“No hay una solución mágica, sencilla y única”. Así resume Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), la reforma del sistema de pensiones. Abiertas las comparecencias del Pacto de Toledo, que deberá lanzar propuestas para garantizar el futuro de las pensiones, el debate vuelve a la primera línea, si es que alguna vez dejó de estarlo.
El de las pensiones no es un tema menor. Para el 70% de los españoles es su única fuente de ingresos después de jubilarse, según un estudio de las universidades de Valencia, Extremadura y Castilla-La Mancha presentado por VidaCaixa. Además, el 38% de los pensionistas da apoyo financiero a sus familiares. Además de un sostén para ellos mismos también lo es para sus allegados.
Gobierno, sindicatos, instituciones y sector privado coinciden en la necesidad de introducir reformas. Las opciones son múltiples: sobre la mesa está que las rentas más altas coticen más, cambiar la financiación de pensiones no contributivas o financiar la Seguridad Social con los Presupuestos.
“Hay muchas vías de ajuste, con dos márgenes principales: retrasar la edad de jubilación y que la gente trabaje aunque estén jubilados”, resume De la Fuente. De momento aparcado el retraso de la jubilación, compatibilizar empleo con pensión es uno de los puntos que el Ejecutivo quiere potenciar. El secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, afirmaba esta semana que los incentivos para prolongar la vida laboral “tendrán que ser claramente más desarrollados”. Ambas son medidas impopulares, pesadilla para muchos. “Todas las soluciones tienen su parte de dolor”, comenta De la Fuente, que aboga por encima de todo por mejorar la productividad.
¿Un sistema en riesgo?
Más allá de reconocer que hacen falta reformas, los expertos llaman a la calma: el sistema no está en riesgo. Sí que se acepta que pasa por un periodo de crisis. Desde el Gobierno se achaca la situación a la destrucción de empleo durante la crisis, lo que ha provocado una merma de ingresos. La solución, siguiendo esta lógica, pasaría por mejorar el mercado de trabajo.
Jubilarse a los 69, inevitable
Con el crecimiento de la esperanza de vida, se ve inevitable que haya que elevar la edad de jubilación en el futuro, pero no a corto plazo
“La forma de aumentar los ingresos es reducir el desempleo de manera estructural y permanente, creando empleo productivo y estable, propone Rafael Doménech, economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research. Propone “reformas adicionales a las ya hechas”. Más empleo, más cotizantes, más ingresos. Lo que precisa el sistema.
Misma visión comparte Laura Pelay, portavoz de UGT de Catalunya, que se muestra más crítica. “Si tenemos un mercado laboral precario, de sueldos bajos, cada vez tendremos menos ingresos en las arcas de la Seguridad Social”, denuncia. “Si nos ponemos a resolver todos estos problemas solucionaremos el de las pensiones”, completa.
El terror de la ‘hucha de las pensiones’
Aunque los problemas están detectados y se trabaja en ellos, reformar el mercado laboral no es baladí. Supone paciencia, tiempo y consenso. Se coincide en que se debe hacer con calma, por lo que se interpreta que hay cierto margen de actuación. Si es así, ¿por qué se cree que el sistema está al límite?
Las pensiones se van a seguir pagando igual y el sistema no va a desaparecer”
Los expertos consultados apuntan a un ‘error de lectura’. “La gente está interpretando el agotamiento del Fondo de Reserva de la Seguridad Social –la ‘hucha de las pensiones’- dándole más importancia de la que tiene. Está dramatizando: las pensiones no se pagan con el Fondo de Reserva”, analiza De la Fuente. “Las pensiones se van a seguir pagando igual y el sistema no va a desaparecer”, refuerza Doménech. Piden no ser alarmistas ni catastróficos por que se acabe la ‘hucha’. Al ritmo actual, a finales de 2017 estaría vacía.
El futuro, más difícil
De cara al futuro también están garantizadas. Eso sí, la situación no será igual. Lo que se cobre quizás no sea lo esperado. En un artículo en la última publicación periódica del Instituto de Economía de Barcelona (IEB), José Ignacio Conde-Ruiz, de la Universidad Complutense de Madrid, alerta de que en veinte años el pensionista podría perder hasta el 40% de su poder adquisitivo. El caso se daría si la inflación es del 2%, tal y como quiere el Banco Central Europeo, y las pensiones se incrementan anualmente sólo el 0,25% mínimo contemplado por ley, ya que la reforma de 2013 desligó las alzas de la evolución del IPC. “Las pensiones perderán un 1,75% de poder adquisitivo cada año”, sentencia.
Un 40% menos de poder adquisitivo
Un cálculo de José Ignacio Conde-Ruiz, de la Universidad Complutense de Madrid afirma que en veinte años las pensiones tendrán un poder adquisitivo un 40% menor
Una encuesta elaborada por BBVA arroja que la mitad de los españoles cree que su pensión les resultará insuficiente. Calculan que necesitarán 1.245 euros para vivir adecuadamente tras jubilarse, 200 euros más que la pensión media actual. Pese a saber que irán cortos en el futuro, no ahorran para ello: o bien lo ven muy lejos o bien les es imposible ahorrar para ello.
De las cuentas nocionales a los planes privados
Otra problemática, que explica la falta de preparación de cara a la jubilación, es que los españoles tienen poco conocimiento de cómo funciona el sistema actual. El 72% se considera poco o nada informado sobre la jubilación y otro 62% querría estar más informado, plasma la encuesta. A modo de solución, Doménech pide adoptar el sistema decuentas nocionales. Este método consiste en crear una cuenta individual en la que se informa a la persona de las cotizaciones que va acumulando. Así, sabe lo que tiene cotizado en todo momento y cuánto cobrará al jubilarse, una cifra que irá en función de lo que haya ido reuniendo.
El aporte privado
Los españoles creen que su pensión no será suficiente para vivir. Tirar de planes de pensiones es una de las soluciones.
En cualquier caso, hay alternativas a las pensiones públicas actuales. Además de compatibilizar empleo y pensión, otra forma es fomentar los planes privados, pero no todos se muestran abiertos. “Con sueldos de 600 o 700 euros, ¿cómo puedes pagar un plan de pensiones si apenas puedes vivir o sobrevivir?”, se pregunta Pelay, de UGT de Catalunya. De la Fuente los ve necesarios para mantener el nivel de renta. “Es probable que cada vez sean más necesarios si queremos que la gente pueda mantener su renta después de la jubilación”, dice. “El problema no es ahora mismo, el problema es qué pensiones podemos pagar dentro de veinte años”, culmina.
Hay trabajo por hacer, pero como dicen los expertos, lejos del alarmismo. Eso sí, ven inevitable que en el futuro se eleve la edad de jubilación a los 69 años. Viviremos más, trabajaremos más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario