«No puedo prohibir los coches por el centro si no existe una alternativa para rodear Oviedo»
El alcalde liga el desarrollo del futuro Plan de Movilidad a la existencia de la Ronda Norte | López pide ir «poco a poco» y esperar a que los técnicos revisen el documento impulsado por la concejalía de Urbanismo
El alcalde, Wenceslao López, ligó ayer el futuro Plan de Movilidad a su apuesta por una Ronda Norte en túnel y con un enlace a Ciudad Naranco, que propuso al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en su reunión hace tres semanas. «No puedo prohibir a la ciudadanía que atraviese la ciudad con su vehículo privado si no tiene una alternativa para rodear Oviedo», expuso ayer López durante la inauguración del nuevo área para niños del centro social de Colloto.
La opinión del regidor anticipa un nuevo choque interno en el seno del equipo de gobierno. La revisión del Plan de Movilidad, impulsada por la concejalía de Urbanismo, plantea limitar el tráfico privado en el centro de la ciudad de aquí a ocho años, en línea con las recomendaciones de la UE de establecer zonas de bajas emisiones en las grandes ciudades. A grandes rasgos, prohibirá el estacionamiento en superficie en un área comprendida entre las calles Asturias, Santa Susana, Federico García Lorca (Calvo Sotelo), la plaza de Castilla, Muñoz Degraín, Padre Suárez, San Pedro Mestallón, la ronda Sur, Campo de los Patos y General Elorza. Los vehículos contaminantes no podrán circular por esta zona, denominada 'ámbito 1', a no ser que su destino sea un aparcamiento subterráneo o un garaje privado.
El plan diseña alternativas, pero no para rodear Oviedo como pidió el alcalde, sino para visitantes y ovetenses dejen sus coches antes de entrar en la ciudad y apuesten por el transporte público, con la creación de cuatro aparcamientos disuasorios, que serán gratuitos para las personas que, tras dejar su coche, usen el autobús urbano para moverse por la ciudad.
El PSOE ya dijo no
De hecho, el documento está en línea con el acuerdo que firmaron todos los grupos municipales -salvo el PP- para acometer la revisión del PGOU y en el que se apuesta por un diseño de ciudad compacta, con prioridad para los itinerarios peatonales y en el que, expresamente, Somos, IU, Ciudadanos y, también, los socialista rechazaron el proyecto de la Ronda Norte por su impacto en el Naranco. Somos, como alternativas, proponía una vía rápida desde La Florida a La Pixarra y una nueva salida de Ciudad Naranco a la AS-II. La posición de los socialistas, en cambio, ha dado bandazos. El rechazo al proyecto heredado de Francisco Álvarez-Cascos, ha dado paso a pedir a Fomento una circunvalación que afectaría a los mismos suelos, pero en la que 3,5 kilómetros de su trazado se harían en túnel. El ministerio, en realidad, contrató un nuevo estudio de alternativas tras un acuerdo presupuestario entre PP y Foro, que dijo sentirse traicionado por la renuncia al proyecto de Cascos.
El Plan de Movilidad, por su puesto, no incluye ninguna referencia la infraestructura. Apuesta en cambio por reducir el número de coches que entran en la ciudad y por disuadir a los ovetenses de moverse en sus vehículos privados por la misma. Lo hace con medidas para potenciar el transporte público -su gratuidad para los usuarios de los estacionamientos disuasorios, por ejemplo-, pero también con una serie de medidas restrictivas para el tráfico privado. Además de prohibir el estacionamiento en superficie en todo el centro, el plan aboga por reducir el número de plazas de aparcamiento en rotación privadas existentes en la zona, por ir cerrando estacionamientos. El primero, el de la plaza de La Escandalera, cuya concesión finaliza en 2023, y que dejará paso a «una alternativa de uso público sostenible que premie los desplazamientos peatonales, ciclistas y en transporte público», una que no define el documento pero para la que hay varias propuestas recogidas entre las ofertas presentadas al concurso para la reordenación del entorno del Campo de San Francisco.
El alcalde defendió esta apuesta: «Debemos poner en marcha medidas que faciliten que la gente deje el vehículo privado en casa y queremos que el transporte público sea una pieza fundamental», dijo, pero llamó a la prudencia para encajar el rompecabezas, «todo tiene que ir acompasado, porque si una pieza falla, ya no hay puzzle». Su intención es ir «poco a poco» para ir consiguiendo los objetivos propuestos y cuyo elemento principal es que los ovetenses recuperen el espacio «perdido en la ciudad», donde casi dos de cada tres metros de suelo están reservados al tráfico rodado.
El documento fue llevado por Urbanismo a junta de gobierno, pero quedó sobre la mesa, porque PSOE e IU pidieron tiempo para estudiarlo. El alcalde añadió ayer otro escalón, quiere que lo revisen los técnicos municipales -no precisó de qué departamento- antes de su aprobación.
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