, la concesión de préstamos a las compañías se disparó ante la puesta en marcha de las líneas públicas de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO). De este modo, los bancos firmaron créditos con empresas por valor de 53.342 millones, el mayor importe desde diciembre de 2011, en plena oleada de refinanciaciones por la anterior crisis.
Este volumen se movió a precios más bajos para las pymes, pero más altos para medianas y grandes empresas. De esta forma, se han acercado los niveles de estos tres segmentos El resultado es que las pymes pagaron de media un 2,21% por sus préstamos (TAE), las medianas un 1,74%, y las grandes un 1,58%. Los bancos se comprometieron con el ICO a no encarecer estas líneas de financiación, manteniéndolos a niveles próximos a los últimos meses. En el caso de las medianas y las grandes, hay un salto importante en abril, aunque hay que tener en cuenta que en marzo pidieron mucha financiación a corto plazo, lo que distorsiona la serie histórica.
Mientras las entidades no dieron abasto con los créditos a empresas durante el mes de abril, la actividad con clientes particulares se estancó. Uno de los segmentos más llamativos fue el del crédito al consumo, donde la nueva producción se desplomó un 78%. Lógicamente, al estar confinadas, las familias consumieron menos y no necesitaron pedir créditos.
Sin embargo, a los que sí que recurrieron los clientes particulares fue a los créditos preconcedidos, incluidos dentro del apartado de otros fines en la clasificación del Banco de España. Las familias tiraron de este recurso con la mayor intensidad desde junio de 2011, en plena crisis financiera y repunte del paro. Los usuarios emplean este tipo de créditos para tener liquidez con la que afrontar, entre otros gastos, el pago de facturas.

Precios por los suelos

Este tipo de financiación se comercializó al 2,75%, el tipo más bajo de la historia. En el caso del consumo, los precios ofrecidos por las entidades no marcaron mínimo histórico, pero se quedaron cerca de ello. Se comercializaron este tipo de préstamos al 7,41%, el mínimo desde 2010, cuando se marcó el nivel más bajo de la historia: un 7,32%. Este nicho de negocio está bajo el foco de los supervisores, que temen que genere la primera oleada de morosidad en la banca.
Tras esta situación en abril, las entidades consultadas explican que mayo fue de moderada recuperación de la actividad, aunque en el sector se asume que acabará el año con una caída en la concesión de hipotecas del 35-40%, y en mayor medida en consumo. Aun así, el negocio de empresas y la recuperación de la facturación de las tarjetas hacen que las entidades empiecen a ver algo de agua en el vaso.
La clave del año para los bancos estará en la evolución del crédito en verano y si llega el temido rebrote en otoño-invierno y, en su caso, la intensidad del mismo. En el mejor escenario, las entidades creen que podrán salvar el año sin sustos adicionales y con un saldo mejor del esperado en nuevos créditos. En caso de que se cumplan los escenarios más pesimistas marcados por el Banco de España, el desplome será histórico.

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