Bolsa: ¿Todavía no tienes Repsol en cartera? Aún se puede entrar
María Gómez Silva
La compañía cumple con los objetivos fijados en su estrategia, presenta buenos resultados y mejora la retribución al accionista. Y, encima, no está cara debido a las turbulencias de los mercados. ¿Se puede pedir algo más?
Lejos queda para Repsol el aciago mes de enero de 2016, cuando el valor se situó en el entorno de los 8 euros, coincidiendo con el desplome del petróleo a niveles inferiores a los treinta dólares por barril. Esa circunstancia obligó a la compañía a acometer un fuerte plan de ajuste que, unido a la recuperación de los precios del crudo, no ha hecho más que favorecer el buen desempeño de la compañía en bolsa desde entonces, aupando el valor por encima de los 14 euros. Pero, pese a esta espectacular recuperación bursátil, los expertos creen que la acción aún tiene recorrido a los precios actuales, por lo que el inversor que no la tenga en cartera todavía está a tiempo de comprar. Para empezar, porque el valor está más barato que hace algunas semanas presionado por las caídas del mercado, asociadas a la incertidumbre sobre las subidas de tipos en Estados Unidos y ante una posible guerra de aranceles impulsada por Donald Trump. «Nosotros pensamos que, a estos niveles, si no lo tienes en cartera, tienes que aprovechar para tomar posiciones. Los recortes han dejado el valor en niveles atractivos para comprar. Es una de esas cotizadas para entrar y aprovechar», explica Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, en un mensaje que genera consenso entre los analistas. Por ejemplo, Víctor Peiro, director general de análisis de GVC Gaesco Beka, opina lo mismo que ella: «Estos precios están bien. Ha caído el mercado y es una oportunidad para entrar. Las blue chips se han quedado bastante baratas en general». Álvaro Navarro, analista de Intermoney Valores, está de acuerdo: «Yo invertiría ya. Ahora, aprovechando los recortes, está bien de precio. Tiene potencial».
En concreto, en GVC Gaesco Beka le otorgan un precio objetivo de 17,5 euros, lo que supone un potencial de revalorización de en torno al 24 por ciento. «Es un valor que está más o menos en la media de los valores con potencial del Ibex, en torno al 25 por ciento. Y, además, es defensivo para momentos de volatilidad, con una generación de caja muy alta y para precios del petróleo que pensamos que van a estar estabilizados en los niveles actuales. Nos parece que el valor puede ser una opción tranquila para una cartera. Por eso, tenemos una recomendación de comprar», explica Victor Peiro.
Pero, ¿qué es exactamente lo que gusta a los analistas de este valor, más allá de que está barato y de que se ha aprovechado de la subida del crudo? Según nos cuentan, hay varios aspectos positivos. Para empezar, los resultados de 2017, presentados el pasado 28 de febrero, día en que el valor se revalorizó un 3,48 por ciento en bolsa. «Los resultados de Repsol fueron sólidos, por encima de nuestras previsiones y el consenso del mercado», dice una nota de Enrique Yáguez, analista de Mirabaud Securities en España. Natalia Aguirre da algunos detalles sobre ello: «Tienes evolución positiva de los dos principales negocios, upstream y downstream, pero lo más importante es que supera todos los objetivos que se había marcado para el año en términos de producción, márgenes de refino y en términos de eficiencia. En eficiencia, por ejemplo, ellos dieron un objetivo inicial de sinergias de 2.100 millones para 2018. Luego, lo adelantaron para cumplirlo en 2017 e incluso lo han superado. En concreto, han alcanzado 2.400 millones de euros». Aguirre también añade que la evolución de la deuda neta «ha sido muy positiva»: «Su objetivo era cerrar el año por debajo de 7.000 millones y lo han cerrado por debajo de 6.300, apoyado tanto por la generación de caja como de la mejora del circulante. En término de ratios, la deuda neta sobre ebitda ha bajado hasta situarse en 0,95 veces. En 2016, fue de 1,6. Es una bajada apreciable».
Otra buena noticia para los inversores ha sido el anuncio de que la dirección va a proponer a la Junta General de Accionistas el incremento del dividendo en más de un 10 por ciento hasta los 0,90 euros por acción. «Eso es una rentabilidad por dividendo del 6 por ciento, que está francamente bien, cuando el promedio del Ibex está en el 4 por ciento. También es importante en la política de remuneración al accionista el que van a recomprar acciones para compensar al 100 por cien el efecto dilutivo del scrip y la intención es mantener esa política», relata Aguirre.
Actualización de la estrategia
También de cara al futuro, los inversores van a estar pendientes de la actualización del plan estratégico que la compañía publicará el próximo 7 de junio. «Ese día, me gustaría ver que la compañía planea dirigir sus recursos hacia su negocio principal, el petróleo y el gas; y que busque ser rentable cada vez con un precio más bajo del crudo, que es una de las claves de las petroleras a futuro, que sean capaces de obtener buenas rentabilidades con precios más bajos», reflexiona Álvaro Navarro, analista de Intermoney Valores. En todo caso, Navarro opina que Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, mandó una señal positiva al mercado el día de los resultados al mejorar la remuneración al accionista y aseverar que no planea invertir los 3.816 millones de euros obtenidos de la venta del 20 por ciento de Gas Natural en comprar negocios regulados o intensivos en capital que, a su juicio «pudieran destruir valor para el accionista». Precisamente, el destino de la cuantía obtenida de la desinversión va a ser otro de los asuntos que va a tener pendientes a los inversores.
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