La manera en que han reaccionado los mercados a los atentados de París de hace una semana, o mejor dicho, cómo no han reaccionado, ha puesto de manifiesto que los inversores no están dispuestos a distraer la atención de su agenda. Así, la próxima subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, el crecimiento económico de la Eurozona o las próximas elecciones generales en España siguen siendo las cuestiones que marcan el ritmo en el parqué, como explica Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier.
PREGUNTA: Dejando a un lado las informaciones relacionadas con los atentados de París y el terrorismo islámico, el principal foco del mercado es la Reserva Federal de Estados Unidos y la esperada subida de tipos de interés que no acaba de llegar… ¿No suben los tipos por la economía, por la situación de los mercados emergentes o por que temen lo que pueda suceder con un mercado que se ha vuelto adicto a la liquidez?
RESPUESTA: Un poco de todo. Quieren subir tipos de interés, necesitan subir tipos de interés, van a subir los tipos de interés. Pero hacer eso cuando tienes temores por China y los mercados emergentes cerca de colapsar no es el mejor momento. No creo que la Fed no tenga en cuenta el resto del mundo, estoy en desacuerdo con eso, pero también tiene en cuenta las condiciones de financiación internas.
La principal razón por la que la vida es tan complicada para la Fed es que la economía de EEUU se encuentra en una situación muy atípica. El escenario de fondo es que hay cosas que lo están haciendo muy bien y cosas que lo están haciendo muy mal. Y en función de dónde pongas la atención, tomas una decisión u otra.
Si miras hacia uno de los lados de la balanza, bueno, hay una recesión industrial, una recesión en los beneficios del sector energético, la energía se encuentra en deflación y en este escenario, la Fed nunca subiría los tipos. La economía parece una catástrofe.
Pero si atiendes a la economía de servicio, está en auge; el mercado inmobiliario, en auge; deuda security, muy caliente; inflación sin el precio de la energía, estás en el 2% o más… Y entonces te preguntas, ¿cómo pueden estar los tipos de interés a cero?
¿Qué tiene que elegir la Fed? Para mí la respuesta es clara. No tiene más remedio que elegir el lado de la balanza que está yendo bien, porque representa el 70% del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que el otro lado supone el 15%.
P: ¿Cómo subes los tipos de interés sin fortalecer el dólar?
R: Es difícil pero es posible. La manera de hacerlo es subir tipos pero rebajando las expectativas a largo plazo. ¿Qué pasa con el dólar si subes los tipos de interés 25 puntos básicos y bajas las expectativas en 75 puntos básicos? Plano.
P: Por eso el discurso de la Fed sigue siendo pesimista...
R: Las condiciones económicas están mejorando, el empleo, el consumo… pero la Fed es muy pesimista en su discurso. Es difícil entender por qué traslada un mensaje pesimista cuando en estos momentos el crecimiento en EEUU está bien. Creo que tiene mucho que ver con el dólar fuerte y evitar la apreciación del billete verde que hace daño a las materias primas, a la estrategia energética de EEUU, etc.
La manera que tiene la Fed de evitar la subida del dólar es subiendo tipos pero rebajando las expectativas a largo plazo
Ahora que el dólar se ha estabilizado -es verdad, sigue estando fuerte pero no va a subir ya un 13%- la Fed tiene cancha.
Pero estamos en una situación tan peculiar que la causa que está lastrando el sector industrial, los precios de las materias primas, está beneficiando inmensamente la economía. Normalmente, cuando tienes un sector sobrecalentado y estalla, nadie gana. Está el ejemplo del inmobiliario y lo habéis vivido en España. Pero cuando el sector de las materias primas estalla, unos pierden y otros ganan, y esto beneficia al 80% de los consumidores. Por esto es tan difícil para la Fed actuar.
P: ¿Y qué hay de Europa? ¿Se está ralentizando la economía?
R: Partiendo de la base de que Europa no se encuentra en un proceso deflacionista, la recuperación está en un momento relativamente joven. Europa ha tenido en los últimos cinco años tres recesiones y eso es mucho. Pero ahora se encuentra en plena recuperación… no creo que el crecimiento se vaya a acelerar en Europa, pero que se encuentre entre el 1% y el 1,5% es suficiente para que genere empleo.
Por lo tanto, es verdad que la gente en la calle piensa que las cosas no están yendo todo lo rápido que deberían y que el desempleo no está bajando lo suficiente pero, para ser justos, las cosas están mejorando.
P: ¿Cómo está siendo esa mejora?
R: Se está ganando competitividad y el mejor ejemplo es España, que es el país que ha hecho mayores esfuerzos y eso se ha traducido en un fuerte incremento de la productividad y una reducción de los costes, con lo que España ha ganado competitividad. Si vemos la evolución de ambas curvas en una gráfica, el coste en lo más alto de la crisis se había disparado y, con ello, se había hundido la competitividad. En ese momento España decidió reestructurar la economía de la manera más dura, con duras reformas hasta bajar la línea hasta ponerla al nivel de la productividad.
Se está ganando competitividad y el mejor ejemplo es España, que es el país que ha hecho mayores esfuerzos
Por otro lado, en tanto que Europa no es un productor de materias primas, se está beneficiando del desplome de los precios y aunque las cosas no son óptimas, el sector industrial está mejor que el de Estados Unidos, el consumo se ha mantenido y ahora está volviendo a los niveles precrisis, se beneficia de un euro débil y hay una cierta estabilidad de precios con una inflación del 1,1% que es decente para el ritmo de crecimiento que hay en Europa.
P: Pero mucha gente está alertando del riesgo de entrar en una década deflacionista como Japón…
R: Esa gente viene diciendo que íbamos siguiendo los pasos de Japón los últimos cinco años y ¿estamos como Japón? No. ¿Han dejado de decir eso? No. Draghi tiene unas declaraciones muy graciosas que dice que “cuando la evidencia se reúne con la fe, esta no tiene ninguna posibilidad” y la realidad de la evidencia en Europa es que no está siguiendo los pasos de Japón. Tenemos características comunes como que no crece la población, poco crecimiento, mucha deuda… pero hay una diferencia de clases, la población japonesa es muy muy vieja y nosotros no estamos tan mal, sobrevivimos.
P: Es muy triste hablar de sobrevivir
R: Si, es triste. Me gustaría hablar más de otra cosa pero lo cierto es que hemos estado acumulando excesos en los últimos 35 años y casi morimos por ello. España estaba al borde del precipicio y mira dónde está ahora. Yo entiendo que la gente no está contenta, el desempleo sigue siendo muy elevado… pero recuerda dónde estaba el país hace cuatro años. Estoy hablando cómo economista, no desde el punto de vista de un español y aunque es muy frío, desde el punto de vista estadístico es extraordinario.
Un país que está a un paso de colapsar y en tres años se pone al frente del crecimiento de Europa no ha ocurrido antes. Es verdad que las cosas no van a ser nunca como antes para los españoles, ya no van a ser completamente optimistas como antes, pero esto les va a permitir mantener la competitividad que han ganado.
P: ¿Qué peligros ve en España? Parece que con los ataques ha desaparecido Cataluña, las elecciones…
R: Las elecciones en España van a ser interesantes. Mucha gente está asustada por estas elecciones y, eventualmente por las repercusiones del mercado. No creo que el que gane las elecciones vaya a ser un asesino económico para España. Existe un riesgo, por supuesto. El primer riesgo es una coalición que dificulte las decisiones de gobierno… pero España no está en el programa. No es como Grecia, no está en una situación en la que si toma determinadas decisiones no le dan dinero. España no necesita el dinero de la UE.
Por lo tanto, tomaría más tiempo que las malas decisiones afectaran a los fundamentales y dañara la recuperación. No estamos en el punto de que se vayan a producir unas elecciones y luego todo vaya a colapsar… no hay ningún asesino de la recuperación que pueda hacer eso.
No estamos en el punto de que hay elecciones y luego todo se colapsa… no hay ningún asesino de la recuperación que pueda hacer eso
Una parte de la actividad económica no depende de las decisiones políticas del país, sino de la recuperación económica de Europa, del aumento de la demanda, de la oferta… y no creo que el resultado de las urnas vaya a influir en eso. Quizá hay riesgos a medio plazo, pero hay mucha gente que está hablando de lo dramáticos que pueden ser los efectos tras las elecciones y yo me pregunto ¿por que?
Hay un ciclo económico en marcha y las elecciones llevan tiempo para que puedan tener repercusión en la economía.
P: ¿Y si el nuevo gobierno echa atrás todas las medidas de austeridad adoptadas?
R: Hay gente que asegura que en función del candidato que sea elegido, la política fiscal de España cambiará dramáticamente. De nuevo me pregunto ¿por qué? Entiendo que la austeridad se pueda reducir, pero si ves la curva de déficit en España la austeridad no se puede echar abajo.
Algunos de los temores que tiene el mercado es que países como Portugal o España puedan volver atrás con enormes déficits, pero no se cómo… Hemos salido de una profundísima crisis de deuda, ¿tu crees que la gente está preparada para entrar en una indisciplina fiscal total? No creo que ningún partido esté preparado para eso.
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