"La monarquía actual tiene un origen ilegítimo"
Las declaraciones de Adolfo Suárez a Victoria Prego revelan para Joan Garcés, abogado y doctor en Ciencias Políticas, cómo "aspectos esenciales de la Transición fueron operaciones no reveladas"
"Ningún gobierno desde 1939 se ha atrevido a consultar al pueblo español si quiere monarquía o república, por algo será"
"Muchos partidos se presentaron a los elecciones (de 1977) como republicanos, pero sus dirigentes estaban secretamente comprometidos a aceptar la monarquía"
"Lo que pudo ser y no fue, nadie lo sabe", dice el doctor en Ciencias Políticas Joan Garcés (Llíria, Valencia, 1944). El también abogado, autor de varias publicaciones, entre ellas Soberanos e intervenidos(1996), se refiere a la revelación del off the record de Adolfo Suárez a Victoria Prego sobre el referéndum para que el pueblo español eligiera entre monarquía y república. Nunca sucedió y, ahora, 21 años después, unas declaraciones inéditas lo han revelado.
¿Estas declaraciones cuestionan la altura democrática con la que se vendió la Transición?
El hecho de que una entrevista a Suárez hecha en el 1995 se haga pública 20 años después demuestra hasta qué punto aspectos esenciales del cambio del franquismo al pluripartidismo se hicieron a través de operaciones no reveladas en su tiempo. Hay que entender que ese cambio de régimen fue preparado con mucha antelación por quienes dentro y fuera de España –en lo fundamental, la coalición dirigida por EEUU y sus aliados de Europa en la Guerra Fría– lo sostenían, y obviamente, no mostraron sus cartas.
La periodista Victoria Prego valora que el referéndum era entonces "una hipótesis completamente imposible". ¿Existía margen para que el rey no siguiera siendo rey?
Lo que pudo ser y no fue, nadie lo sabe. Lo cierto es que entre la muerte de Franco y las primeras elecciones, algunos dirigentes y organizaciones, como el PSOE, enarbolaron banderas para atraer votos que luego llevaron a puertos diferentes a los que anunciaban.
El sentimiento republicano de la gran mayoría de los demócratas españoles era un caudal de votos. Muchos partidos se presentaron a los elecciones como republicanos, pero sus dirigentes estaban secretamente comprometidos a aceptar la monarquía. En cambio, a los partidos republicanos cuyos dirigentes no habían hecho ese trato no se les legalizó a tiempo para presentar candidaturas en las primeras elecciones desde 1939. La misma operación la hicieron años después con la OTAN.
Pedro Cuartango, director de El Mundo, resta importancia a lo que decía Suárez aduciendo que ya no estaba en plenas facultades mentales.
Lo que dice Adolfo Suárez está plenamente corroborado por los hechos. Que había encuestas antes de que muriera Franco y después es evidente. Algunas de ellas están publicadas y otras serían de acceso reservado a quienes las encargaban. Entre el año 1975 y 1977 había mayoría de opciones electorales republicanas, y eso está corroborado por el hecho de que Adolfo Suárez no permitió legalizar a esos partidos a tiempo, como la Izquierda Republicana. Solo se legalizaron cuando se había asegurado que todo el espacio electoral había sido ocupado por los partidos que pactaron asumir o aceptar al jefe del Estado designado por Franco.
¿Conocer esto ahora es una estocada más al cuestionamiento de la Transición que explota con el 15-M?
A mí me sorprende que esa entrevista publicada ahora haya despertado este debate porque lo que dice Suárez no es nada nuevo para cualquiera que haya vivido esa época o que la haya estudiado. Si ha despertado debate es porque hay una sensibilidad social y política hacia esos temas, lo cual es positivo. Significa que la sociedad no está dormida.
¿Qué implicaciones puede tener en el presente?
Cualquiera que conozca la historia contemporánea de España sabe que desde el siglo XIX hasta hoy el debate en torno a la forma republicana de gobierno ha estado siempre presente. Cuando las dictaduras fascistas en Europa llegaron a su fin, como en Italia o en Grecia, el electorado pudo elegir entre monarquía o república, entre democracia con corona o sin corona. Esa elección al pueblo español se le ha hurtado hasta la fecha pero obviamente el tema está ahí.
¿Esta revelación puede servir para empujar el debate monarquía/república?
Tanto en el siglo XIX como en el XX la alternativa republicana era vista como una respuesta democrática a las crisis de los regímenes de la monarquía isabelina, que fue desterrada de España en 1868, o a la monarquía alfonsina, que abrió las puertas a la dictadura del general Primo de Rivera. Hablar de república en España hoy en día implica tener que darle un contenido de una alternativa en cuanto a soberanía nacional, soberanía popular frente a la negación de estas por los sectores que controlan el sistema.
¿Y ahonda la crisis de credibilidad del rey Juan Carlos y la imagen de Felipe VI?
La dictadura que se estableció en España a partir del 39 hablaba de una ilegitimidad de origen y de una legitimidad de ejercicio. La monarquía actual tiene un origen ilegítimo, no se puede negar, porque fue creada a partir de la dictadura franquista por franquistas, y el debate está en otro terreno, en la legitimidad de ejercicio. Es el tema de hoy y de mañana.
Para responder si existe o no esa legitimidad de ejercicio, no se puede mirar solo a la persona del jefe del Estado sino al conjunto del sistema político del cual él es parte. En la medida en que es el conjunto del sistema político el que entra en crisis, lo más probable es que la institución monárquica no pueda desligarse de la suerte del sistema. También hay que pensar que ningún Gobierno desde 1939 se ha atrevido a consultar al pueblo español a que responda a si quiere monarquía o república. Por algo será.
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