Una asamblea de socios tensa y «kafkiana» deja el futuro de la SOF «en el limbo»
El alcalde culpa el rechazo a la propuesta de cambiar los estatutos a un «llamado a rebato de la derecha»
Una situación «kafkiana» que deja la SOF (Sociedad Ovetense de Festejos) en «no sé qué limbo». Así calificó su presidente nato y alcalde, Wenceslao López, la asamblea extraordinaria de la entidad celebrada ayer en el Palacio de Congresos ('el Calatrava'). Unos setenta socios de los 2.600 que conserva la SOF debían aprobar una propuesta de la junta de gobierno para hacerla legalmente viable reformando los estatutos y la rechazaron. Con lo que la crisis abierta por la falta de financiación municipal a partir de enero queda en punto muerto.
Fue una reunión dominada a ratos por la tensión y la bronca entre políticos y militantes presentes de partidos contrarios, entre la mesa presidencial y quienes pedían la palabra e incluso de los socios entre ellos cuando alguno hablaba demasiado rato. La asistencia batía récords y la algarabía, también. El concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, 'Rivi', comenzó la asamblea explicando la situación a la que se ha llegado después de que, debido a la nueva legislación, ya no sea posible que la SOF siga financiádose mediante un convenio con el Ayuntamiento para que organice las fiestas.
En agosto, la junta de gobierno local decidió que dicho convenio cesase desde el 1 de enero de 2018 -se mantiene hasta el 31 de diciembre por «interés público» para «no cortar los proyectos que había»-, fecha en la que pasa a encargarse de los festejos el Ayuntamiento, a través de la Fundación Municipal de Cultura. Un informe del economista Iván Celemín concluyó que la SOF «carece de viabilidad económica y financiera» sin apoyo municipal.
De otra parte, de los ocho trabajadores actuales, la directiva de la SOF acordó, previa consulta a la asesoría laboral, despedir a siete para que pudiesen cobrar la indemnización (cercana a los 220.000 euros) y el paro, quedando uno «al menos», que podrá ser apoyado por contrataciones temporales, para atender a los socios y organizar actividades a lo largo del año. Con todo, siete ya han acudido a los tribunales.
Los empleados estuvieron presentes en la sala y en muchas intervenciones de los socios, que pedían justificaciones -que no llegaron más allá de la cuestión económica: «No hay dinero para pagarles»- a los despidos. Alfonso Camba lo resumió así en una aplaudida intervención: «La SOF hay que mantenerla, pero los trabajadores son el alma».
Una veintena de socios quiso tomar la palabra. Hubo que organizar dos turnos y todavía hubo quien, repitiendo, se quedó con ganas de replicar más al alcalde y a 'Rivi'. Preguntaban cómo había podido caer la entidad de los 30.000 hasta los 3.000 socios. Habiendo acudido sin que les hubieran facilitado los informes antes, les extrañaba que el Ayuntamiento quisiese gobernar una sociedad privada y que no la pudiese ayudar como a la Ópera.
López tomó la iniciativa para aseverar que «solo sería legal conveniar el reparto de los bollos y el Día de América», porque lo demás serían competencias propias del Ayuntamiento. El edil de Festejos también aclaró que, como había dicho, la Universidad de Oviedo, y en concreto el catedrático de Derecho y colaborador de este diario Leopoldo Tolivar «va a hacer un dictamen» sobre alternativas para la SOF, como convertirla en una empresa pública.
Hubo bronca entre gobierno y oposición, que luego acusaría al equipo de gobierno de «no hacer los deberes» (Ciudadanos) y de «presentar una propuesta ambigua» (PP). Durante la reunión, el alcalde, aludiendo al largo gobierno anterior del PP, le dijo a Belén Acevedo: «Me da reparo contestar». Y cuando Luis Pacho quiso justificar su rechazo alo que se votaría, 'Rivi' lo acusó de dar «un mitin radicalmente falso».
Propuesta y votación
Tras más de dos horas de debate, para que «siga existiendo», la SOF, 'Rivi' expuso los cuatro puntos de la propuesta de la junta de gobierno. Que la entidad organice sus actividades históricas, los bollos y el Día de América en Asturias (cuya propiedad intelectual posee hasta 2026); que se organice con las cuotas de los socios, patrimonio y un futuro convenio con el Ayuntamiento (al estilo de la Sociedad Protectora Balesquida); que mantenga un solo trabajador y que se reformen los estatutos.
La votación fue lenta al tener que identificar quiénes venían a título propio o por terceros. Al filo de las diez, salió el resultado: 33 votos a favor, 70 en contra y 4 abstenciones. «Entramos en una situación jurídica desconocida», dijo un exhausto 'Rivi' al levantar la sesión. El futuro de la SOF queda, pues, en el aire, pues el resultado, debido a un «obvio llamado a rebato de la derecha» según López. Habrá que encargar un nuevo informe jurídico, apuntó. Mientras tanto, todo sigue igual en la SOF: los trabajadores despedidos, la deuda de 250.000 euros, ingresos de 2 millones que no habrá en enero y concejales al frente.
En medio de todo el jaleo, hubo un hombre que cosechó el aplauso unánime: Elías Aguirre, el socio número 1 de la SOF, que era capaz de recordar los tiempos esplendorosos de las carreras de caballos y los bailes de la Herradura.
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