domingo, 3 de julio de 2016

Abundando en el 26 J....

La polarización de la campaña y el voto útil, reforzado por el «brexit», explican los resultados

Los expertos creen que errores de Podemos, el voto del miedo y el rechazo a Iglesias frenaron el «sorpasso»


madrid / la voz 03/07/2016 09:50
Las elecciones del 26J depararon dos grandes sorpresas que no detectó ninguna encuesta. Por un lado, el importante ascenso del PP, que logró 14 escaños y 669.000 votos más que el 20D. Por otro, que no tuviera lugar el anunciado sorpasso de Unidos Podemos al PSOE. La coalición de izquierdas se quedó en los 71 diputados que tenían Podemos e IU y se dejó en el camino más de un millón de sufragios. Una semana después de las elecciones, los expertos consultados por La Voz explican las causas de lo sucedido.

¿A qué se debe que el PP haya ganado por mucho más de lo esperado?

Jaime miquel
Facilidades de Ciudadanos y campaña muy bien planteada. Se debe a las facilidades que le dio Ciudadanos para desarrollar el perfil central o moderado de su campaña, muy bien planteada. El PP consiguió la movilización absoluta de sus votantes del 20D, lo que significa la extinción de sus fugas a Ciudadanos. Además de las facilidades de Ciudadanos, que devolvió al PP más de medio millón de electores, también responde a la situación de «empate técnico» que esgrimía Unidos Podemos; esto también movilizó a electores populares temerosos. También al impacto del brexit en unos 200.000 votos.
Antonio Vera
Voto útil y del miedo. Destaco dos razones que me parecen fundamentales. La primera razón se debe al llamado voto útil, procedente mayormente de Ciudadanos. A ello ha contribuido la utilización reiterada de este argumento por el PP y también el rechazo frontal en campaña de Ciudadanos a Rajoy. Esto último ha influido en que parte de los que hubieran votado a Ciudadanos pensando en «castigar» la corrupción, pero creyendo que finalmente ese voto engrosara la derecha, terminaran apoyando al PP para asegurarse que su voto fuera a la derecha. La segunda razón es el rechazo a Unidos Podemos, el miedo a que esta candidatura fuera demasiado fuerte.
María José Canel 
Buena campaña, errores de los demás, voto del miedo y «brexit». Las razones de una victoria electoral hay que buscarlas tanto en lo que hace bien el ganador como mal los perdedores. El PP acertó en su campaña al mostrarse como el adalid de la seguridad ante la incertidumbre del radicalismo y mantuvo desde el principio la misma postura sobre los pactos: la gran coalición. El PSOE y Ciudadanos han pagado por un acuerdo que los votantes pudieron percibir como ineficaz y han sido ambiguos sobre los pactos. A Podemos, la operación Unidos Podemos le salió mal: atraer al votante de IU a la vez que retener al del PSOE solo te lleva a una posición falsa, y así lo ha podido percibir el votante. Ha obrado a favor del PP el sufragio de un votante asustado por un posible triunfo de Iglesias. Finalmente, el brexit: ante la incertidumbre, el elector busca arroparse bajo lo seguro, el que gobierna.
Santiago Martínez
Polarización, «brexit» y voto oculto. Era esperable un incremento de votos para el PP gracias a su estrategia de polarización con Podemos, que provocó, por un lado, tocar en la tecla adecuada de sus electores tradicionales que en diciembre decidieron no votar; por otro lado, la consecuente apelación al voto útil en la derecha provocó una transferencia considerable de votos provenientes de Ciudadanos. Pero creo que este incremento del voto popular, mayor de lo esperado, obedece principalmente a dos factores: uno, el brexit, que pudo hacer más visible en el electorado popular la necesidad de que ante un futuro incierto conviene un Gobierno estable o experimentado; y dos, el voto oculto, tras los constantes casos de corrupción en el partido ha habido un importante número de personas que ocultaron el sentido de su voto en las encuestas y en las israelitas.

¿Por qué no se ha producido el «sorpasso» que preveían todas las encuestas?

Jaime Miquel
Errores de Pablo Iglesias en la campaña. Desde luego que no se debe a la suma con Izquierda Unida. Esta idea es de gafas azules, porque significa que el PSOE supo defenderse subrayando la etiqueta comunista en Podemos, que es lo que quieren oír en Ferraz y la explicación que persiguen sus medios amigos. Errejón se equivoca admitiendo esta explicación porque es al revés, Podemos entró en contienda a partir de este pacto pero no supo defender los 5,7 millones que podía haber conseguido por sus errores en campaña, especialmente los del candidato, Pablo Iglesias: Cataluña es diversidad y Zapatero el mejor presidente de España, por poner dos ejemplos. Aburrió, no aportó nada nuevo y muchos se quedaron en la abstención. El falso empate técnico con el PP intensificó, además, la transferencia de retorno al PSOE, por lo que tampoco lograron el sorpasso en votos.
Antonio Vera
Cambios ideológicos continuos y rechazo a Iglesias. Por una parte, el rechazo de algunos de sus votantes anteriores menos radicales a la incorporación de IU. Por otra parte, los cambios continuos de posicionamiento ideológico manifestados por sus líderes, creando en buena medida bastante confusión entre algunos de sus fieles anteriores. Por otra parte, la excesiva seguridad en sus victorias: primero el sorpasso al PSOE y después directamente a rebasar al PP. Por último (por citar lo más relevante) las filias y fobias que es capaz de provocar Pablo Iglesias, quien, con su arrogancia, llega a herir sensibilidades entre los suyos.
María José Canel 


El intento de moderación no ha convencido. Desde enero, las encuestas daban caída a Podemos tanto en intención de voto como en popularidad de Pablo Iglesias. Remontó en mayo, tras la unión con IU, una operación que inyectaba un millón de votos que estratégicamente ayudarían a lograr escaños al dar valor a lo que antes eran unos restos que iban a la papelera. Las encuestas generaron la ola de que Unidos Podemos se llevaba estos restos, ignorando quizá lo que dijo el CIS en el estudio preelectoral: casi uno de cada tres votantes de Izquierda Unida no votarían a la coalición. Parece que finalmente ni siquiera uno de cada tres le ha votado. El intento de moderación de la campaña de Podemos no ha convencido ni a votantes del PSOE ni a votantes de IU.
Santiago Martínez
Volatilidad del voto joven. Cada vez es más difícil interpretar las decisiones de las personas con los métodos demoscópicos tradicionales. El voto mayoritario de Unidos Podemos es un voto joven, más tendente a la volatilidad, y por eso considero que las encuestas fallan al interpretarlo. También, como decía anteriormente, puede ser que parte del voto oculto del PP se enmascarara en voto a UP, fruto también, inconscientemente, de la estrategia de polarización de los populares.

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