Hace unos meses, aprovechando una charla sobre Blockchain y criptoactivos a la que acudían unos buenos amigos venezolanos, estuve trasteando con la información disponible existente sobre el petro, la que iba a ser la primera de las criptomonedas respaldada por un Gobierno, con capacidad de pago local y colaterizada por un activo físico como es el petróleo. Por orden de Maduro, la compañía estatal de petróleos venezolana (PDVSA) está obligada a realizar sus transacciones en petros y tanto servicios públicos como privados (consulados, hoteles…) pueden aceptar la criptomoneda como medio de pago legal.
La primera conclusión que saqué de la lectura inicial fue la de estar no ante una criptomoneda al uso sino ante una nueva fórmula para intentar obtener financiación y con el objetivo claro de evitar el bloqueo financiero al que está sometido Venezuela. Aprovechando la fiebre existente en el mundo de las criptomonedas, nada como un buen golpe de ingenio para subirse al carro consiguiendo notoriedad y, si sale bien, hasta 6.000 millones de dólares a un precio del barril de petróleo en 60 USD.
Petro parece más una serie de conceptos financieros clásicos mezclados de forma sutil, que no un nuevo paso adelante en el mundo de los criptoactivos. Una especie de futuro financiero que puede tener verdaderas implicaciones revolucionarias, de impacto geopolítico sin precedentes y que signifique a largo plazo el fin del petrodólar.
El petro es una nueva fórmula para intentar obtener financiación y con un objetivo claro de evitar el bloqueo financiero al que está sometido Venezuela
Curiosamente, este lanzamiento coincide con el momento en que China está preparando el lanzamiento del mercado de futuros sobre el oro negro, con fecha prevista 26 de marzo y cuya denominación será en yuanes. Interesante coincidencia con un mismo impacto. Venezuela podría ahora comerciar con su petróleo sin usar el dólar y en Asia, mayor consumidor del mundo, tampoco será necesario el uso de la moneda norteamericana para esa operativa una vez se inicie y estabilice ese nuevo mercado de derivados. Hasta Irán, otro productor, ha anunciado sus intenciones de seguir los pasos de Venezuela.
Y justo ahí está la verdadera revolución: la nueva posibilidad que tendrán ahora todos los países del mundo para negociar y liquidar en monedas (y criptomonedas o lo que sea el petro) distintas al dólar y en el fin de la necesidad de mantenerlos en sus balances. Venezuela puede evitar las sanciones financieras al no tener que usar el sistema SWIFT y utilizar su criptomoneda como reserva de valor. No necesitarán dólares para explotar y comercializar sus recursos naturales.
Así mismo, y si son capaces de integrar los llamados 'atomic swaps',las posibilidades de intercambiar valor por todo el mundo son ilimitadaso. Con esa denominación me refiero a la capacidad de permutar una criptomoneda por otra sin la intervención de una tercera parte (una 'exchange', por ejemplo). El uso de un tipo de contratos llamados HTLC permite esa operativa sin riesgo de contrapartida y hará posible que esa operación se pueda hacer utilizando Blockchain distintas.
Pareciera que la verdadera razón de Maduro con respecto a esta cosa del petro no es otra que obtener financiación y empezar a dejar de utilizar el dólar. Si tenemos un criptoactivo respaldado por el petróleo o por el oro (existe ya una nueva versión de criptomoneda ligada al oro en la que Venezuela está trabajando), su uso podría estar justificado y ser útil para multitud de países con recursos naturales. Una forma de extraer valor o riqueza.
Otra cosa muy distinta es que todo esto funcione. A día de hoy, y según el propio presidente venezolano, en el primer día de preventa de petros se han recibido demandas de casi 800 millones de USD. Sin embargo, si uno mira la Blockchain para ver si efectivamente se ha producido movimiento alguno, resulta que no hay nada materializado a la fecha. Fíjese cómo tenemos una única dirección y nula actividad.
Puede comprobarlo aquí: Blockchain de NEM.
Por aclarar un poco más lo que petro es desde el punto de vista técnico, y aprovechando el gran conocimiento de Víctor Escudero, experto en ciberseguridad y coautor del libro 'Blockchain, la revolución industrial de internet', “la ICO ['initial coin offering'] del petro presenta algunos inconvenientes para los inversores. De un lado, esta ha sido parcialmente preminada, más de la mitad de la recaudación irá directamente a un fondo soberano controlado por el Gobierno de Maduro, su desarrollo está bajo el control de un reducido grupo de desarrolladores (no identificados), el algoritmo de prueba de esfuerzo (PoW, Proof of Work) podría ser sustituido en un futuro por una prueba de tenencia (PoS, Proof of Stake), no hay previsto ningún tipo de limitación que impida al Gobierno de Maduro poder emitir a voluntad más monedas de las inicialmente previstas, así como manipular el precio de sus propias reservas petroleras y especular abiertamente sobre el precio de su propia criptomoneda, gracias al control que puede ejercer sobre la información sobre sus reservas petroleras y el control de los 'exchange' donde estará permitido intercambiar los petros".
Tal vez sin quererlo, Maduro está ayudando a potenciar las ventajas que la 'tokenización' de activos tiene para un futuro inmediato
En el 'White paper' puede encontrar los términos de toda la operación, pero si yo fuera un inversor creyente en el mundo de los criptoactivos, no parece que el Petro caiga en el abanico de activos invertibles bajo ese paradigma. Pero ese, como hemos visto, puede no ser el verdadero fin de este proyecto. Tampoco tengò muy claro que, como inversor minorista en petróleo, ese instrumento me sirva como forma de lograr esa exposición.
Así las cosas, lo único cierto, y a la espera de ver qué volumen real son capaces de levantar con el petro, es que tal vez sin quererlo Maduro está ayudando a potenciar las ventajas que la 'tokenización' de activostiene para un futuro inmediato. En este caso, hablamos de recursos naturales como una opción para aflorar riqueza y liquidez futura en el presente, pero no es más que la punta del iceberg. Y en este sentido, el petro puede ser el inicio del jaque al dólar en el ámbito del petróleo y de la apertura a nuevas posibilidades para muchos jugadores mundiales.
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