Altamira, la gestora inmobiliaria participada por Santander (15%) y Apollo (85%), ha conseguido un jugoso aguinaldo navideño de 600 millones de euros, cantidad que corresponde al valor de los activos inmobiliarios que Liberbank vendió a Bain Capital y Oceanwood el pasado octubre.
Los dos fondos han elegido a la empresa dirigida por Julián Navarro para encargarse de la gestión de estos inmuebles, que se dividen en 342 millones de euros en producto residencial, 180 millones de euros en suelos y obras en curso y otros 180 millones en terciario, cartera bautizada como Invictus.
Liberbank logró sacar de su balance estos activos mediante la creación de una sociedad conjunta participada mayoritariamente por Bain, que pasó a controlar el 80%, y donde Oceanwood se quedó con un 10,01% y la propia entidad con el otro 9,99%.
Esta desinversión se diseñó en paralelo a la venta del 'servicer' de Liberbank, Mihabitans, a Haya Real Estate, rival directo de Altamira, que cuando cerró este acuerdo lo hizo descontando la venta de inmuebles que preveía llevar a cabo el banco y la posibilidad de que se traspasara también la gestión, en función de quién terminara imponiéndose en la puja.
Al haber sido Bain el ganador del proceso, el fondo ha optado por confiar a Altamira las riendas de este 'portfolio', cartera que permite a la filial de Santander y Apollo seguir avanzando en su estrategia de crecimiento orgánico en España con la captación de nuevos clientes.
Históricamente, sus dos principales clientes han sido Sareb, que le adjudicó un total de 29.000 millones en inmuebles y crédito promotor, y el propio Banco Santander. Pero el giro estratégico que ha dado el banco, con el traspaso de activos que había en Altamira a otros vehículos como Testa, o la venta de 30.000 millones en activos tóxicos a Blackstone, ha reducido su peso.
Altamira, por su parte, ha ido ampliando su base de clientes en España llegando, incluso, a hacerse con una cartera de préstamos de 200 millones de BBVA, el eterno rival de Santander, marcando así cada vez más su independencia de la entidad cántabra.
Con Bain la compañía ya ha trabajado en el pasado en diversos procesos y, por ejemplo, le acompañó en la compra de una cartera de 489 millones en préstamos fallidos a Ibercaja el pasado verano. En total, en España, Altamira tiene 50.000 millones de euros bajo gestión. A esta cifra se añaden los 10.000 millones que suman sus actividades en Portugal y Chipre, los dos primeros mercados por donde ha empezado su estrategia de internacionalización.
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