Corría el año 2013, José Mourinho dirigía sus últimos partidos en el Santiago Bernabéu y en Unidad Editorial recibieron un mensaje helador desde el Real Madrid: el club había prohibido que Marca hiciera promociones con su escudo. Florentino Pérez cortaba así, de raíz, una importante fuente de ingresos para el periódico por considerar que había torpedeado los intereses del equipo blanco.
En el momento en que tomó esta decisión, As tenía firmados seis contratos para lanzar otros tantos productos con la imagen corporativa del conjunto blanco. Pérez aprovechó esa circunstancia para acercarse a algunos periodistas de este rotativo y tratar de ganarse su favor, pero el director, Alfredo Relaño, uno de sus mayores detractores en la prensa, se negó a bailarle el agua. Unos meses después, tras realizar la última campaña promocional, esta cabecera también sufrió su represalia y fue vetada.
El dirigente madridista nunca ha ocultado en su entorno su malestar porque la prensa deportiva de la capital se niegue a cerrar filas alrededor del Real Madrid, al igual que -considera- hacen Mundo Deportivo y Sport con el FC Barcelona. El presidente de ACS podría permanecer impasible ante esta circunstancia, pero la realidad es que trata de influir casi a diario en los periodistas y en sus jefes para intentar encaminarlos hacia la senda de la verdad. De su verdad.
Dentro de la redacción de Marca son varias las personas que conocen los detalles de la reunión que mantuvo Pérez con los máximos responsables de Unidad Editorial poco después de que Eduardo Inda fuera relevado como director del diario. En ese encuentro, “sin un excesivo rubor”, pidió la cabeza de Santiago Segurola, de Roberto Gómez y de Roberto Palomar, al considerar que sus artículos eran perjudiciales para los intereses de la institución deportiva que abandera. Para intentar persuadir a sus interlocutores, puso el ejemplo de Jorge Valdano, a quien despidió en 2011 para evitar “disfunciones” en el club.
Florentino Pérez ha llegado a pedir la cabeza de periodistas críticos con su gestión al frente del Real Madrid, como Santiago Segurola.
Cuentan fuentes del periódico deportivo más vendido de España que, como Óscar Campillo -su antiguo director- se negara a concederle esta prebenda, le borró de su lista de periodistas de cámara y comenzó a expandir el infundio de que era “del Barça”. Cinco años después de que acaecieran esos hechos, Campillo fue cesado de su puesto. Pocas semanas después, Segurola recibió su carta de despido y el grupo decidió fichar como colaborador a Juanma Rodríguez, mucho menos incisivo con la gestión de Pérez.
La filosofía de este periodista es muy similar a la de Pérez, tal y como se deduce de las declaraciones que realizó a Vozpópuli en abril de 2015: "Yo creo que lo que falta en Madrid es un periódico deportivo madridista, creo que tendría su espacio (...). Lo que debemos de hacer, lo digo de verdad, es proteger al Real Madrid. No me cabe en la cabeza que un periódico angelino esté el día entero dando palos a los Lakers".
Durante la pasada primavera, en el staff de Marca se recibió la orden de no excederse con las críticas hacia el Real Madrid y sus dirigentes, pues su nuevo director, Juan Ignacio Gallardo, es partidario de fomentar una buena relación con el club. Los más veteranos se mostraron escépticos cuando recibieron esa consigna, a sabiendas de que, tarde o temprano, Florentino Pérez volvería a manifestar sus quejas por el rumbo del periódico. Así fue. Recientemente, ha expresado su malestar, en conversaciones privadas, por la reforma del cuadro de mando del diario que ha realizado Gallardo.
Todo por el socio
Quienes han sido objeto de las represalias del presidente del equipo blanco inciden en que, para justificarlas, siempre pone como excusa el hartazgo que le transmiten los socios del club blanco sobre la línea editorial de los periódicos deportivos capitalinos. Los más radicales incluso lo expresan en el Santiago Bernabéu y en el Palacio de los Deportes: “las manos de la prensa, fuera del Madrid”. Y, por lo que relatan las fuentes consultadas por este periódico, el presidente tiene muy en cuenta estas opiniones. Aunque sea para avalar sus acciones contra estos diarios.
Algunos medios críticos incluso han sido vetados 'extraoficialmente' en el Santiago Bernabéu, bien de forma temporal o bien permanente. Cuando sus periodistas deportivos contactan con el club para intentar acreditarse para los partidos, su interlocutor siempre les responde: “lo siento, no hay espacio”.
El deseo de Florentino Pérez de hacer prevalecer la versión oficial del club sobre lo que cuentan los periódicos explica que Real Madrid TV esté presente actualmente en la televisión en abierto. "Es difícil para defender la institución salir a desmentir informaciones (...). Vamos a potenciar nuestros medios para que ninguno confunda. Tendremos un canal en alta definición, emitiendo en internet y quizás en TDT en el área de Madrid", afirmó en la Asamblea General Ordinaria del club blanco en octubre de 2013.
Dos años después, obtuvo un premio bastante más suculento: Mariano Rajoy le concedió una licencia para emitir en todo el territorio nacional. Eso sí, este regalo no ha atraído la felicidad hacia la casa blanca, puesto que el clima en este canal es muchas veces irrespirable y sus resultados de audiencia son paupérrimos. De hecho, ocupa el farolillo rojo de la TDT. Y programas concebidos para atacar a la ‘prensa enemiga’, como 90 Minuti, registran una cuota de pantalla prácticamente residual.
Hermanos y enemigos
Aunque sus relaciones con algunos medios son “tirantes”, Florentino Pérez también tiene amigos en las redacciones de los periódicos. Su contacto con esta cohorte de periodistas es frecuente y se sustenta gracias a la información 'privilegiada' que el club les filtra. En algunas ocasiones, esta mercancía es falsa o interesada. “Sobre todo cuando un jugador pide más dinero para renovar. Entonces, determinados medios comienzan a difundir noticias negativas que, por arte de magia, desaparecen cuando firma su nuevo contrato”, explican fuentes de un periódico deportivo, que señalan que estas maniobras son de sobra conocidas dentro del vestuario del equipo.
Pese a que estos periodistas intuyen o tienen la certeza de que la información que reciben en algunas ocasiones es “una milonga”, muchas veces la publican para que su relación con Pérez no se resienta, lo que genera recelos entre sus propios compañeros de sección. “El propio Florentino ha llegado a desmentir noticias que el propio club ha filtrado”, reconocen otros informantes.
De su grupo de amigos no forma parte Alfredo Relaño, el director de As, a quien se acusó de conspirar para impulsar una candidatura alternativa a la de Florentino en el año 2013, cuando el constructor fue reelegido en su cargo sin oposición. Tampoco figura entre los aliados del dueño de ACS el exjefe de Deportes de El País, José Sámano, a quien también culpó de torpedear al Real Madrid y de beneficiar al FC Barcelona con sus informaciones. “Yo he hablado con Florentino y lógicamente no le gustaba la línea que llevaba el periódico pero no me consta ninguna llamada”, dijo en su día, en unas declaraciones recogidas por el portal Periodista Digital.
Diego Torres ha sido uno de los periodistas más críticos con el presidente del Real Madrid durante los últimos años. Durante una rueda de prensa, Pérez afirmó, con clara intención denigrarle: "A usted le gusta mucho la novela".
Especial trascendencia cobraron los artículos del periodista Diego Torres durante la ‘era Mourinho’, en los que contó al detalle la mala relación del entrenador y del propio presidente con algunos jugadores de la plantilla. Pérez llegó a dudar en público de la veracidad de sus informaciones. “A usted le gusta mucho la novela”, le espetó a Torres en una rueda de prensa.
Pocos meses después de que Juan Luis Cebrián decidiera situar a Antonio Caño como director del periódico –madridista confeso y habitual en los palcos del Bernabéu-, Amaya Iríbar fue nombrada jefa de la sección de Deportes y Sámano fue designado editor general de la sección, lo que ha limitado su poder de decisión en la práctica. Hace unos meses, Diego Torres dejó de informar del Real Madrid tras criticar a Álvaro Arbeloa en las redes sociales.
Hay artistas del balón y hay artistas de la genuflexión, como Arbeloa:
Caño no tardó en llamarle a consultas y, tras el rapapolvo de rigor, le comunicó su sanción: "Viajarás a Riazor y luego abandonarás tus labores como redactor del Real Madrid". En la redacción del periódico, esa frase corrió como la pólvora y, como es lógico, no tardó en difundirse una incómoda interpretación de los hechos: las presiones de Florentino Pérez al fin han dado su fruto.
Esto sucedió en mayo. Dos meses antes, con Campillo ya destituido, Pérez contactó con un conocido periodista de Unidad Editorial y le confirmó que había dado orden de que Marca pudiera volver a realizar promociones con la imagen corporativa del Real Madrid. La primera, se lanzó en verano: un ‘pack’ de vasos.
Aprovechando el cambio de director, el “ser superior” -como le definióEmilio Butragueño- intentó templar gaitas con el diario deportivo más leído. Eso sí, su relación no ha sido idílica desde entonces, dado que la reforma de su organigrama no le ha satisfecho, y así lo ha hecho saber.
Son las “reacciones habituales” de Pérez, un empresario que recomienda y desaconseja la inclusión de contertulios en los debates televisivos –así lo reconoce un productor de TVE-, que limita la entrada en el Santiago Bernabéu de los medios de comunicación críticos, que utiliza un grupo de conocidos periodistas afines para lanzar informaciones interesadas de forma frecuente y que presiona a los ‘popes’ de la prensa para que aparten a los redactores que considera que perjudican sus intereses en el Real Madrid.
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