domingo, 20 de noviembre de 2016

La Batalla de Vistalegre II..

Sin haberse terminado la resaca de la disputa autonómica entre pablistas y errejonistas comienza a prepararse ya la siguiente batalla interna, que tendrá lugar en el próximo Vistalegre II, a principios de 2017. Los diferentes sectores toman posiciones y lanzan a sus rivales amenazas veladas sobre sus intenciones. En este contexto, toma forma el diseño de una lista errejonista para presentar en las primarias al Consejo Ciudadano Estatal (CCE), el máximo órgano de poder del partido entre asambleas. El objetivo pasa por conseguir la mayor cuota de representación en este órgano de dirección, al dar prácticamente por descartado un pulso directo de Errejón contra Iglesias para descabalgarlo de la secretaría general, cargo al que se opta y se vota por separado a los del CCE.
La derrota del sector afín al número dos del partido, Íñigo Errejón, en las comunidades donde se celebraron primarias la pasada semana, ha debilitado su posición de cara al cónclave del partido que se afronta en clave de refundación, pero los suyos no se resignan a tirar la toalla. Están dispuestos a seguir defendiendo el modelo de partido que consideran ganador, el denominado “Podemos de los inicios”, y tampoco renunciarán a confrontar sus tesis contra las de Pablo Iglesias y los anticapitalistas en el plano ideológico y estratégico, mediante ponencias políticas, para condicionar en la medida de lo posible la hoja de ruta del partido para los tres próximos años.
El líder de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar. (EFE)
El líder de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar. (EFE)
La debilitada posición negociadora del sector errejonista para pactar una lista conjunta que haga juicio a lo que consideran su peso real dentro de la formación, así como la supuesta falta de predisposición de la que acusan al líder del partido, los ha llevado a pasar al plan B. La primera opción era tanto lograr una síntesis política entre ambos sectores como un reparto equitativo de puestos en la ejecutiva antes de Vistalegre II.
Los afines a Errejón están dispuestos a mantener sus tesis contra las de Pablo Iglesias y los anticapitalistas en el plano ideológico y estratégico
Dos propuestas que no han calado en el entorno de Pablo Iglesias, quienes apuestan por la confrontación directa aprovechando el viento de cola de sus buenos resultados en las primarias madrileñas y andaluzas, y que ha sido rechazadas frontalmente por el sector anticapitalista, en alianza con el secretario general. El mantenimiento de la entente entre pablistas y anticapitalistas es, precisamente, la principal traba para llegar a acuerdos previos. El ala más rebelde de Podemos defiende unas tesis contrapuestas a las de Errejón, y descarta de plano cualquier acercamiento.

Más anticapitalismo, menos errejonismo

Las intenciones de Iglesias se centran en realizar un reparto de poder, pero no con los errejonistas, sino con los anticapitalistas. Así lo insinuó este viernes en la Universidad de Otoño celebrada en Toledo, al reivindicar respecto al futuro papel del secretario general, en consonancia con el ala anticapitalista del partido, que necesitan "más portavoces”. Esto es, una dirección coral en la que haya, al menos, dos coordinadores o un secretario general y una portavoz. Un modelo similar al que ya defendieron los anticapitalistas, con la coordinadora andaluza Teresa Rodríguez a la cabeza, en la asamblea fundacional.
Ante la aparente imposibilidad de pactar cuotas de poder en el seno de la dirección, el número dos pretende salvar la presencia de sus mejores peones en el CCE que salga del próximo congreso. Según sus cálculos, como mínimo lograrían ocupar el 20% de los asientos del consejo, ya que los cambios introducidos por la secretaría de Organización que dirige Pablo Echenique para garantizar una mayor proporcionalidad impiden presentar listas completas a las primarias, limitándolas a un máximo del 80%.
Iglesias planea una lista conjunta para Vistalegre con los anticapitalistas, que ocuparían el segundo cargo del partido: el de portavoz, de nueva creación
Otro de los factores que empuja al sector capitaneado por Errejón a presentar su propia lista para el CCE, es que existe la posibilidad de modificar el sistema de votación para aumentar la proporcionalidad si así lo demandan los círculos y ejecutivas territoriales durante los debates precongresuales que han arrancado este fin de semana con actos en Navarra y La Rioja, y que se reproducirán por todo el territorio. El responsable de esta “ruta” para prefijar los ejes del debate congresual, Pablo Echenique, ya adelantó que seguramente se debatirá sobre el sistema de votación y se ha mostrado partidario de “seguir avanzando hacia una mayor proporcionalidad”.
En el proceso asambleario producido en Madrid, ambos sectores coincidieron en introducir el denominado método borda, también conocido como sistema Eurovisión por asemejarse a su recuento de votos. Así quedó plasmado en los documentos organizativos. Sin embargo, fue la comisión de garantías del partido la que tumbó este sistema por contradecir el reglamento vigente antes de que se celebrasen las primarias.
El propio Pablo Iglesias retó públicamente esta semana, sin mencionarlo, al secretario político para que dé un paso al frente y presente su propio proyecto en Vistalegre. “No podemos tomar una decisión por arriba, esto no puede ser una cuestión de pactos entre dirigentes. Tiene que haber un debate entre todos los inscritos, que son los que van a decidir la dirección de Podemos”, afirmó Iglesias, al mismo tiempo que calificaba como la mejor noticia “que haya diferentes propuestas” en el próximo congreso.

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