REDACCION
Daniel Ripa renovó su liderazgo al frente de la secretaria general de Podemos Asturies en pleno proceso de negociación presupuestaria a finales de 2017. Tras el fracaso de ese acuerdo y la prórroga, el Principado afronta el último año de la legislatura con los partidos ya puestas sus expectativas en el próximo horizonte electoral.
--2018 arrancó con nueva prórroga presupuestaria en Asturias ¿se puede dar la legislatura por perdida, qué margen queda para sacar adelante algún proyecto antes de las elecciones?
--Es innegable que hay un déficit de apatía del gobierno de Javier Fernández, es un gobierno que no entró con demasiado ímpetu y que lo que le pasó después es que muy pronto le interesó más la política de pasillos en Ferraz que dirigir Asturias, y que una vez que perdió las primarias en Asturias su ahijado, su candidato apadrinado, lo que hay ya es desinterés y el mantenimiento del gobierno porque no puede marcharse sin dejar a otra persona en el cargo. Y todo eso claro que lastra a Asturias porque tienes un presidente que no está interesado en gobernar, está interesado en conservar el gobierno que tiene pero sin ningún impulso de cambio, ya sabe que se ha acabado su momento político y que ya no quiere pasar a la historia nada más que por ser el presidente que pactó reiteradamente con el PP, que puso a Rajoy en la Moncloa, que intentó que Caunedo gobernase el Ayuntamiento de Oviedo. En ese contexto es tramposo hablar de parálisis del parlamento porque si está así es porque el gobierno está paralizado y no quiere asumir compromisos de ningún tipo. Si pensamos ¿qué gran proyecto va a recordar la gente de Javier Fernández y especialmente de esta última legislatura? Pues creo que es complicado que te venga uno a la cabeza. Ha gestionado el fracaso de los proyectos megalómanos que impulsó Areces como presidente y él como secretario general, el chernobil del Musel, la regasificadora, las grandes comunicaciones que Cascos intentó hacer en Madrid y luego acabaron en un fraude millonario como la Variante de Pajares, son un modelo fracasado. Hay otros ejemplos, las propuestas de ley de Transparencia o de reforma de la ley electoral con las que se llenaron la boca y después de cinco años ya veremos si se aprueban, han tardado tanto en tramitarla que cuando se vaya a aprobar ya estará totalmente desactualizada. Y la ley electoral, que servía para justificar los acuerdos de investidura con IU, va camino también de quedar apartada. Y lo que nos encontramos ahora en este último año es una guerra por la candidatura a la presidencia, que se está librando dentro del gobierno, con varios consejeros que están usando el gobierno para fortalecer sus posiciones y un partido que usa a la organización para oponerse al gobierno. Y aquí el interés general de Asturias queda dañado. Con esta situación no vale autoengañarnos, quien dice que hay que salir del bloqueo y plantear una alternativa pero sin analizar el contexto en el que se está y cuál es la situación del partido que está gobernando, es caer un vacío que no nos permite entender las causas de la parálisis y cómo se superan. Así hay que trabajar por construir un gobierno alternativo en el año 2019 y también plantear alternativas y sumar mayorías en el parlamento, claro que creo que se podría hacer un bloque de presión que lograra la gratuidad del 0 a 3; que se aprueba una oficina anticorrupción independiente del gobierno, es un logro que se podría conseguir, se podrían aplicar muchas conclusiones de la comisión de investigación de las listas de espera, no me resigno a que no se tomen medidas contra la contaminación porque continuamente este gobierno hace a la vista gorda ante cualquier escape, sobre todo en Avilés, sí se pueden tomar medidas parlamentaria a pesar de la inercia del gobierno.
--En algún momento sí pareció que en este año habría un acuerdo sobre los presupuestos entre Podemos, PSOE e IU, pero finalmente no fue así, ¿fue real ese acercamiento, por qué fracasó?
--Podía haber habido un acuerdo presupuestario y es indudable que por nuestra parte había voluntad si se cumplían unas ciertas condiciones. Eso implicaba dejar cosas atrás. El primer año fue casi una toma de contacto, planteamos unos principios éticos en materia de limitación salarial de reducción de asesores, ahí era complicado llegar a un acuerdo pero sirvió para conocer dónde estaban las cuentas; el segundo año fuimos con una propuesta honesta que implicaba reducir en parte el impuesto de sucesiones ampliando el de patrimonio y una modificación del IRPF que favoreciera a las clases bajas y medias pero ¿qué pasó? Que el partido socialista acababa de poner a Rajoy en la Moncloa y, como dijo Pablo Casado, había que devolver el favor a Javier Fernández aprobándole los presupuestos así que ya desde el principio estaba la posibilidad de que el PP les pasara los presupuestos pidiendo muy poco. Y este año, a pesar de los precedentes, dijimos que vamos a ser más concretos todavía, sobre cuatro ejes: reducir las listas de espera contratando a 450 profesionales, incluir las cláusulas sociales en materia de empleo en la contratación pública, con cláusulas específicas de medioambiente y de igualdad, desbloquear de una vez la oficina anticorrupción, ampliar el parque público de vivienda social hasta el año 2030 y, por último, que fue el tema en que nos centramos, que nos podría valer con la perspectiva de tener un plan contra el envejecimiento porque la demografía es el principal problema de Asturias, pues vamos a asegurar que las familias que ya estén no paguen. Y hubo un momento en que se dijo «es que Podemos quiere pagarle la escuela a los más ricos», y no, porque dos padres que ganan mil euros cada uno pagan 200. El coste eran 4 millones de euros que era el 0,1% del presupuesto, era una propuesta modesta, con trampa, porque lo que decíamos era que con esa gratuidad se produciría un incremento exponencial de la demanda y es exactamente lo que nosotros queremos, integrarlo en el sistema público y que cada vez haya más gente formando parte de ese sistema. Y además creemos que puede ser la principal medida a favor de la natalidad. Con todo esto ¿por qué no se llegó a un acuerdo? Pues porque Javier Fernández está más interesado en justificar su pasado que en construir el futuro. Él tiene que justificar que con Podemos era imposible el acuerdo y que por eso puso a Rajoy en la Moncloa. ¿Y qué hace el nuevo PSOE de Barbón? Pues o no quiere o no puede hacer girar la nave.
--¿Cree que será más fácil entenderse con el nuevo PSOE de Barbón? Porque sus declaraciones sobre el nuevo secretario general de la FSA son de bastante esceptiscismo.
-- Yo a todo el mundo le presupongo buena voluntad pero lo que vale en política son los hechos y no los ha habido consistentes en lo que está en su mano, que es girar la línea del gobierno. Me parecen muy bien las promesas del futuro pero lo que me valen son los hechos actuales, eso no ha sucedido como tampoco ninguna firmeza en la lucha contra la corrupción, le pedimos que pidiera al Gobierno que reclamara la entrada en prisión de Riopedre por el Caso Marea, o que en el Caso UGT colabore con la justicia, que se persone en determinadas cuestiones que no está haciendo. Lo que yo percibo es que no ha sido capaz de levantar la voz ante cosas que le obligaban a mirar al pasado; es que mucha gente, el propio Barbón, que está en el sanchismo llevan más de 15 ó 20 años en política, también gestionando. Nosotros llevamos tres años en las instituciones y los nuevos renovadores del PSOE llevan 15. Además lo primero que hace cuando llega a secretario general es subirse el sueldo, claro ese gesto no lo comparto, tampoco que no tiene gestos contra la corrupción y no ha sido capaz de girar la línea del PSOE. Espero que lo haga, pero de momento no lo ha conseguido.
--Se lo pregunté a Llamazares y le voy a hacer la misma pregunta igual. Pablo Iglesias y Alberto Garzón parecen muy seguros de querer repetir la experiencia de Unidos Podemos en las municipales pero no veo ese interés en Asturias por parte de ninguno de los dos implicados. ¿habrá ese pacto en locales y autonómicas?
--En lo local nosotros apostamos por una confluencia flexible para que en los lugares donde haya un trabajo conjunto desde la base tanto en los partidos como en los movimientos sociales se puedan presentar conjuntamente. Hay lugares en los que se está avanzando, en los que puede haber candidaturas conjuntas y ahí las vamos a respaldar. Una de las cosas que criticamos de la confluencia de 2016 es que se hizo desde arriba sin capacidad de asentarse. Donde haya posibilidades, y creo que hay lugares en los que se va a producir, bienvenido sea. A nivel asturiano, hay avances en los últimos años, no comparto con Llamazares una impugnación generalizada de la relación con Podemos, la propuesta de ley de emergencia ciudadana que se pactó fue un avance, hay buena comunicación entre ambas direcciones y hay respeto. Lo que nos ha separado en estos tres años es la sensación de que nosotros queríamos construir una alternativa al partido socialista, que con un PSOE como el dirigía Javier Fernández, no iba a haber avances sociales ni políticos, que las promesas de su pacto de investidura eran vacías y no se iban a cumplir y que hacía falta un proyecto regeneracionista en Asturias que nos hiciese avanzar en derechos sociales, en igualdad, en lucha contra la corrupción o en transparencia. Y eso sólo se podía hacer desde la construcción de esa alternativa que dialogase de igual a igual con el PSOE. Y muchas veces hemos sentido que IU y Llamazares venían de una inercia histórica, de una relación con el PSOE que no replanteaba si era necesaria esa alternativa en este país. Nosotros creemos que es posible, que es viable y que la tenemos que hacer. Y que hasta que no hagamos eso no va haber cambios profundos. Habrá cambios aparentes, mensajes grandilocuentes, grandes planes pero no propuestas concretas. Se veía en cada negociación, si nos veíamos como una fuerza que negociaba de igual a igual o una subordinada.
--Precisamente ese lema de igual
a igual, sumando 14 diputados, fue la postura defendida por IU en la última negociación pero no encontró eco en Podemos.
--Ya pero es que Emilio León pudo haber sido presidente de Asturias, pudo haber pasado a una segunda vuelta donde los candidatos serían Javier Fernández y Emilio León y ahí se podría haber negociado, por supuesto, de igual a igual. En lugar de eso optaron por una abstención que dio paso al PSOE y al PP para luego decir que apoyaban a Javier Fernández para que no ganara la derecha. Ese es el punto de partida. Firmaron un acuerdo de investidura para justificar ese apoyo y que se ha incumplido al 100%. Del análisis de ese incumplimiento es cuando IU se replantea que tiene que tener una nueva estrategia. Pero claro es que cuando nos llega a nosotros una invitación para hacer una alternativa de cambio, el mismo día, hay un referéndum en IU en el que apuestan por ir con voz propia a las elecciones y mantener su identidad y desmarcarse de Podemos; el mismo día en que se hace una oferta de acuerdo. A nosotros nos parece bien ¿eh? Y entablamos una conversación, un proceso de diálogo que dura el tiempo que dura el congreso de renovación del partido socialista, y cuando llega su resultado se interrumpe todo ese proceso que se había anunciado de forma grandilocuente. Nosotros en la negociación presupuestaria lo que les planteábamos es que no puede ser que la unión de Podemos e IU haga que los acuerdos a los que lleguemos sean menos exigentes que a los que llegaría Podemos por separado con el PSOE. A mí no me entra en la cabeza. Y a veces en la negociación nos llevamos la sorpresa de que las peticiones terminaban rebajándose, eso no puede ser. Y por dijimos, vamos a negociar nosotros primero con el PSOE y luego vamos a colaborar para que se incorporen más diputados con nuevas medidas, esa fue la propuesta que hicimos y con el máximo respeto. Yo creo que Asturias necesita también lo que representa IU a nivel de historia, de militancia, de lucha social; eso hay que reconocerlo. Quizá a veces sí han sentido que desde Podemos no se respetaba esa historia, que como todo tendrán cosas buenas y malas, pero son muchas personas que han luchado por traer derechos sociales a Asturias.
--Vamos, que no irán juntos a las autonómicas.
--Lo que no me gustaría es que de lo que estemos hablando este año es de si tenemos que ir o no juntos. Lo importante en la agenda política no es si hay acuerdo o no, en qué condiciones, que de qué color es la papeleta y quién va de candidato, eso me parece una auténtica chorrada si no somos capaces de poner el foco en qué queremos cambiar en Asturias como país. Lo otro es hablar de nosotros y a mí no me interesa. De lo que tenemos que hablar es de la crisis demográfica, reducir la emigración o cómo vamos a solucionar las brechas de igualdad. Todo lo demás viene sobrevenido al debate, pero todo es posible ¿eh?
--¿Es Llamazares la principal traba para ese entendimiento?, en alguna ocasión se ha señalado así desde Podemos.
--A ver, hay dos cuestiones que para nosotros son importantes, que no son banales, una es la limitación de mandatos y salarial, eso son ejes políticos centrales de Podemos y ahí no hemos sido capaces de pactar una agenda común, continuamente han sido rechazadas nuestras propuestas de limitar los salarios de los diputados en la Junta con los votos de IU al igual que rechazaron las de limitar los mandatos. A nivel estatal sí hubo un acuerdo y estamos muy orgullosos del sistema de donación a proyectos sociales. Y el segundo problema, lo decía antes, la posición de si nos creemos como una alternativa política que merece gobernar este país y si entendemos que representamos unas ideas novedosas de cómo tiene que ser la gestión pública en Asturias, el modelo de reactivación económica, que no rechaza de dónde venimos pero que tiene que cambiar, que hay que terminar con las redes clientelares, que tenemos que favorecer que la gente que se esfuerza, que los que tienen ideas brillantes, puedan salir adelante. Creernos todo eso implica plantear una impugnación a lo que ha sido el gobierno del partido socialista, del SOMA y de la UGT durante buena parte de los últimos 30 años. Ha sido un modelo de gestión del declive industrial que ha favorecido redes clientelares, que los jóvenes se vayan fuera. Con toda la humildad lo digo, pero somos parte de una sociedad que quiere otra ética de la política y otro modelo social y económico. Y nos gustaría que hubiese ahí una reflexión también por parte de IU y Gaspar Llamazares.
--¿Va a ser Emilio León otra vez candidato de Podemos a la presidencia de Asturias?
--Los órganos lo decidirán cuando toque. Mi opinión, y lo he dicho en la asamblea ciudadana, es que Emilio León es la persona idónea para ser presidente de Asturias, probablemente es el parlamentario más inteligente que hay aquí y que tiene la visión más clara de cómo afrontar otro modelo de gobierno. Y el trabajo que ha hecho en estos tres años refuerza también esa impresión. Sería una fantástica noticia que él quisiese repetir.
--¿Cómo ve el próximo parlamento? Me imagino que me dirá que con Podemos como primera fuerza, pero pregunto respecto a encuestas que dan más peso a Ciudadanos, o lo que pueda pasar con Foro.
--Cada vez hay más partidos, no sé cómo terminará, pero debería haber un objetivo y es que PP y PSOE no sumen 23 diputados, ya hemos visto lo que pasa cuando sucede y es que a la hora de la verdad gobiernan cuando les interesa conjuntamente. Hay que evitar esa capacidad de veto que tienen los dos en el parlamento y que se ha visto en cosas como el control de Liberbank, el rechazo a actuar contra la dirección del Hotel Reconquista, una empresa condenada por acoso a las trabajadoras. Hay que eliminar esa vetocracia de PP y PSOE. Veremos si luego Foro y PP repiten la coalición de las generales y de Ciudadanos, sinceramente, les falta trabajo territorial. Para mí lo peor que puede ser un partido político es un partido sucursal que no haya trabajado su extensión al territorio y a la sociedad civil pueblo a pueblo. A Ciudadanos se le ha notado poco en las cuestiones trascendentales de Asturias, sobre todo no ha sido una fuerza de regeneración, que luche contra la corrupción, que se plante ante la discriminación histórica que se sufre por el hecho de ser asturianos. Es que nosotros tenemos una tasa cantábrica, pagamos más peaje que el resto del Estado, los fondos mineros todavía se adeudan, tenemos las conexiones con Madrid más caras, las infraestructuras que hay aquí no se ejecutan, entre cuatro gobiernos han sido incapaces de acabar la Variante de Pajares… Ciudadanos ha estado ausente de problemas que tienen que ver con el futuro de Asturias.
--¿Qué le parece la manera en la que se está desarrollando el debate sobre la oficialidad del asturiano y la oposición del PP?
--No tengo el concepto de que el PP esté realmente en contra del asturiano, me da la sensación de que están vinculando la cuestión de la oficialidad a Cataluña para buscar réditos electorales. Mercedes Fernández llegó a defender lo contrario de lo que defiende ahora, es algo muy hipócrita y que también refleja lo que es el PP. Usar así la lengua, que es una cuestión de derechos de los ciudadanos, que es un patrimonio, es algo inaudito. Y tengo la sensación de que no se lo creen pero consideran que les va a dar un rédito. Realmente es demencial ver al PP atacando al rector de la Universidad de Oviedo simplemente por organizar un seminario en el que se habla de los costes y beneficios de la oficialidad. El asturiano es un patrimonio de Asturias, es muy positivo y debemos sentirnos orgullosos de él.
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