Atrás han quedado las dudas físicas que generaron su eliminación en primera ronda de Wimbledon. El español, que incluso ha confirmado su regreso a la Copa Davis tal y como adelantó El Confidencial, se encuentra pletórico y ya ni siquiera recuerda ese mal trago tras morder el polvo en la hierba de All England Club. Ahora son todo parabienes y el reinado de Novak Djokovic se encuentra seriamente amenzado. El próximo en pasar por el rodillo Nadal será el alemán Philipp Kohlschreiber.
No es el manacorí un hoombre dado a lanzar las campanas al vuelo, pero su rostro denota felicidad, que se encuentra cómodo en la pista, que disfruta haciendo lo que más le gusta y lo que mejor sabe hacer, jugar al tenis. Ése es el mejor síntoma para que todos creamos en que recuperar el número uno de la ATP es más que posible. La temporada de Nadal está siendo inmaculada y puede poner el broche de oro en tierras americanas, veremos si con el título, encabezando la clasificación mundial o con ambas cosas. El camino aún es largo, pero las sensaciones a día de hoy no pueden ser mejores.
Ferrer y Robredo también pasan ronda
Por su parte, David Ferrer también está en octavos tras superar en cuatro mangas de un duro partido al kazajo Mikhail Kukushkin, que accedió al cuadro principal a través de la fase previa. Ferrer, ganador este curso en Auckland y Buenos Aires, accedió por quinta vez a la cuarta ronda en Flushing Meadows después de superar a Kukushkin en dos horas y 51 minutos y por 6-4, 6-3, 4-6 y 6-4.

El tenista de Jávea juega por undécima vez en Nueva York. Para llegar a octavos, este año ha superado sucesivamente al australiano Nick Kyrgios, a su compatriota Roberto Bautista Agut y a Kukushkin. Lleva cuatro años seguidos alcanzando al menos la cuarta ronda en Flushing Meadows, en donde ha ganado 26 partidos y ha perdido 10.
Tommy Robredo, decimonoveno cabeza de serie, también cumplió con los pronósticos y aunque tuvo que trabajar duro, especialmente en el primer set, venció por 7-6(6), 6-1, 4-6 y 7-5 al británico Daniel Evans, en un partido que duró tres horas y 13 minutos. Robredo, de 31 años, que alcanzó por octava vez la cuarta ronda del Abierto, en las 12 participaciones que ha tenido.

El tenista de Hostalric tendrá un rival tremendamente duro en esta ronda octavos, ya que se mide ni más ni menos que al suizo Roger Federer