viernes, 29 de diciembre de 2017

Recuperando un simbolo...

El Escorialín volverá a tener atención turística tras la reparación de la galería

El Escorialín, ya tapado y protegido de la lluvia. / A. PIÑA
El Escorialín, ya tapado y protegido de la lluvia. / A. PIÑA

Rubén Rosón asegura que recuperará el servicio al público lo antes posible, una vez arreglado el daño causado por 'Bruno'

D. LUMBRERAS OVIEDO.

La ciudad se recupera del paso de la primera borrasca del invierno, 'Bruno'. Tras las caídas de ramas, cascotes y hasta árboles, hoy toca evaluar los daños y dar parte a los seguros. La mayor víctima del mal tiempo ha sido el emblemático Escorialín, en el Campo de San Francisco, cuya galería de cristales quedó destrozada tras el derrumbe de un árbol la noche del martes. Ello podría retrasar aún más su reapertura como oficina de turismo, tras su cierre el pasado 30 de noviembre, según informó el concejal del área, Rubén Rosón.
«La oficina principal es la de la plaza del Ayuntamiento, pero en épocas de gran afluencia esta también es necesaria y la vamos a reabrir», aseguró el edil. Su intención, explicó, es que haya «atención permanente» a partir del próximo mes de abril mediante «gente en prácticas, un plan de empleo de un año de duración»; hasta entonces, se contrataría a una empresa para que se ocupe del servicio al comenzar 2018. Eso, si el daño causado por 'Bruno' es reparado a tiempo: «vamos a estudiar los desperfectos. Si pudiéramos tenerlo antes de abril, lo tendremos».
Ayer, los técnicos municipales revisaron la póliza de seguro municipal para comprobar si es posible reclamar el arreglo del Escorialín. A falta de una fecha para el comienzo de la reparación, se presume que esta sea sencilla, dado que la estructura del edificio no se ha visto afectada.
El curioso nombre de esta instalación es una muestra de la ironía popular ovetense. Se proyectó en 1952 y acabó de construirse en 1958, con lo que se comparó la tardanza de las obras con las del monasterio de El Escorial. Antes de oficina turística fue kiosco.

Catedral

La Catedral sufrió el desprendimiento de una vidriera en el tejado de la capilla de Santa Bárbara, en el lado este, por el temporal. «Mientras no mejore el tiempo, no se puede subir al tejado porque pesa una barbaridad y tiene casi dos metros. Lo más que hemos conseguido es sujetarla para que no deslice y cause daño», declaró el canónigo fabriquero, José Ramón Garcés. La reparación, que reclamarán al seguro, podría retrasarse «hasta después de las fiestas». Provisionalmente, colocarán una lona para proteger el interior del templo. La liturgia que se celebra cada mañana se traslada a la capilla del Rey Casto.

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