jueves, 6 de junio de 2024

Uno más de menos....Un Carbayón con mayúsculas...Sit Tibi Terra Levis.

Oviedo llora a Adolfo Casaprima, el escritor que hizo del carbayonismo su vida Fallece a los 63 años el escritor y editor, periodista, gastrónomo y autor de innumerables monografías sobre la historia local Adolfo Casaprima en los jardines de La Rodriga Adolfo Casaprima en los jardines de La Rodriga / FERNANDO RODRÍGUEZ Chus Neira Chus Neira 06 JUN 2024 4:09 Actualizada 06 JUN 2024 9:30 Hace un mes, cuando LA NUEVA ESPAÑA le sentó para la que ha resultado ser su última entrevista, Adolfo Casaprima Collera (Oviedo, 1961) ya presentía que el paso por el quirófano que tenía programado para los próximos días podía acabar mal, como se confirmó ayer por la tarde con su fallecimiento. Realista más que resignado, el escritor y editor no dejó por ello de trabajar hasta el último momento, con un libro más sobre la historia de su ciudad, "Repostería típica de Oviedo", con la tinta aún caliente y por presentar, que se suma a la larguísima serie de trabajos que dedicó a su tierra. Con él, Oviedo pierde a un hombre que hizo del "carbayonismo" una forma de estar en el mundo, desde sus primeras etapas como periodista en distintos medios de la región hasta su infatigable trabajo como editor. Hijo del joyero Adolfo Casaprima Álvarez, tercero de cinco hermanos, el mayor de los varones, fue alimentado "hasta la médula" y desde la cuna con ese carbayonismo en el que luego pudo ahondar en sus libros. Real Oviedo, Sociedad Filarmónica, las dos Balesquidas, la SOF y hasta la Capilla Polifónica contaron con él desde niño, un chaval crecido en la calle Campomanes que distribuía su campo de juego entre los jardines de La Rodriga y el Antiguo. En una foto junto a Úrculo. En una foto junto a Úrculo. / LNE Estudió en el colegio de la Gesta y en el Alfonso II, orientado e interesado ya por la literatura, de forma que acabó cursando la carrera de Hispánicas en el edificio de la plaza Feijoo. En sus años universitarios comenzó a publicar en revistas y por mediación de Manolo Avello ingresó en el "Correo de Asturias", donde ejerció como periodista en la sección de Cultura entre 1986 y 1989. Se incorporó después a LA NUEVA ESPAÑA, diario en el que se mantuvo hasta 1995 y donde inició sus trabajos más vinculados a la historia local que luego continuaría como editor, en una serie basada en una exposición de láminas sobre el ayer y hoy de la ciudad. Mediada la década, una invitación a redactar el libro sobre la historia de la Sociedad Filarmónica le llevó a dejar la prensa e iniciarse como empresario librero. "Una vida para la música", historia sobre la institución melómana de 1907 a 1994 inició de esta forma una larga serie de trabajos monográficos centrados en Oviedo, muy bien documentados y con ediciones primorosas. Destacan en esa larga lista de "bellos libros" los dedicado al Campo, al Fontán, al Carbayón, al Rallye "Príncipe de Asturias" o a la Ópera. Con el cambio de siglo, Adolfo Casaprima regresó al mundo del periodismo, pero como director de Oviedo Televisión. Estuvo al frente de la cadena seis años, entre 2002 y 2008, labor que compaginó siempre con sus proyectos editoriales. Como autor cultivó también la ficción, con la novela "El inventor de sueños", que fue reconocida con el premio "Asturias" de la Fundación Dolores Medio a la mejor novela en castellano en 2017 y con el Premio de la Crítica de la Asociación de Escritores de Asturias en 2019. La obra, que publicó KRK, recogía de manera indirecta su visión de Oviedo como ciudad cosmopolita, abierta a los viajeros de todo el mundo, imán de escritores, contraria, como él siempre mantenía, a la idea de la ciudad dormida y aburguesada. Colaborador y amigo Rafael Secades, cofrade mayor de la Real Cofradía de Amigos de los Quesos del Principado de Asturias, lamentaba ayer la pérdida "de un buen amigo en el sentido más amplio de la palabra" y un "colaborador magnífico de la cofradía, querido y acompañado". Con su novela "El inventor de sueños". Con su novela "El inventor de sueños". / LNE El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, tuvo también un recuerdo para "un hombre entrañable", con el que "tenía una gran relación de años". "Fue, sin duda, una de las personas que mejor conocía la historia de Oviedo y que más se implicaba en su progreso diario, es una enorme pérdida para nuestra ciudad", declaró. La última archivera del Ayuntamiento, Ana Herrero, destacó "su gran contribución a la historiografía local, su seriedad y profundo estudio de los documentos y su generosidad al compartir los datos obtenidos y sus fuentes, como se puede ver en las numerosas notas en sus publicaciones, en las que indicaba hasta la signatura y número de folio". El vicepresidente de la Sociedad Filarmónica de Oviedo, Manuel Álvarez-Buylla, mostró su tristeza por el fallecimiento, tan joven, de un colaborador que les dejó "una joya", "la obra más completa y documentada de la Sociedad Filarmónica" y con el que esperaba contar para una próxima exposición sobre la entidad. Entre sus últimos intereses destacan los de la gastronomía. Se introdujo en el mundo de las cofradías y los manjares por sus investigaciones sobre el Desarme, al que también le dedicó un libro, como a los quesos de Asturias, a cuya cofradía también pertenecía. Con este interés en la cabeza, y animado por la Capitalidad Gastronómica que ostenta este año la ciudad, dio a imprenta este año "Repostería típica de Oviedo", su último libro y su último ejercicio de dulce, ilustrado y buen carbayonismo.

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