El Banco de España aprobó ayer la circular de fundaciones bancarias (las antiguas cajas de ahorros) que certifica la obligación de vender el 50% del capital de los bancos a través de los que ejercen su actividad si no quieren tener que dotar un fondo de reserva para cubrir futuros déficits de capital. La intención deUnicaja, Ibercaja y BMN (y de Abanca, aunque no le afecta esta norma) escolocar ese porcentaje en bolsa, pero estos planes están en el aire debido a los malos resultados de estas entidades y a la preferencia del BCE porque sean absorbidas por entidades más grandes.
En los tres casos, las entidades han sufrido importantes descensos en sus márgenes hasta septiembre, que no han podido compensar con la reducción de las provisiones para los créditos morosos y los inmuebles adjudicados. Así, la entidad malagueña que aún preside Braulio Medel ha registrado una caída del 9,5% en su margen de intereses (el que mide el negocio puro bancario) y del 10,9% en el margen de explotación antes de provisiones; estas han bajado el 29%, lo que permite que el beneficio neto 'comparable' crezca un 24,4%, hasta 209 millones. Ahora bien, el real se hunde el 63,6% debido a que el año pasado se disparó porque se apuntó como beneficio todo el fondo de comercio negativo ('badwill') generado al comprar Ceiss por debajo de su valor en libros.
En cuanto a Ibercaja, ha presentado un descenso del 8,6% del margen de intereses y del 36,7% en el margen antes de provisiones (esta mayor caída se explica por un desplome del 67,9% en los resultados de operaciones financieras, básicamente con deuda pública). Además, la entidad aragonesa presidida por Amado Franco no ha reducido los saneamientos como el grueso del sector, sino que los ha incrementado un 93,5%. La consecuencia es que el beneficio neto se desploma el 73,1% y queda en 103,1 millones.
Finalmente, BMN (entidad procedente de la fusión de las cajas de Murcia, Granada y Sa Nostra, y donde el Estado posee el 75% tras ser rescatada por el FROB) ha sufrido las mayores caídas de este grupo: del 17,6% en el margen de intereses y del 30,4% en el de explotación antes de saneamientos. En el caso del banco que preside Carlos Egea, las provisiones sí bajan con fuerza (el 34%), pero aun así el resultado antes de impuestos se desploma el 58,9% hasta 55 millones -bajada que la entidad achaca a que el año pasado había extraordinarios-. BMN todavía tira de créditos fiscales (es decir, los impuestos suman, no restan) para mejorar esta cifra hasta un beneficio neto de 71 millones y reducir la caída hasta el 29,7%.
Bancos regionales sin atractivo especial
Abanca (la antigua Novagalicia) no presenta resultados trimestrales pese a tener deuda cotizada en los mercados. Aunque no está sometida a la normativa de fundaciones bancarias aprobada ayer -fue adquirida por el banco venezolano Banesco-, su presidente, Juan Carlos Escotet, también ha manifestado públicamente su intención de salir a bolsa. Y se va a encontrar con los mismos problemas que las otras entidades mencionadas, debido a que el entorno de bajos tipos y caída del crédito provoca estas caídas de margenes en todo el sector.
"Con estas cifras, nadie va a querer acudir a las OPV de las cajas españolas, salvo que se produzca una mejoría notable el próximo año, que nadie prevé porque el BCE no va a subir los tipos, sino justo lo contrario", opina un profesional de una firma de bolsa. Desde una gestora de fondos, afirman que "ninguna de estas entidades ofrece ninguna ventaja competitiva respecto a otras antiguas cajas cotizadas" como Bankia, Caixabank o Liberbank. "Para aprovechar la recuperación de la economia española, mejor hacerlo con una entidad con presencia nacional; las cajas que quieren salir a bolsa solo son regionales, y no precisamente de las regiones más dinámicas", añaden. De hecho, esta falta de apetito ha hecho suspender la salida a bolsa de BMN que el FROB pretendía llevar a cabo este año.
Las cláusulas suelo y la presión del BCE
Y estos malos resultados pueden ser mucho peores si finalmente las entidades tienen que anular las cláusulas suelo de las hipotecas y devolver el dinero cobrado de más de forma retroactiva. Como informó El Confidencial, Unicaja es la entidad que sufriría un mayor impacto, seguida a bastante distancia por Ibercaja y BMN, que también están por debajo de Sabadell, Caixabank y Popular.
Por si todo esto no fuera suficiente, el BCE también se opone a que estas entidades se mantengan independientes. Según confirman numerosas fuentes del sector, el supervisor único europeo está muy preocupado por la falta de rentabilidad de la banca española y considera que, en el entorno actual, es muy difícil la supervivencia de las entidades más pequeñas en solitario. Por eso, quiere favorecer un nuevo proceso de concentración, pero evitando repetir los errores del pasado: como adelantó El Confidencial, no quiere fusiones entre ellas -como la propuesta y rechazada de Liberbank con BMN-, sino que se integren en bancos más grandes, el peor escenario para las antiguas cajas por la pérdida de poder y de puestos de trabajo que implicaría.
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