Asturias entra en la vía lenta de la recuperación
Los expertos vaticinan que el Principado saldrá de la crisis más tarde que el resto de España y con el lastre del desempleo
Lunes28 de abril de 2014
Aunque la economía española crece ya con el mayor ritmo desde 2008, año en el que comenzó la crisis, la asturiana se queda rezagada. Esa es al menos la apreciación que hacen los expertos, que muestran una gran cautela, cuando no pesimismo, respecto al futuro de nuestra región. En cualquier caso, y aunque se vislumbra una moderada recuperación (endeble por ser muy dependiente de la coyuntura industrial) lo que parece más claro es que el problema del desempleo persistirá mientras no haya cambios estructurales en la economía. Y ello es además urgente. La solución, dicen los estudiosos y analistas de la economía, pasa por invertir en talento y nuevas tecnologías y en modernizar los sectores tradicionales, como el industrial, el agroalimentario y el turismo.
Las últimas predicciones de Hispalink, el equipo técnico que realiza los informes económicos y perspectivas de la economía asturiana, apuntan a que el año 2014 supondrá un cierto punto de inflexión ya que, después de las caídas del PIB de los últimos años, se esperan para 2014 tasas ligeramente positivas. “Si bien --explica Ana Jesús López-- este cambio de signo es “esperanzador, conviene ser prudentes ya que en el caso de Asturias la tasa prevista es muy discreta (0,5%) respecto a una media nacional en torno al 1%”.
Las perspectivas más favorables corresponden a los servicios, que en 2014 podrían crecer en Asturias a tasas superiores al 1%, similares a las esperadas para el conjunto nacional. Este sector resulta fundamental debido a su importante peso sobre el PIB y el empleo regional, y parece que los indicadores coyunturales disponibles para estos primeros meses de año (viajeros, pernoctaciones, matriculación de turismos, ventas, ...) permiten ser optimistas tanto en la rama de transportes y comunicaciones como en otros servicios destinados a la venta.
Francisco González, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Oviedo y exdecano de la Facultad de Económicas califica de “muy moderado” el crecimiento previsto para España del 1,5% en los próximos dos años, tal como anunció el Banco de España “y para Asturias no habrá que ser más optimistas ya que nuestro crecimiento está por debajo de la media española”. Concreta el incremento en apenas un 1% a corto y medio plazo, por lo que “no hay perspectivas de cambio significativas y estamos abocados a un crecimiento moderado”. Esto significa --añade-- “que se mantendrán las altas tasas de paro y que persistirá el grave problema de la deslocalización de empresas que Asturias está sufriendo en los últimos años”. Para González tampoco se ven perspectivas de que se capten nuevas inversiones extranjeras “porque no ha habido cambios estructurales que hagan revertir esa tendencia”.
ATRAER INVERSIONES EXTRANJERAS
El catedrático de Finanzas de la Universidad de Oviedo cree que para analizar la situación hay que distinguir entre el corto plazo, periodo “en el que dependemos de nuestros sectores tradicionales” y el medio y largo plazo, “en el que sería deseable atraer inversiones extranjeras en sectores innovadores y de desarrollo aprovechando el capital humano que hay en Asturias de gente con conocimientos en tecnologías”. A su juicio, es necesario crear sectores nuevos, aunque sin prescindir de los tradicionales como el siderometalúrgico, el agrario o el turístico porque pueden tener posibilidades siempre que haya en ellos una mayor innovación.
Hispalink también apuesta por los sectores tradicionales ya que “el sector industrial es clave en la economía de Asturias y, aunque nuestras predicciones apuntaban a un estancamiento en este sector, parece que algunas ramas como el metal, que tienen gran protagonismo, se están comportando de forma dinámica”. Este buen comportamiento resulta fundamental para las exportaciones regionales pero -añade Ana Jesús López- “también tiene un importante impacto en el empleo tanto directo como inducido sobre otras actividades”.
Desde RegioLab (Laboratorio de Análisis Regional) se muestran menos optimistas, a tenor de los datos de crecimiento en España. Fernando Rubiera Morollón, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, especialista en economía urbana, cree que “el proceso de recuperación que estamos viendo es muy moderado y no genera empleo, que es nuestro gran problema y para conseguir esto hay que recorrer aún un camino largo”. Para Rubiera el principal problema en este momento es nuestra elevada dependencia de Arcelor que, “aunque tira para arriba de la economía es peligroso que seamos tan dependientes de una sola empresa”.
Coincide con su colega Francisco González en que hay que trabajar en dos direcciones, en el corto plazo “en el que tenemos que aceptar lo que sea siempre que cree empleo” y a medio y largo plazo, periodo en el que “deberíamos esbozar una estrategia de especialización inteligente y coger lo que es bueno y apoyarlo, aprovechando lo que tenemos”. Pone como ejemplo la industria ligada a sistemas tecnológicos, energías renovables o la propia Universidad. Sin embargo cree que se necesitan inversiones en tecnología y conocimiento para poder aplicarla.
Todo ello no se podrá realizar sin cambios estructurales y “señalizando a la región como un territorio avanzado, por ejemplo, haciendo que se hable de Asturias y no se relacione con el carbón, sino con la robótica y lo valoren. Eso se hace con un esfuerzo mayor en I+D que el que están haciendo otras regiones. Si tú dices “Bilbao” piensas en industria pero también en modernidad. Eso es lo que hay que conseguir, que se diga “Asturias” y se piense, por ejemplo, en parques científicos”.
Rubiera cree que la crisis tiene dos momentos clave: la entrada y la salida y que en ambos las decisiones que se tomen pueden cambiar la evolución de una región y determinar su futuro. Pero observa que en España se tarda mucho en salir de la crisis por el peso del derrumbe del ladrillo, algo que no ocurrió en el Principados aunque “al final nos tocó porque bajó la demanda industrial”. Por eso cree que ahora, que parece que se está saliendo de la crisis, “es un momento muy importante para saber hacia dónde ir, preparar una estrategia global asumida por las instituciones y las empresas y diseñar un modelo para Asturias realista pero que aspire a algo mejor”. En este sentido propone que toda acción que se haga esté integrada en ese modelo cuyo objetivo debe ser “especializarnos inteligentemente en sectores que tengan futuro” aunque también en “sectores como el primario, muy afianzados en Asturias dándole un giro como puede ser el de los alimentos ecológicos o el turismo rural e introducir en el sector más tecnología para obtener un mayor valor añadido”.
Este experto en economía aplicada cree que la puesta en marcha de este modelo es urgente “porque los talentos se están marchando fuera y la tendencia es ir hacia la decadencia debido al envejecimiento de la población. Es hora de coger el toro por los cuernos, sin esperar más”. En cualquier caso y aunque se renueve el tejido económico de la región “hay que tener en cuenta que no se va a generar tanto empleo como en épocas pasadas, eso no lo volveremos a ver, aunque el que se cree debería ser más estable y cualificado”. Este modelo no se podría entender sin la presencia de la Universidad “aunque debe de plantearse una reorientación hacia el mundo empresarial y atraer a estudiantes de fuera”.
CRECEN LOS SERVICIOS
En el nuevo modelo económico asturiano habrá algunos cambios. Los auguran desde Hispalink que, aunque entienden que no va a ver una desaparición de sectores clásicos como la minería o el campo, “parece claro que la estructura sectorial de Asturias cada vez es más especializada en servicios, como muestra la última Contabilidad Regional de España publicada recientemente por el INE. Según estos datos, los servicios ya suponen casi un 69% del PIB regional mientras la agricultura representa sólo un 1,75% y el peso de la construcción se ha reducido”, explica López.
El secretario de Acción Sindical de Comisiones Obreras de Asturias, Gilberto García, cree que los últimos datos sobre la recuperación económica no despejan la preocupación presente “porque es un crecimiento escaso e insuficiente para sacar el empleo adelante ya que aunque esté creciendo la demanda exterior y la exportación, la demanda interna no crece y eso no es válido”. A su juicio, la economía seguirá estancada mientras los salarios no crezcan y persista la precariedad en el empleo “porque mientras eso no ocurra no va a haber fluidez en la demanda y en el consumo”.
García recuerda que Asturias siempre tarda más en entrar en las crisis “pero también en salir” y entiende que las reformas laborales han llevado en toda Europa a una situación de recorte de derechos y salarios para mejorar la competitividad, pero que no han servido para empezar a crecer”.
La solución, a su juicio, pasa por mantener y desarrollar los sectores tradicionales asturianos, dentro de un plan industrial que incluya una modernización tecnológica y de calidad. También ve un buen futuro en el sector agroalimentario “que debemos fomentar con rotundidad” así como en el turismo, aunque todo ello no será posible “si las empresas no hacen las inversiones necesarias, especialmente en tecnología, que puede ser una fuente importante para el crecimiento”.
Uno de los factores que, según el dirigente sindical, frena el crecimiento en Asturias es la situación del mercado eléctrico, que grava el consumo de las empresas, ya que en algunos casis supone el 30% de los costes totales. Otro problema es la escasez de infraestructuras.
Al igual que los otros expertos consultados por ASTURIAS24, entiende que no habrá mejora para la región sin cambios estructurales y que en crisis “es un buen momento para pensar en el futuro que queremos y ponerse manos a la obra”.
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