El 'Trumpgate' sigue presionando al Ibex 35
Finanzas.com
La bolsa española ha abierto con caídas del 0,6% para su principal indicador, el Ibex 35, que ha llegado a moverse en el filo de los 10.700 puntos, aunque pasados unos minutos, los recortes se estabilizan en el 0,3%. En el resto de Europa, el Dax alemán se deja un 0,2%, lo mismo que baja el EuroStoxx 600. En Wall Street, el Dow Jones retrocedió ayer un 1,78%, mientras que el S&P 500 se dejó el 1,82%. En el mercado de divisas, el euro se mueve ligeramente a la baja tras la fuerte subida de ayer y se cambia esta mañana a 1,1137 dólares. Los futuros sobre el S&P 500, que hoy serán importantes (y de hecho, han impedido que las caídas en la apertura sean más profundas), anticipan ahora subidas del 0,3%.
Dentro del Ibex, las mayores caídas son para Santander, que se deja algo más del 1,5%, mientras que Merlin baja un 1%, después de que el Banco Popular haya colocado esta mañana el 2,86% que tenía en la inmobiliaria a un precio de 10,725 euros por acción, lo que supone un descuento del 0,6%. Entre los más bajistas también se meten Acerinox, Técnicas Reunidas y Mapfre, todos con recortes que rondan el 0,8%. Por arriba, el mejor comportamiento es para Popular, que se revaloriza un 2%.
La tormenta política desatada en Washington por las presiones de Trump al ex director del FBIha metido el miedo en el cuerpo a los inversores, que no ven claro cómo ni cuándo llegarán las reformas que han dado vida al rally alcista. El pesimismo se ha extendido esta madrugada a Tokio, donde el Nikkei ha cerrado con caídas del 1,32%.
Comentan hoy los analistas de Link Securities que es muy complicado determinar si lo que se vio ayer "es el comienzo de una corrección más profunda o una simple recogida masiva de beneficios". En su opinión, todo va a depender de cómo evolucione en los próximos días la situación en EEUU, donde la nueva Administración Trump se encuentra "contra las cuerdas y bastante aislada". De acuerdo con estos expertos, si la situación se "enquista", algo que es posible ya que los "enemigos" de Trump "han olido la sangre", es muy probable que termine afectando a la confianza de empresarios y consumidores, que se encuentra en ambos casos en niveles de máximos multianuales, y, por tanto, a la marcha de la economía.
Con este panorama, Wall Street vivió ayer su peor sesión en ocho meses. Algunos ven en la tormenta política un simple excusa para vender. "Tenemos probablemente un mercado que está bastante caro y busca un catalizador para corregir eso. Las últimas noticias son una buena razón para retroceder", dice Jack Ablin, de BMO Private Bank. Pero lo cierto es que el charco que ha pisado esta vez Trump es gigantesco, y de consecuencias imprevisibles. Eso si, los expertos tienen claro que las cosas van a cambiar a peor. Las expectativas de rebajas de impuestos y otros estímulos económicos "cambiaron significativamente" tras estas noticias negativas para el gobierno, dice Alexander Kazan, de la empresa de análisis Eurasia Group. "Ahora hay mucha más incertidumbre acerca del futuro de la agenda de los republicanos en el Congreso", añadió.
Para el día de hoy, la mejor referencia es no perder de vista los futuros estadounidenses, que ahora mismo son los que marcan el paso de las bolsas mundiales. Si se vuelven a girar a la baja, las caídas serán cosa hecha. Lo que sí ha quedado claro, dicen en Link Securities, "es que si Wall Street corrige las bolsas europeas también lo van a hacer".
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