La EPA del primer trimestre ofrece datos negativos
Se interrumpe la mejoría del empleo y la lenta reducción del paro se debe a la disminución de la población activa, lo que eleva la tasa de paro al 25,9%
En el primer trimestre de 2014 el número de personas con empleo se redujo en 184.600, un 1,08. En cifras desestacionalizadas esto supone un descenso del 0,10%, un dato que interrumpe la tendencia a la mejora del empleo que se venía registrando a lo largo de los últimos trimestres. Esta es la primera mala noticia que ofrece la Encuesta de Población Activa este trimestre.
Por su parte, el número de parados se redujo en el mismo trimestre en solo 2.300 personas, hasta un total de 5.933.300 parados. Esta reducción es del 0,04% (-2,20% en cifras desestacionalizadas), pero la tasa de paro se eleva en dos décimas, hasta el 25,93%.
La reducción del desempleo en el primer trimestre obedece, por tanto, a una caída de lapoblación activa, de 187.000 personas, que sitúa el número de activos en 22.883.900, descendiendo la tasa de actividad al 59,36%, la más baja desde 2007.
La aceleración del retroceso de la población activa es la segunda mala noticia, y refleja el desánimo de una parte creciente de los desempleados, una parte de los cuales, fundamentalmente extranjeros, está abandonando nuestro país, y otros, esencialmente españoles, dejan de buscar empleo.
La reducción del empleo afectó más a la población autóctona (-100.000) que a los extranjeros (-84.600). Se destruyó más empleo asalariado con contratos temporales (-112.400 personas), pero también empleo asalariado con contrato indefinido (-51.600) y más empleo a tiempo completo (-176.800) que a tiempo parcial (-7.800), lo que incrementa una vez más la proporción de este tipo de empleo cada vez de peor calidad.
Los datos de la variación anual de las principales variables muestran una destrucción de 79.600 empleos y una caída del número de parados de 344.900, que obedece exclusivamente a una disminución de la población activa de 424.500 personas menos.
El número de hogares con todos sus miembros activos en desempleo aumenta este trimestre en 53.100, hasta alcanzar prácticamente la cifra de dos millones (1.978.900). Y a su vez, el número de los que tienen a todos sus miembros activos ocupados cae en 27.900.
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Del análisis de los anteriores datos hay dos aspectos, a juicio de EFC, que reflejan y resumen la situación:
- El cambio en el empleo es aún ficticio. No solo porque se haya destruido empleo (y aún mucho) en el trimestre, sino porque la ilusión de cambio que se quiere transmitir con la mejora de las tasas interanuales en realidad no tiene hasta el momento justificación suficiente, y los datos de este trimestre muestran que aún estamos lejos de alcanzar una situación favorable del Mercado de Trabajo.
Los datos de flujos ofrecidos por la EPA, así lo demuestran. El cambio que se refleja en las tasas de variación del empleo es resultado más de la menor destrucción de empleo (que se va reduciendo a medida que se atenúa el suicida ajuste fiscal que se estaba realizando), que de una mayor creación de empleo, que este trimestre es la segunda más baja de toda la crisis, incluso menor que la de 2012, y mucho más baja que la de 2010 y 2011.
Asimismo, los datos desestacionalizados, como hemos dicho, muestran la interrupción de la tendencia de mejora, con lo que la tasa de variación intertrimestral vuelve a tasas negativas tras solo un trimestre después de alcanzar las cifras positivas.
En términos de variaciones de los stocks, los negativos datos de empleo en el trimestre (-185.000) podrían haber sido incluso peores si no los hubiera en parte salvado la campaña agrícola sobre todo en Andalucía, y en menor grado el empleo el sector público:
- son claramente negativos en la Industria y en los Servicios, y continúan mostrando un fuerte ajuste en la Construcción.
- son muy negativos en el sector privado, en particular en el empleo a tiempo completo y en los empleos por cuenta propia, pero también entre los asalariados, tanto para los temporales como para los indefinidos.
- el empleo crece solo en un pequeño número de CCAA con fuerte peso del sector primario, mientras se hunde en las más industriales (otro indicio de fondo muy negativo, que por cierto cuestiona la tesis de la expansión de la demanda externa a través de la devaluación salarial).
2. En realidad no hay menos desempleados, ni por supuesto menos paro, lo que hay es más personas desempleadas que se han ido del país y más que se han convertido en inactivas (no buscan empleo) por desánimo:
- En el último año no se ha creado ni un solo empleo, en términos netos, sino que se han destruido 80.000 puestos de trabajo.
- Pero han desaparecido 425.000 activos (la población activa se reduce a una tasa irracional y desconocida del -1,8%).
- En términos de flujos, la entrada en la actividad es la más baja en un primer trimestre de todo el periodo de crisis. Y el flujo de salida de los activos es, junto con el registrado el primer trimestre de 2010, el mayor de este periodo.
- En consecuencia, no es que haya menos paro, es que los desempleados se van del país, o dejan de buscar empleo: la peor de las posibles vías de reducción del desempleo.
- Lo cual de nuevo se comprueba muy bien en términos de flujos, porque el flujo de salida de desempleados y entrada en la inactividad es el mayor que se ha registrado en un primer trimestre de toda la crisis.
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Estos datos, por lo tanto, se encuentran entre los peores registrados, tanto en términos de respuesta del sistema productivo a la creación de empleo, como en el aspecto de mayor desánimo de los desempleados que termina por ocasionar su abandono de la actividad.
Si siempre es una buena noticia que baje el número de personas desempleadas, lo es muy poco que esa reducción obedezca a una caída de la población activa y no a la creación de empleo, que sigue destruyéndose. Y una cifra de 5.933.300 parados, con una tasa de paro del 25,93%, no puede permitir declaraciones fuera de lugar de responsables políticos.
Economistas Frente a la Crisis
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